Okja: una crítica ambientalista a través de la amistad
Netflix surge de nuevo con esta cinta, donde la creatividad surcoreana y estadounidense elaboran una historia llena de reflexiones.
El pasado 28 de junio Netflix estrenó como producción original la película Okja (2017), una nueva obra del brillante director Bong Joon-Ho. La plataforma de streaming decidió cobijar este interesante proyecto teniendo en cuenta el reconocimiento de su creador con producciones previas como The Host (2013) y Snowpiercer (2013).
Inicialmente, la cinta fue presentada durante la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Cannes, llegando a recibir excelentes críticas pese al presunto sabotaje durante su proyección (¿Recuerdan aquella discusión de si el cine deja de ser cine si no se proyecta en salas?), pues Okja (2017) también fue víctima del radicalismo y no es para menos viendo los sorprendentes resultados, ya que más allá de casos similares con cintas como Beasts Of No Nation (2015) y la infinita discusión de los puristas, el cine se está reconfigurando gracias a las nuevas tecnologías de la información.
Bong Joon-Ho es una de las recientes promesas del cine de Corea del Sur gracias a sus coqueteos previos con Hollywood. Por tal razón, dicha iniciativa buscó que una visión creativa como esta pudiera diseminarse, llegando a más públicos como un trabajo que no se limita al mercado oriental.
Aquí descubrimos otra faceta de este director, alejado del cine de horror, suspenso y ciencia ficción, pero adentrado en un precioso relato ambientalista sobre la unión de una niña y un espécimen creado artificialmente, la colosal visión occidental de la industria cárnica y la arriesgada faceta de los que luchan por los derechos de los animales.
Esta historia nos sumerge por momentos en un mundo de ensueño donde la amistad no tiene nada que envidiarle a lo propuesto por genios de la animación como Hayao Miyasaki. Una belleza que se contrasta progresivamente con un mundo siniestro y oscuro, allí los sentimientos pasan a un plano irrelevante, siendo el lucro lo más importante a través de las marcas, los negocios y el glamour.
El reparto no podía ser mejor entre dos entornos llenos de talento. Por un lado su joven protagonista Ahn Seo-hyun, una niña que nos recuerda por qué es valido luchar por los animal cuando son cercanos a nosotros. Por otra parte encontramos figuras como una nefasta villana interpretada por Tilda Swinton, un incansable luchador ambientalista encarnado por Paul Dano, un falso hombre del espectáculo caracterizado por Jake Gyllenhaal y el reconocido Steven Yeun, quien luego de interpretar a Glenn en The Walking Dead decide adentrarse en nuevos roles para su carrera.
Sin llegar al extremo sentimental de grandes cintas de animales como Liberen A Willy (1993) o Siempre a Tu Lado (2009), Okja (2017) sabe presentar sus elementos con mucho equilibrio: una correcta dosis de drama, usos dinámicos de animación por computador, importantes toques de crítica y un humor puntual con tintes bastante coreanos.
Actualmente este tipo de cine oriental está pasando por un momento interesante en occidente. Vale la pena ver sus nuevas producciones y retroceder con algunas previas que han tenido relevancia en los últimos años. Es recomendable ver películas anteriores de Bong Joon-Ho y otras destacadas que han pisado suelo colombiano, tales como Train To Busan (2016) dirigida por Yeon Sang-ho, donde se cuenta una historia de zombis con el toque de los dramas asiáticos.
Al final de ver Okja (2017) queda una duda y reflexión, ¿cómo es nuestro trato con todo lo que habita en el mundo?