Suspenso y terror en ‘Tokio, el inicio’, nueva película colombiana
Una nueva película colombiana de suspenso y terror llega a la cartelera nacional. Se trata de Tokio, el inicio, un relato sobre el duelo y la incomunicación familiar como una exploración sensorial del miedo, donde la imagen y el sonido dialogan para construir un universo emocionalmente denso y profundamente inquietante.
La película de la directora Martha Sandoval narra la historia de Tokio, una niña de nueve años que siempre se ha mantenido al margen de los demás. Su mundo gira en torno a su madre Stella (Carolina Orozco) y su muñeca con la que pasa todo su tiempo. Su hermana mayor, Sofía (Sofia Zuluaga Córdoba), intenta acercarse a ella, pero la relación entre ambas es tensa y distante.
A medida que los días avanzan, en la casa comienzan a suceder cosas inquietantes. Stella sufre de insomnio y extrañas pesadillas, mientras que en su hogar se percibe una presencia oscura que parece acecharla.
Tokio (Isabella Muñoz González), silenciosa pero observadora, reacciona con hostilidad ante cualquier persona que intente acercarse a su madre. Epifanio (Julio César Pachón), padre de Tokio, quien murió meses atrás, parece tener una conexión inexplicable con ella, generando una atmósfera entre lo real y lo sobrenatural, donde un grupo de universitarios se ven involucrados en sucesos inexplicables.
Esta tensión no solo sucede en la historia. También cobra sentido cuando la película deja de verse como una historia de terror y suspenso, para entenderla como una reescritura sobre la relación entre las mujeres y la brujería y, así mismo, un planteamiento sobre la obsesión que los hombres tienen con las mujeres.
“Por donde tú la veas, es una historia feminista, de mujeres. En muchas investigaciones o en muchos relatos uno se da cuenta de que hay más brujos que brujas. Y esta película narra cómo un hombre puede someter tanto a una mujer, la obsesión que desarrolla por controlar a una mujer… que se desenvuelve muchas veces en feminicidio”, dice la directora Martha Sandoval.
Martha Sandoval completa dos décadas de trayectoria en la industria audiovisual como productora, guionista y directora de cortometrajes. Tokio, el inicio, es su ópera prima y es el proyecto cinematográfico con el que le agradece y retribuye a la tierra en la que nació y creció, Mesitas del Colegio (Cundinamarca). La casa, la escuela y los senderos sumidos en la neblina fueron los escenarios en los que años atrás vivió.
Tokio, el inicio, que nace del deseo de explorar los vínculos emocionales que se tejen entre el trauma, la infancia y lo sobrenatural, se presenta en la gran pantalla con una paleta de color fría que sugiere la distancia afectiva entre los personajes y refuerza el carácter opresivo del espacio doméstico.
La fotografía, por su parte, contribuye a la creación de un entorno narrativo ambiguo, donde los límites entre lo real y lo fantástico se desdibujan; y el diseño sonoro se concibe como el eje emocional de la película porque sugiere presencias, evoca miedos y da forma a lo invisible.
Desde esta perspectiva, Tokio, el inicio es tanto un relato sobre el duelo y la incomunicación familiar como una exploración sensorial del miedo, donde la imagen y el sonido dialogan para construir un universo emocionalmente denso y profundamente inquietante.
Tokio, el inicio, está en cines desde el 15 de mayo de 2025.