CAPSULA en Altavoz Fest. Imagen tomada del Facebook de Altavoz sitio oficial

¡Altavoz Fest 2016 en la memoria!

Acabamos de vivir una edición más de Altavoz Fest que se quedó en el corazón. Y allí estuvo Radiónica 2 transmitiendo de principio a fin. 
Miércoles, 9 Noviembre, 2016 - 01:56

Por: Sebastián Martínez Pavas

Seguro para la historia de los festivales musicales de Colombia quedará registrada esta versión de Altavoz Fest 2106 como una de las más multitudinarias: 75 mil personas (según cifras oficiales) acudieron los tres días al Aeroparque Juan Pablo II. Y podríamos decir que esto se debió al cartel de bandas que se presentaron el 5, 6 y 7 de noviembre, y que lograron emocionar a tantas personas para que acudieran al festival, muchas más de las que lo habían hecho habitualmente en ediciones pasadas. Pero esas promesas que uno como amante de la música se hace a sí mismo cuando ve la programación se deben materializar. Y eso sólo sucede sobre el escenario.

Sobre esos actos en vivo hay que decir que no decepcionaron. Cada artista que pasó por las tarimas de Altavoz Fest dejó una parte de sí, o mejor, se la regaló al público que los vio y reaccionó ante sus canciones. Y eso que generó es de las cosas más valiosas de los tres días de música que pasaron: pogos gigantes con canciones de Jello Biafra and the Guantanamo School of Medicine, Los Suziox, Antised, Squatters y La Sinfóniska; bailes al ritmo de New York Ska-Jazz Ensemble, Donkristobal, Vía Cerrada, Alex Armes y Mitú; saltos y manos arriba con Afaz Natural y Onyx; movidas de cabeza al unísono de Deicide, Cromlech, No Raza y Daycore; y mosh épicos por cuenta de Municipal Waste, Sworn Enemy, El Verdadero Guerrero y Estado de Coma. Las almas allí presentes se conectaron en una sola alrededor de la música.
 

También hubo espacio para sorprenderse. Propuestas como Cápsula de España - Argentina, Miss Garrison de Chile, Naçao Zumbi de Brasil y Los Espíritus de Argentina fueron escuchadas atentamente por miles de oídos y lograron emocionar lo suficiente para hacer saltar con energía a un público que, en algunos casos, ya había resistido lluvia. Porque, como cada año, agua sí hubo. Y en algunos momentos, como la tarde del sábado, fue tan fuerte que obligó a parar el Festival por poco más de media hora.

Pero la lluvia, que en años anteriores pudo haber sido motivo para no asistir al Festival, este año no influyó mucho. Y para ir un poco más allá, Altavoz Fest en esta edición 2016 volvió a convertirse en un espacio para parchar alrededor de la música, algo que se había perdido en años anteriores, donde muchas personas solo iban un día a ver un par de bandas. Este año las filas volvieron a ser largas, las personas que ingresaban se quedaban hasta el final, conocieron propuestas, se apropiaron del espacio y de las experiencias que se ofrecían allí, y lo más importante, vivieron la música como parte de una experiencia, donde era igual de importante vibrar con las canciones que ya conocían como escuchar atentamente los sonidos que tal vez no tenían en su radar.
 
El festival creció, así como su público también lo hizo. Y se conectaron de nuevo, y ni la lluvia pudo romper ese lazo. Hay buenas noticias para Altavoz Fest. Pero el reto, después de la euforia, es fortalecer esa propuesta, desde lo curatorial y lo conceptual, para que el Festival crezca y se quede por años en el corazón de todos los que asistimos y vibramos con la música en vivo.