Foto: Dinko Manute

¿Por qué los músicos de Quibdó no quieren tocar sus instrumentos?

La Operación Silencio es el nombre de esta protesta gestada por los músicos de Quibdó.
Viernes, 20 Septiembre, 2019 - 04:58

Por: Nadia Orozco Moncada

Los músicos en Quibdó decidieron no tocar sus instrumentos en el marco de una de las fiestas más importantes de la región. Hablamos con uno de los representantes del paro para entender el origen de esta Operación Silencio.

Cuenta la historia que un 4 de octubre de 1648 un monje franciscano hizo una procesión en canoas siguiendo la ruta del Río Atrato, desde entonces las fiestas patronales de “San pacho”, como se le llama de cariño a San Francisco de Asís, se han convertido en una tradición infaltable con más de 300 años de historia, decretada, además, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El 20 de septiembre de cada año es el día en que inicia la celebración y va hasta el 5 de octubre; eventos como la alborada, la balsada, los desfiles de disfraces, las procesiones o la misa campal nutren el ocupado calendario de actividades que se llevan a cabo en los doce barrios de Quibdó: Tomás Pérez, Kennedy, Las Margaritas, La Esmeralda, Cristo Rey, El Silencio, Cesar Conto, Roma, Pandeyuca, Yesquita, Yesca Grande y Alameda Reyes.

Pero las fiestas de San Pacho no serían lo mismo sin los ecos de las chirimías y las músicas tradicionales del Pacífico atravesando cada una de los eventos y haciendo los extensos recorridos; la música ha tenido desde hace muchos años un papel estelar que honra el sentir de los quibdoseños y que aviva los anhelos de festejo. Por eso esbozar una fiesta de San Pacho sin la participación de músicos, intérpretes y agrupaciones, es por lo menos absurdo.

Por esa razón la movilización, bautizada como “Operación silencio”, que adelanta un grupo de músicos en Quibdó para no tocar sus instrumentos durante la festividad tiene en alerta a la ciudad. ¿Por qué los músicos no quieren tocar en las fiestas de San Pacho?, ¿qué están reclamando?, ¿cuál es la solución?

Hablamos con Dinko Manute, cantante chocoano, líder de la agrupación Rancho Aparte y miembro del gremio de artistas tradicionales del Chocó, para despejar todos los interrogantes sobre la situación.

Video de: Talento Chocoano

¿Por qué se da esta Operación Silencio en el comienzo de las fiestas de San Pacho?

Nosotros comenzamos esta lucha y esta unión en pro de generar el gremio de músicos del Chocó, buscando resolver una serie de inconformidades que se han venido generando en nuestro gremio y en el departamento para con los músicos. No solo en las festividades de San Pacho, sino en las diferentes actividades musicales que se realizan en el departamento del Chocó.

Hablemos puntualmente de esas inconformidades

Acá una agrupación para ser contratada tiene que hacer política o estar metida en cuestiones de alcaldías y  gobernaciones, para que puedan ser tenidos en cuenta, entonces el talento pasa a un segundo plano; eso es lo primero que nos invita a agremiarnos. En segundo lugar, viene la Operación silencio, que es una movilización que se genera por las inconformidades y atropellos por parte de la fundación fiesta franciscana. Desde que esta asumió a ultranza el control de las fiestas franciscanas de Quibdó, que antes era una fiesta comunitaria, comenzó  el viacrucis de los músicos. 

Ahí nosotros hemos estado luchando contra diferentes inconformidades, por ejemplo el tema de los pagos. Nos tocó escuchar a una presidenta de un barrió decir que ella no pagaba más de $300.000 por una chirimía y que si los músicos no aceptaban ella buscaba a alguien más que si lo hiciera. Estamos hablando de grupos de chirimía compuestos por cinco o seis integrantes, haciendo un recorrido de más de seis horas, expuestos a de lluvia, polvo, de gente que te cae encima, a todo lo que pasa en estos recorridos. Esa fue la gota que derramó la copa y lo que nos llevó a movilizarnos en primera medida.

¿Cómo se le da forma a esta manifestación silenciosa?

Los que comenzamos con la agremiación nos reunimos y decidimos actuar. Dijimos: “bueno, como no somos importantes para las fiestas y somos la última inversión del rubro de la fundación porque la prioridad está en gastos como los disfraces y la pólvora, no vamos a tocar los instrumentos, que hagan la fiesta sin nosotros” y ahí se creó la Operación Silencio.

