6 datos curiosos sobre la lengua que desconocías
Cada 19 de julio se celebra el Día Mundial de Sacar la Lengua, un gesto presente en todas las culturas, aunque no siempre con el mismo significado. Puede expresar burla, fatiga, asco, duda, coquetería e incluso concentración.
Pero, más allá de la anécdota, este día se convierte en una oportunidad perfecta para hablar de algo tan importante, pero poco comentado: la lengua como órgano clave de nuestra salud. Porque la lengua no solo es crucial para comunicarnos, saborear alimentos o facilitar la digestión, también es un espejo de nuestro estado general de salud.
Pequeños cambios en su color, textura o forma pueden indicar desde deficiencias nutricionales hasta infecciones o desequilibrios metabólicos. “La lengua puede funcionar como un termómetro interno: es de fácil observación y, si sabemos interpretarla, puede ofrecer señales tempranas sobre el estado general de salud”, explica el Dr. Johan Jurado Delgado de Coomeva.
Según el Dr. Jurado, la lengua puede dar pistas importantes en salud preventiva, ya que es una especie de “detective de enfermedades”. Por ejemplo, una lengua exageradamente roja y brillante (glositis) puede indicar anemia perniciosa por déficit de vitamina B12; si muestra una capa blanca cremosa (leucoplasia) podría sugerir una infección llamada candidiasis oral, especialmente en pacientes inmunocomprometidos; y una lengua partida o fisurada puede estar relacionada con trastornos gastrointestinales o, incluso, una diabetes mal controlada.
La lengua también necesita algunos cuidados para mantenerse sana, sin embargo, suele ser la gran olvidada en nuestras rutinas diarias. El especialista en salud oral hace estas recomendaciones:
● Incluye la lengua en tu rutina diaria de cepillado: ayuda a reducir la carga bacteriana oral, manteniendo frescura en la boca. Puedes usar un cepillo con cerdas suaves o un raspador específico para la lengua. Hazlo con suavidad y regularidad.
● Enjuagues bucales solo cuando te diga el doctor: pueden ser útiles en la prevención o manejo de infecciones, pero su uso debe estar indicado por el odontólogo o limitarse a casos específicos. Su uso prolongado sin control puede alterar la microbiota normal de la boca y, potencialmente, del sistema digestivo.
● Hidratación constante: Mantiene la humedad en la boca y evita la sequedad bucal, que puede provocar ardor, grietas o cambio de color en la lengua. Recuerda beber agua también si pasas muchas horas trabajando frente a pantallas o sin hablar.
● Alimentación rica en vitaminas: Incluye en tu dieta alimentos ricos en vitaminas B (B2, B3, B6, B12), hierro y zinc como vegetales de hoja verde, legumbres, frutos secos, pescados y carnes magras.
● Ejercita tu lengua: Dedicar unos minutos al día a hacer ejercicios simples como sacar la lengua y sostenerla en tensión 5 segundos, moverla de lado a lado y de arriba abajo, mejora la circulación, reduce la tensión muscular del rostro y favorece la coordinación motriz fina, especialmente útil en niños o adultos con trastornos del habla.
● Consulta odontológica periódica: Aunque no tengas molestias, una revisión a tiempo puede ayudarte a prevenir o tratar enfermedades oportunamente. Hazlo al menos cada seis meses, según indicación profesional.
6 datos curiosos sobre la lengua
● Sensibilidad única. La lengua tiene entre 2000 y 8000 nervios gustativos y puede percibir cinco sabores básicos: dulce, salado,
amargo, ácido y umami (en japonés "delicioso sabor salado"; a menudo se describe como la delicia carnosa y salada que profundiza el sabor).
● Músculo trabajador. Es el único músculo del cuerpo humano que funciona sin soporte óseo directo y está compuesto por ocho músculos diferentes, lo que le permite moverse con gran precisión.
● Cada persona tiene una huella lingual única. Numerosos estudios en biometría y odontología forense han demostrado que la superficie de la lengua es única en cada persona, incluso entre gemelos idénticos. Actualmente, se están desarrollando investigaciones para explorar su uso como método de identificación biométrica, similar al de las huellas
digitales.
● Aliada contra el estrés. Sacar la lengua puede ayudar a reducir la tensión facial y liberar endorfinas, especialmente cuando se hace como parte de ejercicios de relajación o técnicas de respiración consciente.
● Ayuda en terapias de logopedia. Sacar la lengua regularmente puede ser una práctica útil en terapias de logopedia y desarrollo
neurolingüístico, en especial en niños.
● Usamos la lengua incluso cuando no la usamos. Participa en la respiración, ayuda a mantener la postura de la boca y se mueve constantemente para limpiar restos de comida o tragar saliva.