
Falleció el cineasta estadounidense James Foley a los 71 años
Según las declaraciones de un representante al medio The Hollywood Reporter, Foley falleció “pacíficamente mientras dormía a principios de esta semana” en su casa de Los Ángeles después de una lucha de varios años contra el cáncer cerebral.
Nacido en Brooklyn en 1953, Foley trabajó durante más de tres décadas en cine, televisión y vídeos musicales. Una de sus colaboraciones más destacadas fue con Madonna, con quien trabajó en los 80 en los vídeos musicales de "Live To Tell", "Papa Don't Preach" y "True Blue", siendo uno de los más destacados de su colaboración el vídeo de "Who's That Girl", perteneciente al soundtrack de la película homónima, también dirigida por Foley.
Durante los años 90, dirigió la película El precio de la ambición (Glengarry Glen Ross), un drama centrado en cuatro vendedores inmobiliarios que hacen todo lo posible por conservar sus trabajos y que está inspirada en la obra de teatro del mismo nombre, escrita por David Mamet y ganadora del Premio Pulitzer en 1984. Aunque la película no tuvo gran éxito en taquilla, con el tiempo se transformó en un clásico de culto. Gracias a ella, Al Pacino recibió una nominación al Oscar por su actuación, y Alec Baldwin dejó una marca imborrable con su famoso monólogo 'Coffee is for closers'.
En cuanto a su trabajo televisivo, Foley fue director de varios episodios de Twin Peaks, la icónica serie de David Lynch. También estuvo detrás de capítulos del thriller Hannibal, protagonizado por Mads Mikkelsen, y dirigió 12 episodios de la exitosa serie de Netflix House of Cards, participando en las tres primeras temporadas del drama político encabezado por Kevin Spacey y Robin Wright.
Su último trabajo como director fueron las secuelas de la película Cincuenta sombras de Grey de 2015. Tras anunciarse que el director original, Sam Taylor-Johnson, no volvería para las secuelas, Foley se unió al guionista Niall Leonard para realizar la segunda y la tercera parte consecutivamente en 2016.
Con una larga carrera tanto en el cine como en la televisión, hoy es recordado entre sus colegas por su impecable atención al detalle, y por dejar huella en cómo un director debe estar implicado en todos los aspectos de la producción cinematográfica. En su momento, Foley explicó parte de su proceso creativo a FilmInk: "Hay que saber cuándo aplicar o aliviar la presión. Hay que hacer que los actores sepan que eres empático. Los mejores actores quieren ser dirigidos. Una vez que se conectan, se obtienen resultados increíbles".