El barrio en el que viven los obreros que construyeron los estadios de Qatar
Lejos de la lujosa Doha, los hombres menos pudientes de este país se reúnen en lo que ellos mismos llaman la "zona fan de los pobres". Instalada en Asian Town, el barrio asiático de Qatar, a este lugar llegaron miles de migrantes que construyeron los estadios y otras infraestructuras para el mundial y que se juntan para ver cada uno de los partidos en una pantalla gigante porque no pueden pisar los que ellos mismos hicieron con sus manos.
"Vivimos y trabajamos como esclavos. Aguanto por mis hermanos pequeños en Uganda, para que coman y se eduquen", le dijo el joven Moses de Uganda a la BBC en este reportaje. "Hemos trabajado en condiciones que ningún humano debería. Las temperaturas son altas y trabajamos horas que no acordamos, hasta 14 ó 15 al día", puntualizó.
Y es que varias organizaciones humanitarias e instituciones como Amnistía Internacional han denunciado los abusos y las violaciones de derechos de los trabajadores durante los proyectos para Qatar 2022; por su parte, la Organización General del Trabajo apuntó que hubo decenas de muertes. Moses, por ejemplo, le dijo a este mismo medio de comunicación que dos de sus compañeros murieron trabajando.
Por su lado, un vocero del gobierno afirmó que las reformas implementadas están mejorando las condiciones laborales de la mayoría de trabajadores extranjeros y que según vayan implementando las medidas, más empresas cumplirán con las nuevas reglas, pero aún quedan preguntas abiertas, ya que las denuncias demuestran lo contrario.
La mayoría de estos hombres, afirma este medio, se dedican a la construcción y otras industrias pesadas. Los que trabajan en la zona industrial, dicen, es común que cuenten con seis jornadas laborales de más de 12 horas, cobrando el salario mínimo (1.000 riales qataríes al mes, un millón 320 mil pesos colombianos, aproximadamente) o un poco por encima. "No podemos hablar. No queremos problemas, pero muy cómodos no estamos", dice un grupo de migrantes africanos.
Y aunque esta pueda parecer una buena suma, considerando la situación en otros países, los migrantes describen que apenas les da para ahorrar y mandar algo a sus familias debido al alto costo de vida en este país, razón por la cual muchos afirman sentirse en "una jaula" o sin muchas posibilidades de salir más allá de este barrio.
Este mismo medio explica que Asia Town está aislado del resto de Doha gracias a unos muros que no dejan ver lo que pasa ahí dentro. Lo curioso es que en imágenes que han compartido los mismos migrantes, puede verse que este espacio no es igual de limpio al resto de la ciudad, afirman también que huele hediondo y que el hacinamiento crítico, es decir, que viven más de 10 personas en una misma habitación, es una realidad. Y aunque muchos afirman que allí cuentan con centros comerciales o gimnasios que posibilitan nuevas opciones, lo cierto es que las organizaciones sociales no han dejado de alertar su precaria situación.