¿Cómo perder el miedo a hablar en público? | Foto de Narleymedia. Pixabay

¿Cómo perder el miedo a hablar en público?

Perder el miedo a hablar en público es un proceso gradual que implica práctica, preparación y desarrollo de habilidades. Te damos 7 consejos para que practiques constantemente.
Martes, 26 Diciembre, 2023 - 08:18

Por: Radiónica

Somos animales sociales y, por ende, necesitamos interactuar con otros para vivir. Algunas veces interactuamos más con algunas personas que con otras, o algunas veces con públicos grandes donde debemos expresar nuestras ideas y defender nuestros argumentos.

También es cierto que algunas veces nos puede dar miedo de hablar en público o por qué no, a veces no encontramos las razones del por qué no nos salen las palabras. Por ello, te traemos algunos consejos que pueden ayudarte a superar el miedo escénico y mejorar tu confianza al hablar en público:

1. Profundiza en el tema que quieres hablar

Es importante que conozcas el tema a profundidad para que te sientas seguro y en confianza con todo el panorama que tienes sobre dicha temática. Además, intenta organizar lo que vas a hablar en público, dale una introducción, una desarrollo y una conclusión a tu discurso.

2. Puedes practicar constantemente

La práctica hace al maestro, dicen por ahí. Y es totalmente cierto, intenta hablar en voz alta para que tengas la práctica de los tiempos, las respiraciones, las pausas y por qué no, uno que otro chiste. Y no es gratuito que practiques al frente del espejo como los Sims (si alguna vez jugaste este juego tenías que poner a tu avatar al frente del espejo para elevar la autoestima), o te grabes en un video para que luego lo revises detalladamente y encuentres falencias o incongruencias en tu discurso para mejorarlas, o por qué no, practicar al frente de familiares y amigos antes del gran evento.

3. Preparar una serie de preguntas positivas y negativas

No dudes que vas a encontrar personas que pueden no estar de acuerdo con tus argumentos. Así que prepara una serie de preguntas negativas o corchadoras (como le decimos en Colombia) para que no te tomen por sorpresa. Sobre las preguntas positivas, deja que fluya tu conocimiento y responde naturalmente. Pues eres un referente en el tema que vas a hablar, ¿no?

4. Por lo general, lo más importante, es el mensaje

Eso no quiere decir que no importa cómo estás tú, tu estado anímico, tu vestuario, tu fluidez… Solo que debes enfocarte en el mensaje, que este sea claro, directo, con ejemplos, que sea fácil de absorber tanto para un niño de 10 años como para un profesional en la materia (para esto los ejemplos te ayudarán mucho). Intenta que el mensaje se inscriba en las venas de los asistentes, busca cómo este mensaje les ayuda o les brinde herramientas para sus proyectos. 

5. Si tienes nervios, no te desanimes

Tener nervios es normal, hasta los grandes expositores de determinados temas se han sentido así. Lo que importa es que no te dejes agobiar por ellos. Acéptalos como un reto con el cual debes jugar y por ello no es gratuito que se hagan chistes, comparaciones, se intente hablar con la audiencia y muchas tácticas más que puedes usar en el momento.

6. Échale un vistazo a oradores exitosos

En Internet sí que hay información. Así que ve YouTube, Vimeo, TikTok, etc., para ver cómo interactúan con su público. Te recomendamos que visites la famosa plataforma de oradores TED o puedes buscar a los grandes exponentes de tu área de conocimiento. Podrías revisar si algunos influencers hacen un buen uso del discurso en espacios con grandes audiencias y mirarlos un poco. Lo importante es que sepas que este inconveniente no es nuevo, a todos nos pasa, sólo ve muchos ejemplos que te permitan tener más tranquilidad al momento de exponerte a grandes audiencias.

7. Mejora cada día más

Una vez te expongas delante de mucha gente, intenta revisar los videos sobre dicho discurso en los días siguientes. Observa cómo estuvieron tus tiempos, las pausas, el manejo del escenario, la interacción con el público, la correlación entre las ideas y la presentación (en el caso que la tengas) y todos los factores que creas mejoran tu discurso cada día.

Este es un trabajo constante que irás desarrollando día a día con la práctica. De seguro, si interactúas mucho con el público por semana, dentro de unos meses ya serás un orador con confianza que no piense tanto en el miedo al público, sino que piense más en implementar bien el mensaje en cada uno de los asistentes. 

Cuanto más te expongas a situaciones de hablar en público, más cómodo y confiado te sentirás con el tiempo.