Odeh Hadalin, colaborador de la película ‘No Other Land’, fue asesinado por un colono israelí
El activista y líder comunitario palestino Odeh Hathalin (también conocido como Awdah Hathaleen), que trabajó con los directores Basel Adra y Yuval Abraham en su documental ganador del Oscar No Other Land, fue asesinado a tiros por un colono israelí en Cisjordania ocupada.
El cineasta y protagonista de No Other Land, Yuval Abraham, anunció el lunes la muerte de su colega con una publicación en la red social X. El incidente ocurrió en la aldea de Umm al-Khair, en la región de Masafer Yatta, el sector foco de No Other Land.
Odeh just died. Murdered. https://t.co/rRWqSa48iN
— Yuval Abraham יובל אברהם (@yuval_abraham) July 28, 2025
Dos horas antes, Abraham compartió un video del enfrentamiento que resultó en la muerte de Odeh Hadalin. En el video, se ve al colono, con camisa oscura, empujando a un grupo de personas, sacando su pistola y apuntándolas. El video lo muestra disparando a personas fuera de la pantalla.
El director dijo que el agresor había sido identificado por los residentes locales como Yinon Levi, quien se encuentra entre un grupo de colonos israelíes que operan en Cisjordania, que han sido sancionados por el Reino Unido y la UE, mientras que Donald Trump rescindió las restricciones al comienzo de su presidencia este año.
Los medios israelíes informaron que Levi fue arrestado por la policía israelí el lunes bajo sospecha de disparar fatalmente a Hathalin, pero fue liberado bajo arresto domiciliario el martes, mientras continuaban las investigaciones.
La sinopsis de No Other Land es la siguiente: “Basel Adra, un joven activista palestino de Masafer Yatta, lleva desde niño luchando contra la expulsión masiva de su comunidad por la ocupación israelí. Basel documenta la desaparición gradual de Masafer Yatta, a medida que los soldados destruyen los hogares de las familias, el mayor traslado forzoso jamás llevado a cabo en la Cisjordania ocupada. Se cruza con Yuval, un periodista israelí que se une a su lucha, y durante más de media década luchan contra la expulsión, a la vez que estrechan lazos”.