Las revelaciones de varias nadadoras británicas que enfrentaron el abuso de sus entrenadores
Recientemente la BBC reveló las acusaciones de varias nadadoras británicas que se remontan a más de una década e incluyen intimidación, vergüenza y abuso emocional por parte de sus entrenadores. Además, estas dejaron ver actos violentos en relación a su cuerpo, salud y autoestima basados en el argumento del rendimiento deportivo.
Phoebe Lenderyou fue una de las atletas que rompió el silencio y dice que sufrió un trastorno alimenticio durante años como resultado de las críticas extremas y los controles de peso ordenados por sus entrenadores de natación. La deportista además le contó al medio mencionado que ella era solo una de las muchas nadadoras que regularmente “se moría de hambre” antes de ser pesada y dijo que los entrenadores frecuentemente asociaban el bajo rendimiento en la piscina al aumento de peso.
En febrero de 2022, esta misma fuente de información evidenció que el club de natación de élite, Ellesmere College Titans de Shropshire cerró sus puertas después de una investigación de más de un año sobre las más de setenta quejas de nadadores que incluían intimidación, vergüenza, abuso emocional y autolesiones.
Desde este momento, otras malas prácticas y abusos en este deporte se han hecho evidentes en este y otros medios de comunicación en varios clubes del país. Estas incluyen abusos como el hecho de que las nadadoras perdieran tanto peso que sus períodos menstruales se detuvieran y una adolescente afirmó que la obligaron a entrenar con una costilla rota para poder continuar con las "sesiones para quemar grasa". Por su parte, un club obligó a las atletas a entrenar durante horas sin tomar agua en los días de pesaje para que la retención de líquidos no afectara su peso.
Lenderyou, por ejemplo, ganó competencias nacionales e internacionales y obtuvo el oro en los Juegos de la Juventud de la Commonwealth en 2011; sin embargo, su relato revela algo muy complejo y es que estos abusos la llevaron poco a poco a obsesionarse con su peso y esto desencadenó cinco años de bulimia, trastornos por atracón y finalmente, el declive y retiro de su carrera.
"Estaba tan sola y muy, muy triste. No podía decirle a nadie lo que estaba pasando y me sentía completamente inútil. No había forma de que pudiera mostrar ninguna debilidad, así que simplemente la oculté”, afirmó.
En los centros de entrenamiento intensivo dirigidos por la organización British Swimming, Lenderyou, también puntualizó que los atletas estaban en la piscina durante cuatro horas, caminaban durante dos y “morían de hambre” antes de los días de pesaje.
Además, reveló que una noche pusieron un pastel de chocolate en la mesa y los nadadores lo devoraron. Luego, un entrenador les dijo que lo habían puesto allí como una prueba y que habían fallado. "Simplemente pensamos, 'Oh, dios mío, somos personas horribles'. Te consumía la culpa, sentías que si te comías una golosina, te impediría llegar a donde querías estar".