Naturaleza Suprema presenta ‘Plantas’, un homenaje a las madres, la memoria y las luchas por la tierra
Por: Milena Perdomo
La agrupación de rap Naturaleza Suprema presenta su tercer álbum llamado Plantas, un concepto que se desarrolla a lo largo de los 12 tracks que lo integran y que cuenta con colaboraciones muy potentes que van desde Hanna Hasen, pasando por Tatiana Gómez y hasta el destacado exponente del dancehall local, Ras Jahonan.
Hablar de su más reciente álbum nos remite a la esencia misma de Naturaleza Suprema, una agrupación ya consolidada del rap femenino de la capital integrada por dos destacadas representantes del hip-hop bogotano, Lucía Vargas y Karen Tovar quienes, en compañía de DJ K-M1KC han desarrollado un sonido propio que bebe del boombap, del denominado ‘rap consciencia’ y, en gran medida, de las luchas sociales.
Y fue así, rodeadas de plantas, tierra, materas y flores, en Radiónica nos encontramos para entender de qué va este nuevo álbum que es lanzado este viernes 3 de octubre en el Relevent Music Hall. Allí hablamos de la memoria, las madres, el rap feminista y la apuesta colectiva que desarrolla Naturaleza Suprema como apuesta musical y política.
Caminos que se cruzan
Lucía y Karen se conocieron en un festival de hip hop femenino en Kennedy, cuando aún no existía Naturaleza Suprema. Cada una tenía su recorrido: Lucía había girado como solista por Europa, mientras que Karen adelantaba trabajo comunitario y procesos con mujeres privadas de la libertad. “El primer día que nos vimos dijimos: algún día nos iremos de gira juntas”, recuerdan. En 2015 cumplieron esa promesa, y desde entonces han caminado juntas.
Su primer disco, Sonrisa Insurrecta (2017), marcó la chispa inicial con un nombre que surgió del carácter alegre de Karen, que no dejaba de reír aún en medio de la adversidad. En 2019 llegó Tiempos de emancipación, con el que realizaron giras y estrenaron el documental En tierras tomadas, en colaboración con la realizadora Amandine. Después vino el vinilo Mis ancestras como guía (2023), un trabajo de memoria que incluyó un video premiado en un festival en Marsella. Ese recorrido consolidó una identidad fuerte: un rap hecho por mujeres, desde el feminismo comunitario, que se mueve entre la autogestión y el trabajo de base.
Rap feminista y memoria viva
Naturaleza Suprema no teme enunciarse desde el feminismo y su música así lo refleja, aunque no siempre con discursos explícitos, sino con posturas claras en cada paso. Su apuesta es construir un feminismo popular, del sur global, donde las colaboraciones con otras mujeres raperas se vuelven centrales. Plantas cuenta con la participación de:
Hanna Hasen, Tatiana Gómez, la mexicana Shimbo —pionera del rap feminista latinoamericano—, Mr. Dallis y JM Beats en la producción, y el DJ K-M1KC como columna vertebral. “Nunca habíamos hecho tantos featurings, pero sentimos la necesidad de abrir el círculo con artistas afines ideológicamente y musicalmente”, explican.
El álbum también profundiza en la memoria histórica. Una de sus canciones más fuertes fue construida junto a las madres de Soacha, víctimas de los llamados falsos positivos. Allí el rap se convirtió en espacio de catarsis: entre fotos de los ausentes, lágrimas y versos, la música se transformó en una herramienta de verdad y resistencia. “Nos tocó parar varias veces porque la emoción era demasiado fuerte. Pero para eso es el rap: para nombrar lo que duele y darle fuerza a quienes luchan”, dicen.
Plantas como sanación y símbolo
El concepto del álbum surgió de una investigación hecha con sabedoras y guardianas de la tradición oral. Cada canción fue asociada a una planta, no desde la ciencia académica, sino desde la memoria ancestral. Así, "Le pido al cielo", un tema dedicado a las madres, se vinculó con las rosas como símbolo de suavidad, pero también de espinas que protegen. En ese mismo sentido, las letras evocan remedios caseros, infusiones y aromas que han acompañado a las comunidades por generaciones. Plantas es, en ese sentido, un acto de memoria y como un recordatorio de que el conocimiento popular sigue vivo, que la naturaleza es guía y refugio.
Naturaleza Suprema invita a que el público se una a esta apuesta musical y política que combina la memoria con el futuro, la rabia con la ternura y el feminismo con la sanación. “Hacemos esto con todo el corazón, siempre en autogestión y con quienes deciden meterle al fuego por la música que creemos”, concluyen.