'The Slow Rush', un viaje psicodélico por el paso del tiempo

​Exploramos cada una de las canciones del cuarto álbum de estudio de Tame Impala.
Martes, 19 Octubre, 2021 - 10:38

Por: Nicolás Corredor M.

Uno de los grandes cuestionamientos que se presentaron entre los años 2015 y 2020, era la duda de cuándo se daría ese esperado regreso del proyecto de Kevin Parker, Tame Impala. Todo esto se llegó a dar, en mayor medida, gracias a la gran aceptación que había tenido su disco Currents (2015), posicionándose como uno de los mejores trabajos alternativos, experimentales y psicodélicos de ese año.

Hubo muchas dudas y cuestionamientos a lo largo de esos casi cinco años, rumores que vincularon a Parker con un deseo de no hacer música, así como también con un ideal de juntarlo al lado de otros proyectos, artistas y productores reconocidos de la industria. Pero todo eso cambió en marzo del 2019, cuando Tame Impala lanzó “Patience”: una pieza musical que el mismo Kevin Parker había empezado a compartir a través de sus redes sociales dando un pequeño adelanto de lo que sería el regreso de la banda.

El sencillo era una muestra estridente de música disco, así como también de ese sabor psicodélico que es tan característico de Tame Impala. Por otro lado, se debe resaltar el brillante uso del piano y sintetizadores, los cuales dan un acompañamiento colorido a la lírica que de alguna forma empezaba a incursionar en el tema principal de The Slow Rush (2020), el paso del tiempo.

El viaje que se da en este cuarto álbum de la banda, se centra en gran medida en ese concepto y visión que le damos a la vida, a través del paso del tiempo: lo que hicimos en el pasado, lo que hacemos en el presente y lo que haremos en un futuro. Desde ese panorama, Parker vuelve con un nuevo aire repleto de sonidos electrónicos, muy apegados al pop psicodélico, así como también a ciertos momentos de rock suave. 

Además de ello, es muy curioso pensar que el álbum llegó en un momento en el cual el mundo estaba a las puertas de una pandemia global, en donde este concepto del tiempo tendría un papel central. Es una reflexión interesante que de alguna forma se dio entre el cruce del lanzamiento de un disco y la llegada de un virus que le daría otra mirada a la existencia humana.    

El disco arranca con “One More Year”, un conjunto de sonidos espaciales, coros robóticos y bucles que dan un aire de space pop. Además de ello, en la lírica, nos topamos con un Parker que habla sobre el paso del tiempo y de cada una de las cosas que normalmente dañan el existir de una persona cualquiera. Kevin Parker le recuerda a la gente la idea de vivir la vida al máximo, sin importar los problemas. “Instant Destiny” se centra en el matrimonio, en su significado, permanencia y crecimiento. Esta canción se dio gracias a la boda de Kevin Parker con su esposa Sophie Lawrence. La pieza le da un estridente uso psicodélico a los sintetizadores, así como también a los xilofonos que incorporan junto al canto de Parker.

“Borderline” es una de las piezas más pegajosas del álbum, en donde nos encontramos con un par de teclados que transmiten esa vibra de música disco. Todo eso en medio de una letra que expresa diferentes preguntas existenciales frente al éxito de Parker como artista, así como también a su vida amorosa. “Posthumous Forgiveness” es una sesión larga de seis minutos, en donde nos topamos con dos partes de un solo track. En la primera mitad, Kevin habla sobre su fallecido padre, una persona con la cual no tenía una relación muy estrecha por un divorcio. Por otro lado, esta primera parte tiene muchos momentos golpeados, en donde se denota una pesada línea de bajo.

La segunda parte se alinea a un grupo de sintetizadores, los cuales acompañan a Parker con un ritmo mucho más suave. De esta mitad de la canción, Kevin viaja a través de los bellos recuerdos que tuvo con su padre, extrañandolo con mucho cariño en la actualidad. “Breathe Deeper” es otra de las piezas más jugosas y saludables del álbum, ya que hace una invitación a respirar profundo en los momentos de estrés y negatividad. La canción tiene unos cuantos destellos brillantes de sintetizador y percusión, además de una influencia en artistas como Mariah Carey, The Neptunes y Pharrell Williams. 

“Tomorrow's Dust” le da un trasfondo al tiempo, tema principal de este álbum. La letra habla sobre el paso de los días y el inminente encuentro que estos mismos llegan a tener con el pasado. Por otro lado, la canción presenta un destacable uso de percusión, sintetizadores estridentes y un fragmento de Sophie Lawrence hablando por un teléfono. 

“On Track” es una de las canciones más optimistas de la historia de la banda, una pieza en donde se profundiza la perseverancia y logro de metas. Además de ello, se rescata la construcción que hace el piano frente a los diferentes fragmentos de batería y sintetizadores que envuelven el track. “Lost In Yesterday” es una de las canciones más reconocidas y pegajosas del álbum, en donde Kevin habla sobre la nostalgia como una droga, así como también del deber de dejar ir pensamientos inquietantes de nuestro pasado. Se debe resaltar dos cosas muy atrayentes en este sencillo, el brillante uso de la batería y el suave sintetizador de fondo.  

“Is It True” se centra en el pensar de una persona que cierra su corazón al amor, por miedo a ser lastimado. Un viaje por medio de una pegajosa percusión y la suave voz de Parker. “It Might Be Time” es una encantadora pieza psicodélica, en donde Kevin habla sobre el paso del tiempo, el cambio de las personas y la forma en que todo esto puede afectar a alguien. 

“Glimmer” tiene una vibra de música dance, junto a algunos coros que presenta Parker. Se debe resaltar el hecho de que esta es la canción más corta del álbum. “One More Hour” es el punto final de este disco, la pieza más larga del álbum. A través de algunos riffs de guitarra, Parker vuelve hablar sobre el tiempo y lo que este significara para su futuro en cosas como el amor.

The Slow Rush es un disco que tiene un gran panorama a la hora de explorar el tema del tiempo, por medio de ese estilo psicodélico que maneja Tame Impala en su sonido, así como también en cada una de las letras que empatizan con el existir y logros que espera obtener cualquier ser humano en su vida personal. Parker incursiona en el estancamiento de un pasado y en el futuro esperanzador que quiere alcanzar.