El póster oficial de Bogoshorts 2025 es dedicado al espíritu
El Festival de Cortos de Bogotá - Bogoshorts no es solo la fiesta más emocionante en torno a los formatos cortos en el continente: es una cartografía simbólica que invita a interiorizar el cine —y la vida— como una ruta de exploración infinita.
Desde hace tres años, Bogoshorts dejó de mirar únicamente hacia afuera para empezar a recorrer lo más complejo y revelador: el interior de la existencia humana. Así nació la trilogía Cuerpo, Mente y Espíritu, un viaje profundo, provocador y necesario hacia el ser. Después de habitar la piel en la edición 21 (#CuerposBogoshorts) y sumergirse en los caminos de la mente en la edición 22 (#BogoshortsenMente), este 2025 se enfrentan a la dimensión más sutil, más misteriosa y, quizás, más esencial: el espíritu.
Ese núcleo invisible que no se ve ni se toca, pero que nunca deja de buscar. Y si de búsqueda se habla, no hay mejor imagen que un laberinto. El póster oficial del #23Bogoshorts fue diseñado por Juan Esteban Duque del estudio MOTTIF con el desarrollo conceptual de Jaime E. Manrique, fundador y director del Universo Bogoshorts y representa una poderosa metáfora visual: un laberinto sumergido en el mar, recorrido por un personaje que se interna en sus caminos, acompañado de nubes que a ratos iluminan y a ratos oscurecen el trayecto.
El mar, en esta imagen, no es fondo ni adorno: es parte del laberinto. Sus corrientes representan emociones profundas, memorias invisibles, contradicciones existenciales. Y es justamente en esa profundidad donde habita lo espiritual. No se trata de encontrar una salida, sino de atreverse a entrar, sabiendo que perderse es la única forma de acercarse a la luz.
En el centro, brilla Santa Lucía, símbolo eterno del festival, como una llama que resiste incluso bajo el agua. Una luz que ni el peso del océano puede extinguir. Esa luz representa el deseo, la intuición, el impulso de seguir creyendo en las historias, en el cine colombiano y del mundo, en el arte como refugio y revelación.
Para Jaime E. Manrique “El espíritu es el territorio de lo invisible: el deseo, la fe, el asombro. No buscamos representar algo concreto, sino acompañar esa necesidad de seguir preguntándonos. Esta edición es una invitación a entrar en el laberinto, no para encontrar la salida, sino para encontrarnos en el centro de lo que somos”.
Con esta edición, Bogoshorts culmina un ciclo de tres años donde se ha volcado hacia lo más íntimo: el cuerpo, la mente y el espíritu, no solo como dimensiones humanas, sino como territorios simbólicos desde donde narrar, mirar y sentir el cine. Una trilogía del individuo que ha propuesto una nueva manera de pensar el festival: no como evento, sino como una experiencia transformadora.
Del tatuaje en la piel, al impulso neuronal, y ahora al susurro invisible del espíritu, cada póster ha sido una forma de meditar visualmente sobre qué es Bogoshorts y por qué siguen creyendo en el poder del corto como espejo y como ritual. Este ciclo interior se construyó sobre los pasos de una trilogía previa: el camino hacia la luz, trazado luego de la pandemia.
Hoy, esa luz ha sido interiorizada. Ya no solo buscamos afuera. Nos atrevemos a descender, navegar y perdernos dentro del espíritu, donde la única brújula es la intuición y el deseo de verdad.
El #23Bogoshorts se celebrará del 2 al 9 de diciembre de 2025, y será una edición inolvidable para quienes acepten la invitación a perderse para encontrarse. Además, Bogoshorts anuncia que pronto anunciará las convocatorias del BFM - Bogoshorts Film Market (In Vitro BFM, Incubadora BFM y Flipbook BFM), así como la Convocatoria de Voluntarios desde el 01 de agosto, para quienes quieran sumarse a este viaje interior.