Billboard y YouTube terminan su relación: la pelea por medir el éxito
Después de una década de alianza, YouTube ya no compartirá los datos de su plataforma con Billboard. A partir del 17 de enero de 2026, las reproducciones en YouTube no contarán para que las canciones entren en listados populares como el Billboard Hot 100 y todos los demás charts estadounidenses.
La ruptura entre YouTube, la plataforma de streaming más usada en el mundo, y Billboard, revela un modelo tendencioso de medición del éxito en la industria de la música: a la industria no le interesa tanto la popularidad real de las canciones como la capacidad de consumo de quien consume.
El problema que alegó YouTube para tomar la decisión es que Billboard, desde 2018, da más peso en sus listados a los streams pagados (Spotify Premium, Apple Music) que a los gratis con anuncios (YouTube, Spotify Free).
Lyor Cohen, jefe global de música de YouTube, dijo que la fórmula es "obsoleta" y no refleja cómo la gente escucha música hoy.
El argumento de YouTube es que "Cada fan importa y cada reproducción debería contar igual". No importa si pagas Spotify Premium o ves videos gratis en YouTube: si escuchaste la canción, debería contar lo mismo.
En el sistema anterior (hasta enero 2026), por ejemplo, 1.250 streams pagados equivalían a 1 unidad de álbum, mientras que 3.750 streams gratis equivalían a la misma unidad. Un stream pagado valía 3 veces más que uno gratis (ratio 1:3)
Billboard busca una equivalencia con las compras físicas. Por lo tanto, afirma que este modelo de medición refleja mejor los ingresos del streaming: alguien que paga $10-15 al mes está más comprometido que alguien que solo escucha con anuncios.
En teoría, tiene sentido, pero el dato con el que se mide el "compromiso" de los usuarios no necesariamente está asociado directamente a un artista. El pago en plataformas de streaming brinda a los usuarios acceso a una cantidad enorme de artistas.
En últimas, la medición privilegia a un sector de consumidores con mayor capacidad de pago y a sus gustos.
YouTube, por su parte, señala que el streaming representa el 84% de los ingresos musicales en EE.UU. y que miles de millones usan su plataforma gratis. Devaluar esas reproducciones es ignorar a una parte masiva de los fans.
¿Qué implicaciones puede tener este cambio?
Primero, para los artistas, las canciones que dependen de YouTube (reggaeton, K-pop, música latina) probablemente bajarán en los charts de Billboard.
Despacito fue un éxito masivo en YouTube antes que en otros lados. Su impacto pasaría desapercibido en los charts.
El efecto más notable es que los charts, de los que poca credibilidad quedaba, no mostrarán la imagen completa de qué música escucha la gente. YouTube es el líder indiscutible en cuanto a usuarios activos de las principales aplicaciones de redes sociales del mundo.
Billboard, que ha sido el referente de la popularidad durante décadas verá su autoridad dismininuida en un contexto de consumo hiperfragmentado.