El rebusque como arte: François Dolmetsch expone en Cali
En una ciudad como Cali, donde lo cotidiano vibra con intensidad, llega una exposición que pone el foco en eso que muchas veces pasa desapercibido: la creatividad popular como forma de resistencia.
El reconocido artista británico François Dolmetsch presenta en junio su exposición Arqueología del rebusque, una mirada visual íntima, crítica y entrañable sobre el ingenio colombiano que florece entre lo urbano y lo rural.
La muestra, que estará abierta del 7 al 29 de junio en el Domo Museo (piso 3) de la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero, reúne 55 fotografías tomadas entre los años 60 y 2000 en diferentes regiones del país. No son postales turísticas, ni retratos decorativos. Son imágenes que capturan la vida real, los objetos, gestos y fachadas que componen el universo del rebusque: esa capacidad nacional de sobrevivir, creando, improvisando, reutilizando.
El proyecto se convierte también en un archivo visual contra el olvido, que da valor a lo marginal y propone leer el espacio colombiano como un escenario simbólico donde se libra la lucha diaria por existir.
Acompañando la exposición, se lanza el fotolibro del mismo nombre, bajo la dirección editorial de Juan Arias y con textos de Harold Muñoz. La publicación está organizada en secciones temáticas que permiten un recorrido emocional y conceptual.
El próximo 25 de junio se desarrollará en las instalaciones de la biblioteca el conversatorio Miércoles de revelado, un espacio sobre fotografía analógica en la que participarán el artista François Dolmetsch, junto a Sergio Bartelsman y Juan Arias.
Arqueología del rebusque no solo nos recuerda que detrás de cada objeto transformado hay una historia, sino que nos invita a reconocer el valor simbólico de lo que hemos aprendido a llamar "informalidad". En una época de hiperdigitalización y filtros perfectos, Dolmetsch propone volver los ojos a lo esencial: el ingenio como identidad.
La entrada es libre. La invitación está abierta a mirar, sentir y reconocer en esas imágenes una parte de lo que somos. Porque en Colombia el arte también se hace con alambre, retazos y esperanza. Y el rebusque, más que una necesidad, es una estética.