‘Gagarine’, la primera película del dúo de directores, Fanny Liatard y Jérémy Trouilh

Hablamos con dos de los directores seleccionados del Festival de Cannes 2020.
Martes, 30 Noviembre, 2021 - 02:03

Por: Nicolás Corredor M.

Durante la pasada edición del Bogotá International Film Festival BIFF, tuvimos la oportunidad de explorar nuevos talentos de la cinematografía francesa, quienes además, gracias a su obra fueron seleccionados en Cannes durante el 2020. 

Charlamos con el dúo de directores, Fanny Liatard y Jérémy Trouilh, dos jóvenes talentos que se conocieron durante sus estudios universitarios en Francia. A partir de ese momento y después de un montón de vivencias que ambos llegaron a tener en sus respectivas vidas, Fanny y Jérémy, tomaron la decisión de emprender en el mundo de los cortos documentales, donde han explorado diferentes terrenos y poblaciones que en muchas ocasiones la sociedad francesa ha dejado de lado. 

De esa misma inspiración y gracias al reconocimiento de su trabajo, ambos tuvieron la oportunidad de dirigir su primera película, Gagarine (2020). Una historia que se centra en Youri, un joven que sueña con ser astronauta y que hará todo lo posible por salvar su edificio, hogar y comunidad, el cual ha sido amenazado con una inminente demolición por parte de la sociedad que lo rodea. 

La selección de esta película se dio durante los tiempos de la pandemia, cuando Jérémy se encontraba con su familia en un bosque al sur de Francia, mientras que Fanny pasaba su encierro en estado de embarazo. Desde esa noticia, han tenido la oportunidad de recorrer diferentes lugares del mundo, donde han presentado y comentado todo el proceso de realizar su ópera prima.  

¿Cómo surgió la idea de hacer esta película?

Con Jérémy tenemos una amistad desde nuestro primer año de universidad en Francia, en donde no estudiamos Cine, sino Ciencias Políticas. Tomó tiempo el darse cuenta que queríamos hacer películas y no sabíamos por dónde arrancar. Todo eso cambió cuando tuvimos un encuentro con el edificio y el barrio Gagarine, el cual queda a las afueras de París. Unos amigos arquitectos nos invitaron a este lugar para hacer retratos documentales, sobre todo desde el punto de vista de los habitantes frente a la inminente demolición de esta zona. 

Nos enamoramos de este lugar y esa historia tan impresionante. Encontramos algo muy bello en esa existencia de 50 años de un edificio. Amamos su estructura de color rojo y su parecido a una nave espacial. Por otro lado, nos tocaron las historias de la gente y su mismo legado. Había abuelos que llegaron al edificio, los cuales tuvieron hijos y así respectivamente. 

A los pocos días de la demolición del lugar, tuvimos la oportunidad de ganar un concurso de guiones, el cual nos permitió hacer un cortometraje de 15 minutos, en donde mostramos los primeros pasos de esta historia en un formato mucho más corto. Dos productoras lo miraron, entablamos una relación y empezamos a construir el guión de la película.

¿Cómo se dieron cuenta que un joven el cual está en busca de su camino en la vida, tenía que ser el protagonista de esta historia?

Al principio tuvimos esta reflexión de hablar de cómo crecer y tener guardados algunos sueños de niño. Youri se desarrolla a través de este lugar y pantallas, por medio de una comunidad que le dio mucho amor y crecimiento. El mismo edificio le brindó bienestar, nombre e indiferencia hacia los estereotipos que la comunidad francesa pueda creer de los jóvenes. Ellos tienen las llaves del futuro, ideas y una cultura muy interesante.

¿Cómo les fue en esta experiencia de crear su primera película?

Tuvimos bastante suerte, ya que empezamos por un corto que nos dio paso a unas productoras con quienes íbamos a trabajar. Ellos nos dieron su confianza y nosotros seguimos aprendiendo sobre el mundo del cine.

Fue una experiencia muy diferente a los cortos que ya habíamos realizado, ya que estos últimos los habíamos construido rápidamente y sin mayor elaboración de la dramaturgia. Además de ello, los sacamos adelante con menos dinero. Intentamos cosas y trabajamos con actores que eran habitantes de estos barrios por los cuales pasamos. Empezamos a entablar relaciones con profesionales en diferentes áreas y demás cosas que se dieron en el camino.

Algo que me llama mucho la atención de la película, es la motivación de su protagonista, ¿por qué de todas las metas e ilusiones que puede tener un humano en su vida, tomaron la decisión de centrarse en una persona que quiere ser astronauta?

Porque todos hemos soñado con ir a las estrellas. Es una meta que cualquier persona puede tener en su infancia, a la hora de elevar la cabeza y notar lo que hay en el cielo. Nuestra película habla del espacio en diferentes sentidos. Por un lado, exploramos una ciudad en Francia, en donde las zonas periféricas están llenas de personas con menos recursos. 

Además de ello, queríamos crear un vínculo con un lugar tan inmenso y lleno de posibilidades. Eso le da una dimensión realista al hecho de explorar un barrio popular. Todo lo relacionado con esta gente y sus historias en la zona donde habitan.

Hablemos un poco de los personajes secundarios de la película, ¿Cómo llegaron a la historia, están inspirados en amigos o cercanos?

La mayoría de los personajes secundarios están inspirados en muchas personas que nos encontramos en la vida. Por ejemplo, Fari, se inspira en una mujer que conocimos durante la grabación de nuestro segundo cortometraje en otro barrio popular. Ella ha vivido este viaje forzado de migración desde Irán hasta Francia. Después de todo ello, se acogió en un barrio popular que ha sido su casa durante décadas. Por otro lado, ella se ha involucrado tanto en este lugar, que en este momento se ha convertido en una figura del mismo.

Le pedimos permiso para escribir este personaje. Recuerdo mucho una parte del guión, cuando Fari cuenta su historia de migración y nuestra amiga estuvo de acuerdo con dar a conocer esa parte tan íntima de ella. Por otro lado, Diana viene directamente de una comunidad romana, la cual nos parecía muy necesaria de enseñar. Ella está inspirada en muchas de los jóvenes que hemos conocido en esa favela. También nos parecía importante exponer personajes como Dali, su historia como el dealer del lugar. Mirar toda la complejidad que lo rodea. 

Por otro lado, la mayor parte de las caras que ves en papeles menores y cuando la gente se reúne para decirle adiós al edificio. Todos y cada uno de ellos son habitantes de este lugar. Amamos a estos personajes, sobre todo por el hecho de ser planetas que giran alrededor de Youri, su viaje y desarrollo.  

¿Por qué la película se alió mucho al tema de la esperanza?

Se acerca mucho a lo que comentábamos antes, la experiencia en este tipo de lugares, a través de los medios de comunicación o en el mismo cine, donde poca esperanza se encuentra. Es algo muy duro y pesimista. Por esa razón, creemos que es necesario señalar que sí hay esperanza. Es algo que está muy presente en la gente, sobre todo en los que habitan este tipo de zonas en Francia.