La moda actual del vinilo: esta es la historia del formato, su sonido y cómo comenzó el nuevo boom
El vinilo no solo regresó, también se consolidó como el formato físico más vendido del planeta. Después de haber sido desplazado por el CD y arrinconado por el MP3, hoy vive su mejor momento en décadas. Según el análisis internacional de Global Growth Insights, en 2024 el mercado del vinilo alcanzó los 2.180 millones de dólares y las proyecciones anticipan un crecimiento superior al 11% anual hasta 2033, una señal inequívoca de que la tendencia dejó de ser nostálgica para convertirse en una fuerza global.
El renacer empezó como un gesto contracultural. Mientras la música digital se volvió cada vez más veloz y fragmentada, miles de oyentes comenzaron a buscar una experiencia más íntima y deliberada. Escuchar un LP implica una pausa que va en contra del consumo inmediato, un momento en el que se elige un disco, se sostiene entre las manos, se cuida, se coloca la aguja y cada cara avanza con su propio ritmo. Ese ritual, que parecía destinado a desaparecer, terminó convirtiéndose en una forma de reconectar con la música desde la atención plena.
El sonido analógico también ocupa un lugar central en esta vuelta. Infobae y Forbes México han explicado que el vinilo ofrece una calidez y una profundidad que contrastan con la compresión digital del streaming. A esto se suman las ediciones especiales, los discos de colores y los prensajes de alta calidad que alimentan una cultura de coleccionismo que sigue creciendo. En España, Industriamusical.com registró un aumento del 25,6% en las ventas del primer semestre de 2025, un reflejo del nuevo impulso del formato en mercados donde el streaming domina.
Un formato que volvió para contar una historia completa
El crecimiento del vinilo también está alimentado por artistas y sellos independientes que encontraron en el LP un espacio para contar historias completas. Portadas grandes, libretos extensos, prensajes limitados y ediciones con arte exclusivo devolvieron al disco su estatus de objeto artístico. Reportes regionales en América Latina, retomados por estudios como Making Vinyl, destacan que este valor agregado es clave para entender por qué el vinilo volvió a sentirse como una pieza integral y no como un simple contenedor de canciones.
En América Latina la tendencia también tiene fuerza propia. El informe de Making Vinyl sobre la región registró un crecimiento del 51,2% en 2022, dinamizando tiendas pequeñas, ferias especializadas y comunidades jóvenes que redescubrieron el “crate digging” como una experiencia cultural. Lo que antes parecía un nicho se convirtió en una escena viva y diversa, impulsada por coleccionistas, melómanos y público nuevo.
El boom del vinilo se entiende como una respuesta a la velocidad con la que se consume música en la actualidad. Escuchar un disco se transformó en un acto pausado, cuidadoso y profundamente emocional. En un contexto saturado de estímulos, múltiples análisis coinciden en que el vinilo ofrece algo que la inmediatez digital no puede replicar, una experiencia más humana, más presente y más profunda.