La magia de los circos contemporáneos
Los espectáculos de circo contemporáneo vienen apoderándose de Colombia de un tiempo para acá. Varias compañías circenses visitan el país casi mensualmente y enamoran a niños y a grandes en casa presentación. Pero, ¿qué es un circo contemporáneo?
Son actos que combinan las artes circenses tradicionales y técnicas teatrales para transmitir una historia o tema. El show se basa en las acrobacias de los artistas, complementado música interpretada en vivo, así como por la impresionante escenografía y efectos de luces.
Lo chévere de los circos contemporáneos es que estimulan la imaginación, provocan los sentidos y despiertan todo tipo de emociones en todos sus espectáculos. Estos shows ofrecen experiencias que capturan los deseos y recuerdos de sus espectadores, al tiempo que los maravillan, emocionan y transforman.
El más conocido a nivel mundial es el famoso Cirque du Soleil, que con más de 35 años de experiencia y con la finalidad de demostrar que dicho arte va mucho más allá de los actos escénicos que usualmente se realizan con animales. Éste le ha abierto la posibilidad a muchos artistas de montar su circo contemporáneo y viajar por el mundo mostrando su talento, de hecho, la edición de Soda Stéreo: Séptimo Día No Descansaré llegará en pocas semanas al país.
Cirque Farouche estuvo hace poco haciendo una gira por Colombia con su nuevo show y fue un bellísimo espectáculo lleno de muchísimo talento y acrobacias muy chéveres.
En esta ocasión se presentaron con la obra 8 ½, una presentación muy bella que relató la complicidad entre el cine y el circo. Fue como una película de circo en vivo acompañada por una banda de músicos y 25 artistas en el escenario (franceses, italianos, canadienses y por primera vez, 4 jóvenes acróbatas colombianos).
Jeff Odet, director de la compañía y escritor de la obra, creó en 8 ½ una atmósfera onírica inspirada en cintas clásicas que van de Fellini a Bergman pasando por Carol Reed. La banda sonora, original para este espectáculo, fue compuesta por Damien Fleau y es interpretada por cinco músicos en escena.
En el escenario se combinan en todo momento dos espectáculos paralelos, que a pesar de complementarse, tienen autonomía e identidad propia; por un lado el show circense con ramificaciones cinematográficas de Odet, y de otro, la música tocada en vivo compuesta por Damien Fleau. El montaje no cae en ningún momento en la monotonía, dejando sin aliento en todo momento al espectador y a los artistas.
Cirque Farouche ha roto los paradigmas del negocio del circo y se ha adentrado en majestuosos montajes de luces, música, coreografías y teatro. Se ha adaptado a las necesidades del espectador que no consume circo de elefantes y payasos, y que a su vez prefiere estas nuevas puestas en escena que suponen romper con los paradigmas del negocio tradicional.
Y bueno, si un circo contemporáneo llega a su ciudad, no desaprovechen la oportunidad de vivir una aventura gracias a la combinación de luces, música, acrobacias e increíbles presentaciones que los harán vivir una noche inolvidable. Es un plan muy chévere.