Pasar al contenido principal
  • Left
    • Noticias
    • Programación
    • Música
      • Música colombiana
      • Música internacional
    • Tecnología
    • Entrevistas
    • Cultura
      • Cultura Rock
      • Cultura pop
      • Cultura rap
    • Deportes
    • Videos
    • Artístas
  • Right
    • Podcast
    • Cine
    • Series
    • Análisis
    • Artes
    • Reseñas
    • Regiones
    • Libros
    • Blogs
    • Más de Radiónica
      • Programas
      • Equipo
      • Agenda
      • Frecuencias
      • Top
      • Quiénes Somos
      • Contacto
      • Útimas 24 horas
Inicio
Navegación principal
  • Noticias
  • Programación
  • Música
    • Música colombiana
    • Música internacional
  • Podcasts
  • Cine
  • Series
  • Tecnología
  • Análisis
  1. Música
  2. Música colombiana

Gonzalo Arango y Los Yetis: “Llegaron los peluqueros”

facebook twitter whatsapp
Register
Esta historia está musicalizada con las guitarras de Los Yetis y está escrita con la pluma afilada de Gonzalo Arango.
Martes, 27 Octubre, 2020 - 01:03
Diego Londoño

Por: Diego Londoño

Hay una historia que resuena en los anaqueles de la memoria de muchos rockeros que hicieron parte de la generación go gó y ye yé en Colombia. Esa historia está musicalizada con las guitarras de Los Yetis y está escrita con la pluma afilada de Gonzalo Arango. Una historia de revolución capilar y juvenil.

La imagen inicial para esta historia es la de Gonzalo Arango, a quien en ocasiones también le decían "el nadaísta" o "el profeta". Estaba ahí, con sus pasos firmes y su voz pausada, desafiando a la policía y su estricta medida contra los melenudos, que consistía en atrapar a los jóvenes que fueran sorprendidos en las calles de Medellín con sus cabellos al viento para encerrarlos en un calabozo y motilarlos agresivamente con una navaja. 

La intención de Gonzalo era vivir en carne propia lo que estaba padeciendo la juventud antioqueña con aquella medida de no dejar ni una melena suelta. En algunos medios de comunicación, como Todelar, se potenció una campaña que rezaba: “Contribuya con el aseo de Medellín, motile a un peludo”. 

Entonces Gonzalo quería provocar, ser motilado y luego padecer la sensación de impotencia por la que pasaban muchos jóvenes en aquellos años de rebeldía, religiosidad radical y encarcelamiento del pensamiento. Luego de esto, en compañía del editor y abogado Alberto Aguirre, Arango quería demandar severamente a los autores intelectuales de este atentado contra la libertad de la persona, y escribir el reportaje de denuncia que publicaría como una de sus columnas habituales en la revista Cromos con el seudónimo de Aliocha. 

Así que Gonzalo Arango se fue de paseo por la Calle Junín, una arteria representativa de Medellín para la juventud sesentera, la elegancia, el enamoramiento y el buen comer. Se vio caminar a un tipo alto, flaco y con pelo hasta los hombros. Su melena parecía postiza, era realmente esponjosa y llamativa. Transitaba lento y desafiante, con gabán y botas, haciendo respetar el apellido Arango, de Andes, Antioquia. Mientras sus pasos continuaban, las miradas desprevenidas atravesaban su rebeldía. Gonzalo engrandeció su melena y caminó por estas calles de Medellín, la policía pasaba por su lado, era saludado y no había ningún tipo de intención de agresión en contra de su robusta melena.

“Me exhibí por Junín y la Avenida La Playa como un profeta del antiguo testamento, con cara de pistolero de “la pesada”, con cara de poeta in fraganti, o sea, de vago. Cada que veía venir los patrulleros hacía dos cosas: aceleraba el paso con un aire sospechoso de complejo de culpa, o los miraba de frente con ojos de Tirofijo, pero los malditos no me paraban bolas, se hacían los tontos, o me sonreían con disimulada complicidad, como queriendo significar “la cosa no es con usted profeta”. Debo confesar que me sentí frustrado con este respeto o indiferencia de la autoridad hacia mi melena, y después de cien tentaciones de captura tuve que reconocer que me dejaron con los crespos hechos. Hasta pensé que el gobernador Arizmendi había hecho circular mi peluda fotografía con la orden de que no me tocaran ni un pelo “por razones de orden público”, escribe en el libro de "Reportajes. Vol. 2. Medellín", publicado por la Universidad de Antioquia en 1993. 

