C. Tangana: disertaciones sobre cómo perdurar en el tiempo

Desde su casa en España, aún en confinamiento, hablamos con C. Tangana.
Viernes, 5 Junio, 2020 - 12:48

Por: Nadia Orozco Moncada

 

En el 2017 Antón Álvarez, conocido como C. Tangana, lanzó “Ídolo” su álbum debut como solista tras una carrera cimentada en el rap. Con ese disco levantó ampollas de quienes no podían asimilar su brinco del rap y el underground español al mainstream global y a una aglomeración de sonidos que iban desde el trap, el dancehall, el dembow o el r&b.

Ese año los medios más importantes de su país, España, lo catalogaron como el “Ídolo musical del año” y claro, una buena parte tenía que ver con su sonido, pero otro buen porcentaje se debía a todo el trabajo artístico que él y su equipo moldearon como arcilla para dar con un personaje que de alguna u otra forma se convirtiera en un objeto de deseo, al que se ama o se odia.

En sus redes sociales, fotos, videos y claro, en las letras de sus canciones, Tangana dio a conocer un personaje hedonista, con sed de fama, de éxito y otras tantas características que no siempre caen bien; pero por otro lado, otras de sus canciones planteaban un discurso irónico de ese Ídolo, de la oscuridad, la soledad, llegándose incluso a comparar con una empresa. Le vendió a sus oyentes una dualidad, un doble relato de lo que significa ser un ícono y esa fórmula resultó ser un éxito contundente que abrió una profunda cavidad en el mainstream español, por donde otros raperos pudieron pasar; mientras que él se convirtió en portavoz de su propio fenómeno en el mundo.

Desde ese álbum han pasado giras, colaboraciones con artistas urbanos de renombre, riñas con raperos, exploraciones en las músicas tradicionales de otros países, el apogeo de “Malamente”, la canción que coescribió con Rosalía y marcó un antes y un después para la artista; discos de oro para canciones como "Bien Duro" y en general una carrera vertiginosa, que si bien se ha mantenido, también ha mutado.

A pocos meses de cumplir 30 años, C. Tangana estrena un nuevo EP titulado "Bien: (". Y a grandes rasgos se vislumbra como la alteración de ese ídolo inicial, incluyendo “Nunca estoy”, una canción donde habla desde el punto de vista de una mujer y se lee como un puente entre todo lo que hizo y lo que se viene.

Hablamos con él sobre la cuarentena en España, la deconstrucción del ídolo, la creación de personajes en sus canciones y otras reflexiones sobre el futuro.


¿Cómo estás con toda la situación?

Pues para como están las cosas, bastante bien. Para la situación en que estamos, no me ha pillado mal, estoy en Madrid. Así que bien. De momento el tema de conciertos es algo que hay que replantear totalmente, supongo que vamos a tener que usar la creatividad para solventar la situación y dar otra respuesta. Es preocupante el tema con la gente que trabaja alrededor de la música, tengo muchos colegas técnicos y al final pues su especialización es en estos eventos y ahora no hay nada, entonces es bastante difícil.

¿Cómo funcionan en España las políticas culturales con respecto a la crisis? ¿Hay alivios?

Ahora mismo hay políticas culturales y ayudas para la cultura, pero por ejemplo a los técnicos los han dejado fuera de todas estas ayudas. Son para grande instituciones por decirlo así, y están puestas más para inversores y este tipo de personas, o fundaciones. Toda la gente alrededor de los shows, las personas que llevan años dedicados a ser técnicos, los que viven del directo, son los que más ayuda necesitan ahora. 

Hay un término en el trap que es “josear” y significa buscarse la vida. Hoy, con toda la crisis, seguro que es la situación de muchos. ¿Cómo llevas el joseo?

Yo lo veo como una forma de vida. ¿Quién me iba a decir que mi música iba a llegar al sitio donde está ahora? Uno viene de un punto que indica que no lo vas a conseguir y esa hambre, esa ambición, echarle tiempo y creer en ti mismo, te lleva a donde estás. Ahora mismo estoy en un momento de mi carrera donde me planteo otras cosas, me lo planteo a otro nivel, pero con la misma mentalidad de seguir buscando las vueltas. En España hay una expresión que es “sacarse las castañas del fuego” que es cuando pones las manos a la obra para hacerte lo tuyo y toda la vida vamos a estar así.

Cuando sacaste Ídolo en el 2018 hablabas de la construcción de un personaje con un lenguaje y una estética particular; este nuevo EP plantea un nueva narración ¿Estamos ante la deconstrucción de ese ídolo?

