5 cosas que tal vez no sabías sobre los discos de vinilo
En una época en la que la manera de consumir música es dominada por las plataformas de streaming y las redes sociales, en Radiónica queremos celebrar el Día Internacional del Vinilo (o del disco de vinilo) con 5 datos curiosos que debes conocer de esta preciosa manera de conservar y escuchar música.
Más allá de que hayan resurgido y reivindicado su papel como la mejor manera de escuchar música grabada, los vinilos son historia y así mismo guardan muchos secretos.
Los primeros vinilos… no eran de vinilo
En realidad, los vinilos se llaman discos fonográficos, pero se les dice vinilo por el material con el que más se fabrican. Si buscas vinilos antiguos, de antes de 1940, lo más probable es que encuentres discos duros y quebradizos. Los discos se fabricaron inicialmente con diversos materiales, entre ellos celuloide y goma endurecida.
Luego de 1985 se usó un compuesto a base de goma laca, sustancia orgánica, con otros componentes, que se convirtió en el estándar por unos años. Su problema es que eran rígidos, frágiles y se reproducían a 78 RPM (revoluciones por minuto), por lo que no podías poner mucha música en ellos.
Los discos de PVC (policloruro de vinilo) como los conocemos hoy en día, surgieron a finales de la década de 1940, cuando Columbia Records innovó en la industria perfeccionándolos, haciéndolos de 12 pulgadas para reproducirse a 33 ⅓ RPM.
A diferencia de los discos de goma laca, que solo podían reproducir una o dos canciones por cara, el nuevo disco compacto de vinilo podía contener más de 20 minutos de música por lado.
Actualmente, se les sigue llamando vinilos porque sigue siendo el material predominante, pero ya hay quienes los fabrican con bioplásticos, plásticos reciclados o resinas.
El primer disco de vinilo reproducido en la estratosfera
El primer disco de vinilo en ser reproducido en la estratosfera fue A Glorious Dawn, el disco número tres millones prensado por Third Man Records, bañado en oro. Cuenta con las voces de Carl Sagan y Stephen Hawking, con arreglos musicales de John Boswell.
Para la hazaña se construyó un tocadiscos especial, el Icarus Craft, que logró reproducir el vinilo a una altitud de 28,78 km el 2 de julio de 2026. La altura se logró con ayuda de un globo especial para esas altitudes y se reprodujo durante una hora con 21 minutos. Ganó un Guiness Record por esto.
Más en: ¡El vinilo que alcanzó las estrellas! El hito espacial de Jack White y Third Man Records
El disco de vinilo más caro del mundo
Si bien hay discos que se han vendido en altas sumas de dinero por la historia que tienen, el disco más caro del mundo es único en su especie, literalmente. Es Once Upon A Time In Shaolin de Wu-Tang Clan, su única copia existente sin un respaldo digital.
El álbum es una obra de arte conceptual. Los miembros de Wu-Tang Clan lo crearon con la idea de que fuera una pieza única, no un producto de consumo masivo. Querían revalorizar la música como arte físico y protestar contra la devaluación que veían en la era digital y el streaming.
El disco se subastó y fue comprado en 2015 por Martin Shkreli, un controvertido empresario farmacéutico, por 2 millones de dólares. Posteriormente, terminó en manos del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que se lo vendió al colectivo de arte digital Pleasr por 4 millones de dólares.
Está prohibida su reproducción completa en internet hasta dentro de más de 70 años. Ocasionalmente, se permite que se reproduzca en sesiones de escucha exclusivas, algunas en museos.
El disco de vinilo más grande del mundo
Una réplica de Hotel California de los Eagles es el disco de vinilo más grande del mundo. En 2014, para la reapertura del estadio cubierto en Los Angeles The Forum, se presentaron los Eagles y la compañía encargada de promocionar el evento decidió hacerlo a lo grande.
Se instaló en el techo del estadio una réplica de 124 metros de Hotel California, uno de los álbumes más icónicos de la banda. Se fabricó con 23.000 metros cuadrados de lona de vinilo impresa. Claramente, por su tamaño y forma, no era posible grabar información en él como se graba en los discos convencionales, sin embargo, el centro del vinilo sí giraba, y lo hacía a más de 27 km/h simulando su reproducción.
Durante la Guerra Fría se reemplazaron los vinilos por radiografías
Si bien la música no estaba del todo prohibida durante la Guerra Fría, muchos jóvenes que vivían en la Unión Soviética sí tenía prohibido escuchar algunos artistas o géneros en específico como blues, jazz y rock'n'roll, más si provenían de Estados Unidos, o música rusa hecha por emigrados o desertores.
Por esto mismo no era música que se pudiera comprar. Las pocas copias que llegaban lo hacían de contrabando por mar. Pero el ingenio del ser humano, por naturaleza rebelde y que no conseguiría vivir sin el arte, fue suficiente para que, de una manera poco legal, se pudiera escuchar esta “música prohibida”.
Allí fue donde entraron a ser protagonistas las radiografías usadas. Con un torno especial, se prensaban las copias piratas sobre radiografías gruesas encontradas en contenedores de hospitales y después se cortaban en discos bastante rústicos de unos 25 centímetros de diámetro, a veces usando un cigarrillo para quemar el agujero central. A algunos incluso no se les recortaban los bordes.