
Apunk-alipstick enciende la escena alternativa de Popayán con beats, glitter y rebeldía
Hay canciones que se suman aleatoriamente a nuestras playlists y que, al escucharlas, te obligan a ver la pantalla para leer su título y conocer al artista que está detrás de ese temón. Canciones que te hacen detenerlo todo porque sientes que no estás disfrutando plenamente de lo que estás escuchando y que, sin dudarlo, te hacen reiniciarlas desde el segundo cero para atender al disfrute sonoro por completo. ¿Te ha pasado? A mí sí. Esa es mi historia con "Ansiedance" de Apunk-alipstick.
Imagina esto, una voz muy dulce te habla al oído y dice: “Bienvenidos y bienvenidas a este viaje con destino a la ansiedad”, acompañada de una música tan suave y tranquilizadora que no te prepara para la sacudida que vendrá después, una frenética descarga musical que suena a electropunk:
Entre el teclado, la batería, la guitarra eléctrica y un bajo contundente, se deja ver un proyecto que nació en Popayán en 2019, una ciudad que suele mantener el alma musical en tonos clásicos. Allí, Mónica Rivera y Mariana Rincón decidieron prenderle fuego al molde musical, patearlo con botas de plataforma y pintarlo de neón con un fuerte grito de empoderamiento, así le dieron vida a Apunk-alipstick.
La banda nació entre partituras académicas, conversaciones de una amistad tejida desde la infancia y escritos de los cuadernos donde Mónica registraba sus pensamientos durante su época universitaria.
Mientras en las aulas hablaban de Bach, Wagner, Mozart y Haydn, ellas pensaban en Crystal Castles y Kap Bambino, deseando hacer algo distinto, que transgrediera e impulsara al cuerpo a salir de la quietud. Así que se lanzaron a hacer electropunk, synthpop y new wave, con un sonido que trae el presente las pasadas décadas de los 80 y 90.
El nombre de la banda es un juego de palabras, un cruce entre el fin del mundo y un labial, algo así como un apocalipsis con pintalabios de color ojo atardecer, con pestañina corrida, brillos en los ojos, beats sintéticos, ganas de saltar y el grito urgente de una juventud que siente que no encaja… ni quiere encajar.
Detrás del gloss de su nombre hay una postura política firme: una resistencia sonora y visual de la comunidad LGBTIQ+ en la ciudad blanca.
Con una estética que transita entre lo punk y lo andrógino, este proyecto musical —integrado por Jorge Muñoz en la voz líder, Cristián Chicaiza en la batería, Mónica Rivera en el bajo y Mariana Rincón en la guitarra y segunda voz, acompañados por Paola Ganöa como VJ y Daniela Valverde como CM— es el producto de todo aquello que incomoda y reclama ser escuchado.
El primer sencillo de la banda, "Ansiedance", publicado en octubre de 2024, es un viaje por el paisaje nervioso de un episodio de ansiedad, pero con sintetizadores como salvavidas y bajos que emergen en medio del beat como recordatorio de que el caos también se puede musicalizar:
En Oferta Local compartimos con las fundadoras de la banda para conocer más sobre esta apuesta musical que surge en el departamento del Cauca. Te invitamos a escuchar la entrevista completa:
Su música se baila, enciende el pogo y anima a sacudirse la ansiedad, la desazón y la desesperanza para mirar al frente con glitter en los ojos y decir lo que hay que decir con la rebeldía de la esencia punk. “No hay nada más punk que ser marica, y no hay nada más punk que ser mujer”, destaca Mariana, dejando claro que cada acorde en Apunk-alipstick es también un gesto reivindicativo.
Ahora Apunk-alipstick se prepara para lanzar su primer EP, entre grabaciones, ensayos y nuevas canciones, sueñan con llevar su propuesta a otros lugares del país. “Queremos que nos escuchen, que nos vean, que entiendan que nuestra música también es un discurso, un espacio para existir”, dice Mónica.
Y sí, en un país donde muchas veces el ruido de la música alternativa termina ahogado por la indiferencia o los prejuicios, propuestas como la de Apunk-alipstick son necesarias, porque es una declaración musical de una postura de vida que anda en botas de charol, que se pinta las uñas de negro, usa mallas, transparencias, lentejuelas y que entiende que quedarse quieto y adaptarse al molde es morir de tedio.