¿Qué están pidiendo ustedes, los músicos tradicionales, para levantar la Operación Silencio?

Proponemos reestructura del pago para un grupo de chirimía (compuesto por 5 o 6 integrantes), que el pago mínimo sea de $700.000; nuestra segunda petición es que se incluya a un representante de nuestra colectividad en la junta directiva de la Fundación Fiesta Franciscana, que es donde se toman las decisiones; también exigimos la modificación de los estatutos de la Fundación,  con el fin de que una persona no se pueda perpetuar en la dirección de esta y por último pedimos la presencia de una chirimía en todas las tarimas del festival.

Hubo una reunión entre representantes del gremio de músicos y la  fundación. ¿Lograron llegar a algún acuerdo?

Nuestros representantes lograron establecer una tarifa de mínimo $600.000 por agrupación. No es un precio estándar porque el precio varía de acuerdo a la trayectoria de cada agrupación. También accedieron a que ingrese un representante y teniendo este representante podemos participar en la modificación de dichos estatutos. En el tema de la participación de una chirimía en todas las tarimas, el acuerdo suscribe que se acepta tener una chirimía típica en el concierto de apertura.

Si se lograron pactos de acuerdo a sus peticiones ¿por qué continúa la protesta?

Aceptamos todo lo que nuestros representantes pactaron, pero en el acuerdo dice que todo esto va a pasar a finales del 2019 y no para este San Pacho. Entonces lo que estamos pidiendo ahora es una rectificación, que se especifique la fecha de iniciación del proceso, que se cite a una asamblea para este fin. Además queremos que las chirimías no solo estén en el concierto de apertura, sino en todas las tarimas y necesitamos saber de cuánto será el honorario para esas agrupaciones, porque debe ser pactado.

¿Cuál será el paso a seguir si no se hace la rectificación que ustedes piden?

En un comunicado que emitimos, con todo lo que acabo de contar, le decimos a la fundación que no consideramos en firme el acuerdo hasta que las chirimías no constaten que se les respetó el acuerdo de pago por mínimo $600,000. No vamos a tocar hasta que se realicen las rectificaciones y si bien suspendimos la Operación Silencio, esperamos hasta el 21 de septiembre a las 2:00 pm para que ellos se manifiesten, expongan sus motivos y expresen su disposición. Si eso no ocurre la Operación Silencio se mantiene durante las fiestas.

¿Por qué el papel de los músicos es esencial en las Fiestas de San Pacho?

Las fiestas  de San Pacho se desarrollan en base a la música, hay música en absolutamente todas las actividades. Para darte un ejemplo de la importancia de los músicos: muchas veces toca mover el santo del barrio a la iglesia, y el santo no se puede mover sin música; puede ir sin gente, pero no  puede ir sin la chirimía, el santo no puede ir en silencio. Es así la tradición y de ahí en adelante no hay una sola actividad, ni las misas, que no lleven música.

Esta historia de los músicos mal pagados no es nueva, ni pasa solo en Quibdó. ¿Cómo ve usted la situación de los músicos mayores en Chocó?

Eso es lo más triste que nos sucede, es una de las cosas que nos movieron a hacer la agremiación. Nosotros tenemos un compañero contemporáneo que tuvo una enfermedad y está perdiendo la visión, nos tocó hacer una huelga frente a la EPS para que se trasladara a Medellín y no perdiera la vista. Ahora bien, el es una persona joven, cómo serán nuestros maestros muriendo en la miseria.

No tienen nada que dejarle a su familia, nada más que aplausos y felicitaciones. Esta generación es la que tiene la oportunidad de darle un giro a esta historia y hay muchas personas que estamos dispuestas a darlo todo; yo he dicho a todos los medios “no tengo nada que perder”, todo lo he conseguido con la música, trabajándola con dignidad. Siento que es hora de devolverle  algo a la generación que viene y si no se puede dejar un centro de cultura al menos dejarles dignidad y las ganas de pelear por lo suyo.

En el caso de las generaciones más jóvenes ¿Cómo repercute esta situación en el interés de ellos por dedicarse a la música tradicional?

Hace un año teníamos más de 350 niños y adolescente en nuestra escuela, hoy todos quieren ser djs. Lo que pasa es que la música tradicional está en nuestra sangre y siempre salen chicos con ganas de darle continuidad a este legado, es por eso que estamos luchando, por la protección de esto que viene. Lo que nosotros queremos protegerlos, ellos son la base de esta lucha.