
El dandismo negro deslumbró en la extravagante Met Gala 2025
La escalinata del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York volvió a convertirse en pasarela de elegancia y reivindicación durante la Gala del MET 2025, celebrada como es tradición el primer lunes de mayo.
Este año, la alfombra roja más imponente del mundo de la moda se tiñó de historia, memoria y cultura con un homenaje a la moda a través de la diáspora negra en Estados Unidos.
Entre las primeras en deslumbrar estuvo la actriz y compositora Teyana Taylor, quien encarnó el dandismo negro con una imponente capa de rosas, bastón, sombrero de plumas, cadenas de plata y un chaleco entallado que rindió tributo al poder de la estética como forma de resistencia.
También brilló Diana Ross, ícono de la música afroestadounidense, con una extensa capa blanca que evocó sofisticación y legado.
La anfitriona habitual del evento, Anna Wintour, desfiló junto a algunos de los copresidentes de la velada. Entre ellos, el actor Colman Domingo destacó con una capa azul real con cuello blanco, un homenaje al recordado Andre Leon Talley, el primer director creativo afroamericano de Vogue.
Lewis Hamilton, piloto de Fórmula 1, impactó con un traje crema acompañado de una boina a juego y diamantes deslumbrantes; mientras que Pharrell Williams, ahora diseñador de Louis Vuitton, apostó por una chaqueta blanca con perlas incrustadas.
El ambiente se impregnó de espiritualidad cuando, al pie de las escaleras, un coro interpretó "Ain't No Mountain High Enough", eterno himno popularizado por Marvin Gaye y Tammi Terrell, reforzando el tributo a la cultura negra omnipresente en la gala.
La temática de la noche estuvo alineada con la gran exposición del Costume Institute, que este año exploró la moda estadounidense desde el siglo XVIII, enfocándose en cómo los estilos inicialmente impuestos a las poblaciones negras fueron transformados en símbolos de elegancia, identidad y emancipación.
Uno de los conceptos centrales fue el del dandismo negro, nacido en contextos de esclavitud y resignificado como gesto de poder y belleza.
La exposición se inscribió dentro del esfuerzo de las instituciones culturales por ser más diversas, cinco años después de las protestas del movimiento Black Lives Matter. En este contexto, y frente a los recortes a políticas de inclusión bajo el gobierno de Donald Trump, la curaduría tomó un nuevo significado.
“Adquiere una nueva importancia y una nueva razón de ser”, afirmó Anna Wintour.
Simone Biles, Sha’Carri Richardson, Spike Lee y Doechii fueron algunos de los invitados más esperados. No obstante, la ausencia de LeBron James, presidente de honor de la gala, fue notable debido a una lesión en la rodilla.
Pharrell Williams, cuya marca patrocinó la exposición, subrayó la necesidad de honrar las culturas nacidas de la esclavitud: “No solo hemos sobrevivido, hemos llevado música, cultura, belleza y un lenguaje universal a través de un océano y cuatro siglos”.
Para él, la gala celebró “nuestro talento, nuestra historia, nuestra comida, nuestra resistencia y belleza, nuestro estilo y nuestra fuerza”.
El evento, como siempre, tuvo un fin benéfico: recaudar fondos para el Instituto del Traje. Según The New York Times, una entrada individual costó 75.000 dólares, y una mesa completa 350.000. La edición anterior recaudó unos 26 millones de dólares.
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