
El contratenor JJ de Austria gana Eurovisión 2025
Por: Robin Millard y Christophe Vogt
A sus 24 años, JJ se impuso en las votaciones de los jurados nacionales de toda Europa y de los telespectadores del continente y más allá, al obtener 436 puntos con "Wasted Love", una mezcla de tonos líricos y una base rítmica moderna.
Israel, con una polémica participación entre silbidos del público, alcanzó 357 puntos y Estonia, 356.
"Gracias a ti, Europa, para hacer mis sueños realidad", dijo el contratenor austriaco-filipino, cuyo nombre de pila es Johannes Pietsch.
"El amor es la fuerza más poderosa del mundo. Difundamos más amor", prosiguió el cantante, que catapultó así a Austria a su primera victoria en Eurovisión desde el triunfo de la drag queen Conchita Wurst hace 11 años.
Este certamen de 69 años de historia es el programa de espectáculo televisivo más grande del mundo, ganado por nombres ilustres de la música como el grupo sueco ABBA, la cantante francesa France Gall o la canadiense Céline Dion, que representó a Suiza.
"Esto supera mis sueños más descabellados. Es una locura", añadió JJ, que llegó con "Wasted Love" a las notas más altas entre la ópera y el tecno.
Su presentación se filmó en blanco y negro, en la proporción 4:3 de la era de la televisión monocromática.
"¡Qué éxito tan fantástico! Mi más sincera felicitación por su victoria", declaró el canciller austríaco, Christian Stocker. "JJ está haciendo historia en la música austríaca".
Mientras que el consulado filipino en Fráncfort también celebró en Facebook el triunfo de JJ: "¡Qué momento tan increíble. Orgullo filipino en el escenario europeo!"
Los votos por separado del jurado y de los telespectadores de cada uno de los 37 países participantes de este año -con igual peso-, más un voto extra del resto del mundo en conjunto, decidieron quién se alzaba con el codiciado trofeo en forma de micrófono.
"Sentimiento de unidad"
Música, kitsch, brillantina, escenografías espectaculares, una pared LED de alta definición y pirotecnia captaron la atención y el apoyo de unos 160 millones de espectadores de Europa y fuera de ella.
Las canciones presentadas por los 26 finalistas en la ciudad suiza de Basilea fueron un escaparate de las diferentes escenas musicales de Europa: entre ellas, una balada de guitarra portuguesa, una diva maltesa, rock alternativo lituano, una canción italiana, una balada griega, etéreo folk coral letón y estruendosos ritmos alemanes.
Los fans coparon las 6.500 entradas para la final de este sábado en el estadio Sankt Jakobshalle.
"Hemos empezado todo esto con la esperanza de restaurar un sentimiento de unidad, de tranquilidad y de solidaridad en un mundo complicado", declaró Martin Green, director del concurso, con los ojos empañados en lágrimas.
Durante toda la semana corrieron rumores en Basilea de una aparición sorpresa de Céline Dion, pese a su frágil estado de salud. La superestrella canadiense, de 57 años, lanzó su carrera internacional al ganar Eurovisión en 1988, cuando competía por Suiza. Pero al final no se presentó.
"Hemos estado en contacto con ella a través de varios canales y lamentamos que finalmente no haya sido posible incluirla en el espectáculo", declararon los organizadores de Eurovisión a la AFP.
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