Gladkazuka y el ADN sonoro de la calle: así suena 'Acid Floresta'
Pasó por Locación Secreta una de las voces más importantes del sonido alternativo de la escena electrónica colombiana: Gladkazuka, un artista que ha hecho de los sintetizadores, los recuerdos y la calle su forma de contar historias.
Su nuevo álbum, Acid Floresta, no es solo un viaje sonoro: es una traducción emocional del barrio, una memoria que respira al ritmo del acid, del electro, del new wave y de los sonidos más tradicionales de nuestras regiones. “Un sampleo emocional”, como él mismo lo llama; no porque tome literalmente fragmentos de canciones folclóricas, sino porque recoge la esencia rítmica y emocional de lo que ha vivido en las calles y lo transforma desde su estudio.
Gladkazuka no se ve a sí mismo como un ícono, aunque lo es para muchos. Más bien, se reconoce como un observador constante y un explorador incansable del sonido. Desde niño, su conexión con la música fue intuitiva y tecnológica; entre cassettes, organetas y vinilos, aprendió a descifrar melodías que luego traducía con las pocas herramientas que tenía. Una batería de juguete conectada por RCA, palos de escoba como baquetas, y una familia donde la guitarra del papá y la curiosidad de sus hermanos abrían el espectro sonoro del hogar.
Su transición hacia la música electrónica fue casi natural. No por una identificación con el “tag” de lo electrónico, sino por entender que las máquinas eran simplemente nuevas formas de hacer música: “Para mí, son recursos. Son instrumentos”, nos dice.
Esa lógica lo llevó a experimentar desde muy joven con ritmos programados, antes de incluso saber qué era ser exactamente un DJ.
El resultado de toda esa búsqueda y la suma de más de 25 años de trayectoria, se condensa hoy en Acid Floresta, un álbum que dialoga con el Chicago House y el Acid House desde una óptica profundamente colombiana. “Es como las fiestas de diciembre en la cuadra. Es la misma situación que en el ghetto de Chicago, solo que estamos en latitudes distintas”, explica. Y es ahí donde su obra cobra sentido: no como una copia o una fusión forzada, sino como una resonancia honesta de lo que significa crecer entre el pogo, el bolero, la batería de juguete y la fiesta popular.
Gladkazuka no hace música electrónica. Gladkazuka hace música desde la observación y el afecto, desde el beat que se asoma por la ventana del barrio hasta la vibración que se imprime en la pista de baile, y Acid Floresta es su declaración más íntima hasta ahora.
Escucha aquí el álbum completo del artista colombiano: