Chief Hopper (David Harbour) en un frame de Stranger Things extraído de dreadcentral.com

¿Es 'Stranger Things' una buena serie, o sólo un gran ejercicio de nostalgia?

Manuel Carreño decide preguntarse acerca del verdadero encanto del fenómeno más reciente de la televisión.
Martes, 16 Agosto, 2016 - 05:09

Por: Manuel Carreño

Se ha hablado mucho de Stranger Things, la serie que Netflix lanzó aproximadamente hace un mes. Un homenaje a las películas de ciencia ficción, misterio y horror de los años ochenta.

La serie fue un éxito instantáneo entre el público que tiene entre 30 y 40 años. La historia, sus personajes, la banda sonora, la dirección de arte y sobre todo, los cientos de guiños a películas de los años ochenta como E.T., The Goonies, Stand By Me, Poltergeist, Alien y todo el universo tanto literario como cinematográfico de Stephen King, hicieron que gran parte de la generación que creció en los años ochenta encontrara un pedazo de su infancia y adolescencia en estos 8 capítulos.

La gente que creció en esos años no dudó en decir que es la serie sobre esa década mejor producida. Y no sólo por todo lo anteriormente citado sino porque la historia aparte de ser un gran entretenimiento, maneja un subtexto acerca de los conflictos familiares, el clima político, la alienación juvenil y todos los temas que hicieron que se conociera a esta década como “La década perdida

Todo lo que hasta aquí he dicho no es nuevo. Apenas salió la serie Internet se llenó de vídeos y memes comparando escena por escena con sus referentes ochenteros, y se ha escrito mucho acerca de la gran capacidad de los hermanos Duffer (los creadores de la serie) para lograr vender el sentimiento de nostalgia de manera tan precisa (tanto de forma como de fondo) que la serie no podía fracasar entre la llamada “Generación X”.

Sin embargo no todo el mundo es fan de la serie. Cuando tuve la oportunidad de hablar con gente entre 25 y 27 años de edad, dijeron que la serie les había parecido un poco aburrida y que aunque algunos referentes les parecían interesantes, no entendían por qué tanto ruido a una historia de misterio y terror que no era tan especialmente buena.

Lo anterior me hizo preguntarme ¿Es Stranger Things una buena serie, más allá de ser un gran ejercicio de nostalgia?

La gente que no tiene referentes de aquella década ¿puede conectarse con la historia?

¿la historia funcionaría igual si se hubiera narrado en esta época?

Es imposible tener una respuesta general, pero para tratar de hacer el ejercicio, decidí buscar gente más joven que me diera alguna respuesta. Tengo el privilegio de ser profesor de la clase “TV y Vida cotidiana” de la Universidad Javeriana donde semanalmente discuto con estudiantes sobre la televisión actual y las distintas formas de consumo que tiene la misma.

Mis alumnos tienen entre 21 y 23 años, sus referentes sobre los ochenta pasan por las cosas más obvias y poco sabían sobre varias de las películas nombradas, más allá de que yo les di un par de referencias más, les puse de tarea ver la serie (la cual de entrada reconocieron que no hubieran llegado a ella si yo no les decía que la vieran porque no les llamaba la atención) y que me contaran como les parecía.

Cuando llegaron a comentar la serie ocho días después, a la gran mayoría (para mi sorpresa) les había encantado. Encontraron empatía con los personajes y muchas de aquellas cosas que gente de mi edad veíamos como estereotipos ochenteros, también les parecieron cosas interesantes que aportaban a la historia.

Cuando les pregunté por qué les gustó tanto la historia, teniendo en cuenta que la nostalgia no es un referente en ellos, me sorprendió gratamente la respuesta: la historia de suspenso les encantó, sobre todo por la forma en que es tratada. Muchos dijeron que a la hora de tratar temas de suspenso, monstruos, alienígenas o cosas sobrenaturales, la oferta de hoy en día suele ser mucho menos sutil y más ruidosa. Las historias de ese tipo tratan de ganarse a la audiencia más con sus estruendos y efectos, que con la paciencia de ir creando una atmósfera. “Yo no había visto una historia así” dijeron varios.

Es imposible decir que una muestra de 25 alumnos puede arrojar una respuesta a la pregunta, pero sin duda da pistas (y le da la oportunidad a la gente que cree que simplemente es una serie homenaje a los ochenta) sobre los otros encantos de la serie.

Yo finalmente creo que Stranger Things es mucho más que un homenaje. Es una gran serie por sus propios medios. Es una crítica a su época y a esta, es un recuerdo de cómo se contaron las historias de suspenso por muchas generaciones, con menos sangre y más música.

Es una reivindicación de la amistad, el amor y la fraternidad en medio de una historia oscura. Y finalmente Stranger Things es lo que el televidente prefiere que sea. Finalmente puede llegar a unir generaciones. Solo hay que tener el espíritu para sorprendernos. Ya sea por primera o por milésima vez.