Luego de la frustración de Gonzalo por no haber logrado su revolución capilar e intelectual se fue con su melena intacta de visita a la casa de su gran amiga Posie Smith, más conocida dentro del movimiento nadaísta como ‘Rosa Girasol’. Ella era la madre de Norman Smith, uno de los integrantes de Los Yetis.

En esta visita sorpresa, en casa de los Smith en el municipio de Envigado, coincidencialmente estaban ensayando los cinco chicos revelación de Medellín que conformaban Los Yetis. Gonzalo presenció la interpretación sus canciones, y su estilo beatle, su humor, sus atuendos y su música, hicieron que Gonzalo se interesara por ellos.

Luego de este encuentro, Gonzalo caminó con Los Yetis y encontró en su trabajo un insumo para musicalizar muchas de sus historias, de su filosofía, incluso contó la historia del grupo, ligada a esa que inicialmente lo trajo a Medellín, la de la persecución a melenudos en la ciudad. La inquietud que lo atrapó fue: ¿quiénes eran esos Yetis que en plena ciudad industrial se atrevían a desafiar la mansedumbre del rebaño con sus melenas alborotadas, sus gargantas de volcán y sus guitarras que estremecían el silencio con la furia de una locomotora?

Les propuso entonces hacer música mientras él escribía un manifiesto impactante en contra del atentado al libre desarrollo de la personalidad. Manifiesto que puso en  evidencia el descontento de los melenudos en contra de las tijeras, de los peluqueros y del Gobierno. Fue así que nació “Llegaron los peluqueros”, una canción de rebeldía rocanrolera que se convirtió en uno de los primeros actos de resistencia musical en la ciudad de Medellín.

clásicos musicales musica colombiana Medellín

Más Noticias

musica colombiana

“Rueda en el cielo” un homenaje a las cantadoras de bullerengue

Emergentes en Escena

eMerge: eMergentes en escena, un espacio para nuevos artistas

conciertos

Rata Blanca regresa a Colombia

musica colombiana

La Bambarabanda regresa a la capital: esta serán sus actividades

Lo más leído

hip hop al parque
hip hop al parque

Este es el cartel de Hip Hop al Parque 2022

cine
cine

“Álvaro”, un documental sobre un colombiano que dejó todo por el sueño americano

Noticias
Noticias

Un inflable con forma de rata fue instalado frente al Museo Nacional

  • Load More

Lo más compartido

libros
libros

"SOBRELRUIDO", un libro que invita a conocer a algunos artistas colombianos más allá de su música

Noticias
Noticias

Spotify le apuesta a los audiolibros

Literatura
Literatura

Otro premio de poesía para Pala

  • Load More

Institucional

  • Quiénes Somos
  • Contratación misional
  • Misión y Visión
  • Objetivos y funciones
  • Normatividad
  • Políticas y Planes
  • Informes de Gestión
  • Manual de producción y estilo

Servicios

  • Atención al usuario
  • Trabaja con nosotros
  • Calendario de actividades
  • Buzón Peticiones, Quejas, Reclamos y Denuncias
  • Trámites y Servicios
  • Directorio Subgerencia de Radio
  • Estado de su solicitud
  • Términos y Condiciones

Dirección

  • Av. El Dorado Cr. 45 # 26 - 33 Bogotá D.C, Colombia.

  • Teléfonos
    (+571) 2200700. Línea gratuita nacional: 018000123414.

  • Horario de atención:
    Lunes a viernes de 8:00 a.m. a 12:00 m y de 2:00 p.m. a 5:00 p.m.

Contacto virtual

  • Solicite información general en: info@rtvc.gov.co

  • Correo electrónico para notificaciones notificacionesjudiciales@rtvc.gov.co

  • Peticiones, Quejas, Reclamos y Sugerencias Sobre PQRS
  • Asesor en línea: lunes 9:30 a.m. - 12:00 m

  • Ingresar al chat
Horario de atención y entrega de premios:

Lunes a viernes de 8:30 a.m. a 1 p.m. y de 2:30 p.m. a 4:30 p.m.
RTVC Sistema de Medios Públicos, Carrera 45 # 26-33, Bogotá.

Línea directa Radio Nacional de Colombia 2200727 Línea Nacional Radio Nacional de Colombia 01 8000 118 959. Conmutador RTVC 2200700


Este contenido fue financiado con recursos del Fondo Único de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de MinTic.