La historia de Cocoa, la perrita que se volvió estrella del reggae
En cada concierto de Stick Figure, una figura de cuatro patas se roba las miradas y los aplausos, ella es Cocoa, la perrita mestiza de pastor australiano y golden retriever que ha recorrido el mundo junto a la banda californiana desde hace más de una década.
Con su pelaje color chocolate y una calma contagiosa, Cocoa se ha convertido en algo más que una mascota: es una estrella, un símbolo de amor y resiliencia, y la quinta integrante oficial del grupo.
Su historia comenzó en 2013, cuando Scott Woodruff, líder y alma creativa de Stick Figure, buscaba sanar la pérdida de su perrita Holly. En medio de la tristeza, encontró a Cocoa, entonces llamada Joan Leslie, en un refugio, y la conexión fue inmediata.
“Cuando nos vimos, se sentó frente a mí y supe que era ella”, recordó Woodruff en entrevista con Dogster.
Woodruff recuerda que Cocoa dio sus primeros pasos en el escenario cuando ellos teloneaban a Tribal Seeds. "Los chicos de Tribal Seeds la adoraban desde el primer tour", afirma.
Desde entonces, Cocoa ha compartido cada gira, cada prueba de sonido y cada aplauso con la banda. Subir al escenario junto a sus humanos es parte del ritual, y su presencia genera ovaciones, saludos efusivos y hasta regalos de fans que viajan solo para conocerla.
Cocoa no solo brilla en vivo, también protagoniza el videoclip de la canción “Shadow”, ambientado en una granja californiana con una estética vintage, y ha inspirado la creación de The Cocoa Foundation, una organización sin ánimo de lucro que apoya a refugios y perros en situación de abandono.
A sus casi 14 años, la perrita sigue siendo un emblema de lealtad y ternura. Su fama ha traspasado fronteras y su imagen es parte del imaginario de los fanáticos del reggae.
Cada noche, cuando sube al escenario, Cocoa transmite una serenidad que se mezcla con el ritmo de la música y emociona a miles.
Más que una compañera de banda, Cocoa es un fenómeno musical y social, una rockstar peluda que demuestra que el vínculo entre humanos y animales puede transformar vidas.
Woodruff bromea con que sus artistas favoritos serían Snoop Dogg o Dr. Dog, “porque cree que son perros”. Pero más allá de las bromas, el legado de Cocoa es real: una embajadora silenciosa de la empatía, el amor y las segundas oportunidades.