Foto por Ken Susi

"Ser rebelde es no dejar que nadie cambie quien eres": Ken Casey de Dropkick Murphys

Hablamos con el bajista y líder de la banda de punk celta acerca de su nuevo disco, la pandemia y la vida en general.
Lunes, 10 Mayo, 2021 - 07:18

Por: Juan Sebastián Barriga Ossa

Desde 1995, Ken Casey ha estado al frente de Dropkick Murphys, banda que tomó la herencia celta de sus integrantes y la unió con la rudeza del punk y la vida en las calles de una ciudad como Boston. El resultado es una enérgica mezcla perfecta para poguear saltando que, a lo largo de su carrera, ha intentado transmitir con su música el orgullo de la clase obrera del mundo. 

Para esta banda la pandemia ha significado un tiempo de mucho movimiento, no solo porque el 30 abril estrenó Turn Up That Dial, su décimo álbum de estudio, sino porque con su Fundación Claddagh, con la que han apoyada diversas causas desde hace más de diez años, se han dedicada a conseguir y dar ayuda a las personas afectadas por el COVID-19 en su ciudad. 

Sonoramente este disco mantiene el toque clásico de la banda. Ritmos irlandeses para cantar en un pub mientras se alzan las cervezas al aire. Pero temáticamente busca sobre todo brindar alegría en un momento en el que no parece haber mucha esperanza. Anécdotas graciosas, como la vez que Mick Jones de The Clash se comió el pudín de uno de los Murphys; historias sobre lo que significa ser rebelde y no callar, y hasta un homenaje a los que ya no están componen este trabajo. 

Para hablar de estos y algunos otros temas relacionados con el nuevo disco de Dropkick Murphys nos contactamos con Ken, quien a sus 50 sigue rockeando como cuando era joven, y a través de la video llamada se muestra sonriente, amable y alegre. 

Esto fue lo que nos contó:

La cuarentena en Colombia empezó justo el día que Dropkick Murphys hizo su primer streaming y para quienes lo vimos fue un momento reconfortante en medio de la incertidumbre. Pero aparte de tocar, la banda también racaudó dinero para apoyar hospitales y fundaciones que dan ayuda durante la pandemia, cuéntame más del trabajo humanitario que la banda ha hecho a lo largo de este año. 

Gracias a la tecnología tienes la posibilidad de tocar para muchas personas y además puedes poner un un botón que dice, dona aquí y es super fácil. Así que sentimos que en nuestras manos teníamos una buena oportunidad de hacer algo bueno. En el momento de ese primer streaming, las cosas empezaron a cerrar y la gente empezó a necesitar comida, así que tuvimos la oportunidad de ayudar, darle algo a la comunidad y proveer refugio para las personas que no lo necesitaban. 

El trabajo caritativo ha sido algo importante a lo largo de toda la carrera de Dropkick Murphys. Algunas veces estar en una banda se siente como algo egoísta, porque es tan buen trabajo y es tan privilegiado, que hacer este tipo de acciones se siente como igualar las cosas. Esa es nuestra forma de retribuir por el regalo tan increíble que hemos recibido. 

Es muy interesante ese impulso de dar algo de vuelta y siento que ese pensamiento está muy relacionado con lo DIY. Ahora hay mucha gente que quiere ayudar, pero no sabe cómo empezar, ¿qué consejo les darías? 

Es algo complejo cuando hablas de dar dinero porque muchas veces pasa que las organizaciones de caridad tienen directores con grandes salarios. Cuando nosotros empezamos nuestra fundación, el objetivo desde el principio fue recaudar dinero que fuera directo ayudar a fundaciones y colectivos que no tienen fondos. Para nosotros es vital apoyar estos proyectos en los que el dinero va directo a las personas y no se usa para pagar una oficina linda. 

En Estados Unidos puedes buscar estas organizaciones que de verdad necesitan de ayuda en Internet y estoy seguro que en Colombia puedes hacer lo mismo. Pero para nosotros en verdad lo más importante y emocionante de esto es que hemos tenido la oportunidad de pedirle a la gente que de tiempo y no dinero. Pues si tienes un trabajo es más fácil hacer un cheque, que donar todo un día para trabajar por una causa. Yo personalmente me siento mucho más inspirado por la gente que está dispuesta a donar su tiempo. Así que si no tienes el dinero para donar, anda y ayuda de alguna forma. No hay nada más especial que donar tu tiempo. 

¿Cómo diáloga esto con el rock?

Tú mencionas lo DIY y eso es cuidarnos los unos a los otros. Para hacer la analogía con la música, es no depender del gran sello disquero que venga y arregle las cosas, o esperar que el gobierno venga y solucione todo. Es más bien cuidar con tus propios medios a las personas de tu comunidad. Para la banda es hacer las cosas y crear una base de fanáticos que te apoyen porque aman, no porque te escucharon en la radio. Estoy de acuerdo que hay muchas analogías entre el trabajo social y el aspecto DIY del punk. 

Hablemos del nuevo disco. Su anterior trabajo, 11 Short Stories of Pain & Glory (2017), era un álbum que hablaba más de las luchas del día a día, pero este trabajo trata más de pasarla bien. Cuéntame acerca de los temas de Turn Up That Dial.

