Las bandas que nos deja el Festival de la Tigra – Piedecuesta Ruge

Lo que pasó en el Festival de la Tigra (21-24 de febrero Piedecuesta, Santander) fue magia. Durante cuatro días los garroteros fueron protagonistas de un encuentro cultural inédito: libros que se fusionan con instrumentos de viento, canciones que le cantan a la defensa de los recursos naturales, atardeceres tranquilos acompañados de cumbia, punk, música llanera, hip hop, carranga y psicodelia. Corrientes tan distintas y a la vez tan similares, que permitieron que en esta tercera edición, una vez más se sintieran identificados con la cultura personas de todas las edades y gustos.

Ya han pasado unos días desde que esta versión del festival llegó a su fin, y aunque las calles de Piedecuesta lentamente han retornado a la tranquilidad, en nuestras mentes aún suena el rugido de la Tigra. Por esto, no podíamos dejar pasar el festival sin detenernos unos minutos a hablar de esos artistas que hicieron de esta jornada, un evento memorable.

Estas son las bandas que quedan en el radar gracias al Festival de la Tigra:

La Muchacha

Se llama Isabel Ramírez, pero en el ambiente cultural se le conoce más como “La muchacha”. Sus letras sensibles son la muestra de su talento para la observación de las situaciones más cotidianas. Acompañada de su guitarra, La Muchacha genera atmósferas y nos invita a redescubrir nuestros territorios. Su interés musical empezó desde muy niña, pero 2017 fue el año en el que esta joven decidió que su corazón estaba unido a la música y que dedicaría cada día de su vida a este valiente arte.  

Hace unos meses dio a luz a su primer disco titulado Polen y desde él le canta a sus raíces, al páramo y a las serpientes. Una cantautora que no olvida sus raíces latinoamericanas y que no teme expresarlas a través de su guitarra y melodiosa voz.

Después de su presentación en el parque principal de Piedecuesta, será conocida además como la Reina oficial de esta fiesta garrotera.

El León Pardo

El León Pardo no es un nombre nuevo. Este compositor y trompetista cartagenero se ha incrustado en nuestros corazones gracias a la experimentación de sonidos tradicionales que dejó plasmados en su primer disco, Cumbia Ácida (2017). Sin duda un viaje sonoro a las raíces de la cultura caribe, que nos lleva a una verbena inolvidable. En esta versión del festival, El León Pardo regresó para demostrar por qué fue considerado el primer Rey del Festival de la Tigra en el año 2017.

Lobotómicos

La cuota bumanguesa está a cargo de esta particular banda, que con poco más de un año de trayectoria, se ha ido posicionando como una de las propuestas más interesantes de la ciudad bonita. Una banda de rock alternativo que con influencias del punk y el grunge, encuentra una forma divertida y cotidiana de cantarle a la vida. La gastritis o una explicación del amor con conceptos de fútbol, son algunos de los temas que abarcan sus canciones, y sin duda esa dosis de humor, fue también el detonante de su participación en el Festival de la Tigra.

Tuyero Ilustrado

Ver a una agrupación venezolana cantándole al exilio, a la indiferencia y al rebusque, es una muestra clara de que la música es en sí misma un acto político. Este es uno de los temas a los que le canta esta agrupación que interpreta un tipo de joropo muy particular de los Valles del Tuy en el norte de Venezuela llamado tuyero.

Edward Ramírez y Rafa Pino son los músicos que dan vida a este proyecto que explora y busca expandir el folclor venezolano con letras que reflejan las temáticas más contemporáneas. Una explosión musical a punta de cuatro, maraca y voz (o buche, como le llaman en Venezuela).

Los Pirañas​

Una agrupación que no requiere mayor presentación, pues durante años se ha dedicado a la exploración de las raíces tropicales latinoamericanas que reviven en forma de cumbia psicodélica. Su música se alimenta también de la champeta, el afrobeat, el rock, el jazz y la electrónica.

Pedro Ojeda, Eblis Álvarez y Mario Galeano son Los Pirañas, y sin duda fueron los encargados de hacer del parque principal de Piedecuesta una enorme pista de baile.