Lo que creo que sucede es que siempre hay parte de ti y de tu intuición. En este EP las emociones que pongo, los sentimientos o la parte que quiero mostrar, no tiene que ver con la parte de artista, no es nada que alguien no pueda entender a pie de calle. No hace falta tener una vida como la mía para simpatizar con lo que cuento ahí. Y sí, parece que no tiene que ver tanto con ese “ídolo”, con esas historias que tenían que ver con superación, con cómo llegar a tener lo que ahora tengo, ya eso no me interesa. "Nunca estoy" es una canción que le afecta a todo el mundo, incluso a las personas que están viviendo la cuarentena


En el caso de los libros, por ejemplo, un autor o autora pueden elegir tomar la voz de personajes sin importar el género. En el caso de “Nunca estoy” una de las cosas que más llamaron la atención fue que hubieras elegido hablar desde la voz de una mujer. ¿Por qué esta herramienta se ve como una rareza?

Sí, no sé porqué sucede pero es cierto que pasa. Creo que no es tan habitual y ha habido casos en la historia de la música en que hay chicos cantando en voz de chica y viceversa. Yo también me lo pregunto y no tengo respuesta. También te digo que a mí me sorprendió; hubo un momento en el estudio que yo estaba con Cristián (Alizzz, su productor) y le preguntaba: "¿crees que una chica podría cantar esto? ¿Qué chica puede empatizar con esto?" Y él me decía “que cantes en femenino es algo que nunca había hecho, es sorprendente”. Me di cuenta en el estudio que sí, que la quería sacar.

Pero sigue habiendo una posición dominante del hombre, hay más cultura generada para que el hombre sea el que mande y la mujer se acostumbre a vivir dentro de esos universos. No creo que esta canción hubiese sido tan noticiosa si una mujer hubiera puesto la voz de hombre. Sigo pensando que es una tontería, una barrera que es una especie de telaraña, que una vez todo la rompes todo el mundo empieza a empatizar. Ha sido mi canción más exitosa en mi primer mes… son tonterías que se irán normalizando.

¿Cómo se tejió el relato de una mujer que hace ciertos reclamos a raíz de la ausencia del otro?

Básicamente está basado en un montón de cosas que me han dicho distintas mujeres a lo largo de mi vida: desde amigas, parejas e incluso mi madre. Por ejemplo, esta idea de “Todo lo que sé de ti es lo que sale en las redes si escribo tu nombre” es un típico reclamo de mi madre; es algo que siempre me achaca cuando llevo mucho tiempo sin llamarla; entonces me dice que para saber en qué país estoy le toca meterse a mi Instagram a ver dónde estoy y me dice "¿A ti te parece esto?". Hay varias cosas de muchas mujeres y con eso he intentado hacer un discurso total, que a la final parezca el de una sola mujer.

 

La parte de la canción que dice “Me he quedado flaquita de esperarte tanto” resulta muy fuerte ¿no?

Sí, esa es muy triste. Literalmente eso me lo dijo una pareja. Yo le estaba diciendo que a ella no le afectaban tanto las cosas y le echaba en cara diciéndole que todo estaba bien y me respondía: “Que yo no te diga nada no quiere decir que no me esté afectando, ha cambiado mi vida y mira como me estoy quedando, he perdido 10 kilos por tu culpa”. Era una forma de decir que no me lo estaba diciendo, pero que sí había cambiado su comportamiento.

¿Meterte en otro personaje y ver la otra cara de la moneda, cambió de alguna manera tu percepción sobre el amor o las relaciones en general?

Cada vez que hago una canción y escribo sobre algo, me obliga a aprender; estar escribiendo te obliga a pensar sobre ello. Este caso concreto, en que intento buscar lo que me dicen, me ha dado una perspectiva de lo que me están intentando decir sobre cómo me relaciono con la gente y sí es un ejercicio que me ha servido. En la canción el discurso está enfocado en la pareja, pero de fondo también hay cosas que hago mal con mis amigos y amigas, la atención que presto a las relaciones; por ejemplo, pretendo no llamar en dos meses y que luego todo esté como si nada… eso es muy típico de mí. Haciendo canciones te obligas a reflexionar.

Tu personaje ha sido planteado desde una visión de marketing y casi también como un proyecto editorial con objetivos muy claros. ¿Cómo se replantea o transforma ese proyecto/producto de acuerdo al público, a un nuevo contexto?

Hace cuatro o cinco años tenía que bregar mucho para mantener a flote y para que mi carrera tuviera un futuro claro, para que fuera estable. Ya no siento esa necesidad, estoy establecido y tranquilo económicamente y no tengo esa ansiedad de cuando tenía 18 años de tener que coger cualquier trabajo para sobrevivir. Ahora todas mis preocupaciones están más pensadas a largo plazo, en qué es lo que voy a dejar. No estoy pensando en cómo me ven ahora, cuál es mi público objetivo o cómo hacer para que las nuevas generaciones sigan enganchadas al proyecto; estoy dejando eso y me estoy preocupando por algo más difícil y es cómo hacer que en 50 años, o cuando yo me haya muerto, lo que haga tenga un eco. Al final eso es pensar en un target y en que se sigue haciendo una especie de marketing de lo que haces, pero es mucho más complicado.