Siento que los discos de Dropkick Murphys tratan acerca de la vida, la cual algunas veces es una lucha y a veces es una fiesta. A veces ríes, a veces lloras. A veces peleas, a veces pides perdón. No confien en una banda que es una sola cosa porque probablemente lo están inventado. Nosotros escribimos desde el corazón y algunas veces nos sentimos de distintas formas. En este álbum, creo que queríamos convencernos a nosotros mismos. Es muy fácil ir a un lugar muy oscuro durante la pandemia y siento que este álbum nos salvó y nos motivó a esforzarnos para ser positivos. Espero que cuando la gente lo escuche, tenga el mismo efecto en ellos. 

 

 

Este año también están celebrando 25 años de música. Ken es el único que está desde el inicio y cuando empezaste estabas en tus 20: eras joven y salvaje y eso se siente en el primer disco, Do or Die (1998), que es muy crudo. Ahora que ya eres mayor y eres padre, ¿cómo es el acercamiento a la música? ¿Es distinto o es el mismo espíritu salvaje?

Creo que es el mismo. A mis 50 estoy en un lugar distinto que a mis 20, pero creo que que si después de diez álbumes seguimos escribiendo como en Do or Die, la gente probablemente dirá: "Estos tipos necesitan crecer". Aún así seguimos siendo las mismas personas, así haya un cambio, no tan grande, seguimos siendo quienes somos. Ahora, definitivamente tenemos diferentes perspectivas en la vida. 

Este disco y en general la carrera de la banda, se ha centrado en ser rebelde. Para Dropkick Murphys, en una época tan compleja como esta, ¿qué significa ser un rebelde?

Para mí es hablar por tus opiniones, hablar por lo que es correcto, defender a las personas que no pueden defenderse y no es dejar que nadie te diga cómo debes pensar o cómo te debes comportar. Pero hay un lado opuesto, porque si tus opiniones son locas hay que tener cuidado, sobre todo cuando hablamos de internet, donde hay un montón de personas que tienen unas visiones muy distorsionadas del mundo. Pero cuando yo hablo de ser un rebelde es básicamente no dejar que nadie cambie quien eres. 

En 2017, cuando la banda visitó Colombia, tuvimos la oportunidad de hablar. En ese entonces mencionaste que en Estados Unidos había una crisis dentro la clase trabajadora, la cual se encontraba peleando contra sí misma. Con todo lo que ha pasado en estos últimos años, ¿esa crisis ha empeorado o a menguado?

Está mucho peor. En Estados Unidos solía haber  trabajos sindicalizados estables, sólidos y bien pagados, pero los sindicatos cada vez están más debilitados. Ahora la gente tiene que tener tres o cuatro trabajos y ninguno les da seguro médico o alguna garantía. Los estadounidenses están luchando por un Estado que te garantice el derecho al trabajo, en vez de luchar por un Estado donde los sindicatos estén fortalecidos y unidos y te garanticen el derecho al trabajo digno. La clase trabajadora está discutiendo consigo misma por diferencias salariales de dos dólares, mientras que Amazon, Uber o cualquiera de estas empresas, está ganando billones de dólares. Entonces por qué nuestra ira no está en contra de esta gente, en vez de pelear entre nosotros. No lo entiendo, pero sé que esa división fue creada por las personas que están ganando todo el dinero. 

En este contexto tan complejo que estamos viendo, ¿qué papel juega el arte?

Yo siempre he dicho que algo que me enorgullece de Dropkick Murphys es que contamos historias, a veces damos opiniones, pero no en un modo que busque dividir. Nunca me verás apuntando con el dedo y gritando: "mi modo es el correcto y el tuyo no". Cuando eso pasa la gente no querrá escucharte. Opino que cuando tienes una discusión educada logras direccionar a la gente hacia una mejor forma de pensar. En el mundo de ahora, cuando ves los medios, lo único que escuchas es: "Lo que yo digo es lo correcto, tú opinión no importa, estás mal". Y eso solo crea más división. 

El 1 de mayo, para celebrar el día del trabajo, hicieron un streaming que además es el cuarto desde que empezó la pandemia, ¿cómo ha sido la experiencia de tocar de esta forma?

Definitivamente hay trabajar más duro para mantener la energía arriba, porque no tienes el la energía del público para alimentarte. A pesar de que no recibes esa respuesta inmediata, tocas sabiendo que la gente está mirando y tienes que esforzarse aún más. Y no lo digo como algo negativo, de alguna forma tenemos una obligación de darle a la gente un show y alegrarlos por 90 minutos. Eso da una sensación de que hay un motivo más grande que hacer solo un concierto, porque la gente puede ser que está encerrada en sus casas, sin nada más que hacer a parte de mirar cosas, así que sentimos que necesitamos ser aún más buenos.

¿Qué ha sido lo mejor de dedicarle la vida a la música?

La conexión que logras hacer con las personas. Además puedes viajar por el mundo, cuando hicimos Do Or Die ni siquiera habíamos salido de Nueva Inglaterra. Ahora puedes vivir otras culturas y darte de cuenta de lo parecidos que somos sin importar quién eres o dónde estás y eso ha generado un efecto magnífico en nuestras personalidades. Pero lo verdaderamente inspirador de dedicarle tu vida a la música es el hecho de que puedes conectarte con personas de una manera tan increíble que no necesitas ni hablar el mismo idioma.