El Paso desde Pereira y dos de sus obras para ver en el Iberoamericano de Teatro 2018

Con la obra de calle Solietad, los días 25, 26 y 27 de marzo, así como con la obra de sala Lámina y Pintura, los días 30 y 31 de marzo, la compañía de teatro El Paso de la ciudad de Pereira se presentará en la próxima versión del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá que se realizará del 16 de marzo al primero de abril.

Ésta será la cuarta versión en la que El Paso llevará hasta la capital del país sus apuestas teatrales con las que ha logrado mostrar una dramaturgia fresca y atrevida, así como una arriesgada propuesta con rigor escénico en la que se mezcla la actuación, el teatro de muñecos y la música en vivo con un repertorio para todos los públicos.

Durante los últimos cinco años, El Paso, bajo la dirección de César Castaño, se ha convertido en pieza clave como referencia del teatro regional en el país tras haberse abierto camino en diferentes festivales nacionales e internacionales.

“Creo que para los grupos de las regiones ir a presentarse a Bogotá sigue siendo muy importante porque cuando a ti te proponen un espacio que te brinda todas las condiciones técnicas, financieras y de producción, este no se puede dejar ir. Sin embargo siento que todavía hay mucha apatía por el teatro regional emergente.

Por este largo camino se van haciendo alianzas, amigos… pero a veces hay que reconocer también que el peor enemigo para hacer teatro es el teatrero, precisamente porque este es un sector culturalmente dramático, entonces se genera ruido, soberbia, y de ahí la subestimación de lo que las diferentes casas teatrales de las periferias tienen para mostrar. Pero acá estamos para romper esquemas, para mostrar con orgullo por qué tras la decisión de quedarse hacemos resistencia teatral”.

Para la primera versión del Festival Iberoamericano en la que El Paso participó, año 2012, se llegó con la obra Ricardo III, la cual se basa en la obra del dramaturgo William Shakespeare con el mismo nombre, y que tiene como tema central abordar desde la ironía y el sarcasmo el poder, presentándose con un montaje que combina el teatro de muñecos con el de actores.

Su segunda presentación, en el año 2014, sería con Cada vez Más Tarde, una obra que pone en discusión la historia y la identidad de la ciudad de Pereira, utilizando referentes literarios, visuales y dramatúrgicos entorno a la ciudad a los que se llegó gracias a un trabajo de investigación y diálogo con escritores e historiadores de la ciudad.

Para el 2016, El Paso ya no llegaría con una sola obra, sino que esta vez se estrenaría en Bogotá también con una obra de calle. En esta oportunidad Solietad, y Cara de Toro, una forma de metaforizar la separación de un grupo y de la fama con el derrumbamiento de las cosas, esas fueron las obras expuestas dos años atrás.

Para el 2018, la misma obra de calle presentada en la versión anterior, Solietad, obra con poco texto y mucha imagen poética que aborda el concepto de la soledad cuando se es viejo y de la decrepitud, llegará a las calles de Bogotá con tres funciones. A su vez, la obra de sala Lámina y Pintura, puesta en escena de humor que nos presenta a dos latoneros de profesión y que surge a raíz de una deuda que el director tenía con el recorrer de un episodio de su vida que odió, será presentada en dos funciones en la casa del Teatro Nacional.

LÁMINA Y PINTURA
Dramaturgia y dirección: César Castaño
Funciones en Bogotá: 30 y 31 de marzo

"El viento sopla soledad, ¿cómo amortiguarla? ¿con el gélido olvido, con la tristeza o la resignación de ser un ente residual en una sociedad de capas oscuras? La Pángara y el Albino, latoneros de profesión y borrachos por convicción, trazan su aventura, y su rumbo es ningún sitio, solo la ausencia de sí mismos los guía en una urbe que condena y oculta con pintura el aberrante óxido que la consume".

Foto de Víctor Galeano

SOLIETAD 
Dramaturgia y dirección: Cesar Castaño
Funciones en Bogotá: 25, 26 y 27 de marzo

"Solietad, como estado de existencia ingrávido, como resguardo de lo etéreo, lugar de ausencia que nos refiere el vacío de la vida, el abandono, los sueños que pierden las alas y los recuerdos que mueren con el tiempo. Ella, Alejandra, la pequeña niña, bien lo sabe, bien lo siente, mientras la rabia revienta sus poros por la angustia que le produce la distancia con su soñador abuelo, quien desvencijado de su realidad es llevado a un asilo por mano de la madre de Alejandra. Al final, nos damos cuenta que la soledad es una espada que no se siente, con un filo tan agudo que corta el silencio y te entrega al bordo del río".

Foto de Mauricio Cardona