Everything Will Be Okay

“Everything Will Be Okay”, una película sobre los ciclos de violencia y poder basada en Myanmar

La película del director Rithy Panh hace una reflexión sobre los discursos de dominación y poder y los ciclos de violencia que se perpetúan en nombre de la patria, al tiempo que experimenta con varios lenguajes artísticos.
Miércoles, 23 Marzo, 2022 - 10:13

Por: María Claudia Dávila

Tras el golpe de Estado en febrero del 2021 en Myanmar, en medio de un mar de protestas, se hizo viral la imagen de Kyal Sin, una joven taekwondista y bailarina de 19 años asesinada por un disparo en la cabeza. Tal vez lo más icónico de ella era que llevaba una camiseta con la frase “Everything Will Be Ok”, la cual luego fue tomada por miles de personas más como parte de las manifestaciones. De ahí también tomó Pahn el nombre para esta película en la que combina animación con escultura y a través de una voz en off pausada, poética nos recuerda que la historia es un ciclo repetido y que toda ideología y dogma es un mal que nos carcome desde adentro. 

Como parte de la categoría Omnívora del Festival Internacional de Cine en Cartagena, esta película fue presentada en una de las muchas proyecciones que tuvo lugar en las salas de Cine Colombia en Bocagrande. Así, bajo la dirección de Rithy Panh, director de cine y documentalista camboyano y la producción de Catherine Dussart, este largometraje hace una reflexión sobre las guerras, el horror y las atrocidades de la humanidad perpetradas por quienes dominan el mundo, mientras plantea una historia basada en un futuro distópico en el que las bestias dominan el planeta con tiranía, un discurso de dominación bien arraigado y mucha ambición. 

Así, con un guión excepcional amargo y a la vez denso, unas figuras en arcilla parecidas un poco al arte precolombino y raizal mezcladas con material de archivo de momentos infames de la humanidad, Panh plantea durante hora y media, no sólo una historia atravesada por una guerra política o de subordinación, sino una que está bien cimentada en el poder desde la psique y que pareciera estar impresa en nuestro ADN. Este largometraje se llevó un Oso de Plata por su contribución artística sobresaliente en el marco del Festival de Berlín llevado a cabo este año.