
Rafael Acosta, "El loco mayor", falleció a los 80 años
Rafael Jesús Acosta Córdova, conocido como “El Loco Mayor”, falleció a los 80 años. La muerte del músico mexicano, recordado por ser el baterista fundador del grupo Los Locos del Ritmo y pionero del rock & roll en español, fue anunciada mediante un mensaje en redes sociales que destacó: “Hoy el rock & roll en español está de luto… no dejen que el rock & roll salga de sus corazones nunca”. Su representante confirmó la noticia compartiendo cómo, tras recibir el alta hospitalaria el sábado, la salud de Acosta empeoró repentinamente al día siguiente, momento en que su corazón no respondió más.
Desde los 14 años, Acosta se adentró en la música y en 1958 fundó Los Locos del Ritmo como parte de la Preparatoria No. 4 de la UNAM. La banda se convirtió en un símbolo del rock latino con temas emblemáticos como “Tus ojos”, “Yo no soy rebelde” y “Chica alborotada”, fusionando covers y composiciones originales que rompieron la barrera del idioma. Con giras en Estados Unidos, presentaciones en el emblemático Whisky a Go Go de California e incluso encuentros con Elvis Presley, marcaron un antes y un después del rock mexicano.
En los últimos años, Acosta mantuvo su vigencia musical como integrante del proyecto Los K’comxtles junto a Rubén Albarrán de Café Tacvba, incluso presentándose en el Vive Latino 2025, una de sus últimas apariciones públicas. Diagnosticado con cáncer en mayo, expresó públicamente su lucha y esperanza, aunque finalmente la enfermedad lo venció poco después de haber sido dado de alta.
La revista Rolling Stone lo definió como una “fuerza creativa” que llevó el espíritu del rock al mundo de habla hispana con autenticidad y pasión. Más que un músico, fue mentor, cronista de su época y un defensor del talento local. En sus propias palabras, inculcaba la autenticidad y repetía con insistencia que el rock no debía copiar, sino nacer de una actitud: "el rock no es un ritmo, es un estilo de vida”.
Su muerte deja un hueco inmenso en la historia del rock mexicano y latinoamericano. A nivel cultural, su obra seguirá viva en cada guitarra, tambor y voz que abraza el espíritu libre y rebelde que él defendió, haciendo de su legado una llama encendida que seguirá inspirando a nuevos músicos.