Englobar a unas personas que tienen ahora mismo entre los 15 y 19 años para pensar un proyecto con futuro es fácil, porque hay tendencias, educación, contexto social; pero pensar en la eternidad en España y cómo dejar tu huella es mucho más difícil. No te digo que vaya a ser Mozart, pero sí quiero hacer algo que realmente cale en la cultura de alguna forma ¿me entiendes? Y que cuando yo me vaya, hayan chavales que les influencie y les inspire lo que he hecho.r

Justo ponías en tu Instagram una pregunta y es que cómo le gustaría a la gente que terminaras tu carrera…

Es una pregunta habitual en mí. Yo toda mi carrera he sido muy escapista, siempre que hago algo bien me intento escapar. En el rap empecé con 16 años y me escapé, siempre que me han encasillado me he intentando ir y buscar otras salidas. En el último video que sacamos hay una especie de simulación animada de cómo sería mi yo mayor, como al final de mi carrera y es un final que no me gustaría que pasara. Esa es una pregunta que siempre me hago y creo que no es tan normal que en el pop la gente se haga esas preguntas; ninguna disquera quiere que el artista que va a ser el próximo artista líder de los tops 10 y las canciones virales, se pregunte eso… le dirían “no hables de eso, solo vale el tiempo presente; piensa en cómo molas ahora y hazte unas flexiones, para que todo el mundo vea que estás guapo, no piensas en el final de tu carrera, eso es feo”. 

Me parece importante pensar en eso porque son cosas que todo el mundo se pregunta, Maluma, J Balvin o Daddy Yankee seguro piensan en eso hace años, es una pregunta recurrente de alguien que le va bien y a eso me gusta prestarle atención.

 

Estar en la tendencia también es tener incertidumbre, es tener la pregunta recurrente de qué va a pasar cuando ya no estés en ese lugar, en la cima...

Esto que hablábamos sobre la diferencias del Ídolo y este EP puede ser esta. Con ese álbum había una lucha por la permanencia, por la tendencia, estar en la ola y esto ahora empieza a ir por otro lado. La pregunta es por otras cosas que no tienen que ver con estar presente y claro, da miedo bajarte de ahí, porque es el mejor momento de mi carrera, me escucha gente del mundo, si no fuera por el COVID estaría en una gira internacional y realmente da temor dejar de pensar en cómo mantenerse; pero también me da mucho gusto salirme de ahí y pensar qué cosas hacer que sean interesantes en 20 años. Yo no creo que los 50 temas de reggaetón, que son número uno al año y todos escuchamos 100 veces, vayan a ser lo que todo el mundo va a escuchar y va a formar a los nuevos músicos; quizás algunas canciones pero seguramente no todas.

Desde canciones como "Un veneno" o "Mala Mujer" se escuchaba esa exploración por sonidos latinoamericanos e incluso hiciste un viaje a Cuba producto de esas búsquedas, ¿hay planes de seguir explorando esas vías?

No había dicho nunca esto abiertamente, pero hay toda una vía de esto en la música que se viene y creo que este EP es un enlace entre lo que había hecho hasta ahora y esa pequeña vía que había abierto con "Un veneno" o "Mala Mujer". Llevo un año trabajando en temas así, yendo a Cuba a trabajar con músicos de allá y en todos mis viajes a México, Colombia o Dominicana, me he empapado de músicas folclóricas y tradicionales. Hay un disco duro entero de C. Tangana que está lleno de esa exploración; me hace mucha ilusión y estoy seguro que dentro de poco compartiré.

Con facilidad has caminado en los terrenos de lo comercial, pero también de lo underground y eso te ha llevado a ver la foto entera de muchas escenas musicales ¿En el caso de Colombia, cuáles son las reflexiones alrededor de todo el panorama musical?

Creo que como todos los países está en esa doble vía. Hay mucho folclore a nivel musical que se nota y se mantiene y como todo en Latinoamérica hay mezclas con todos los países. Aparte tiene otra vía moderna; que el reggaetón se hiciera pop no hubiera sido posible sin Colombia y el sonido de Medellín. Son dos cosas que están conviviendo y yo, que tengo un pie en cada lado, puedo escuchar a Chavela Vargas, Julio Jaramillo o una salsa todos los días y estoy intentando samplear al Grupo Niche para hacerme un reggaetón, puedo convivir con las dos cosas pero siento que ahora mismo no hay una conexión. Son dos mundos distintos y la gente que está en la tendencia está en lo urbano, pero luego el resto, lo tradicional, está perdurando desde hace mucho tiempo. Hay artistas que como Lafourcade, que es joven y lleva mucho tiempo investigando, sigue teniendo hits.