Carta abierta de Nicolás Makenzy de Los Makenzy
"Una historia a la que le pueden poner mi nombre..."
Por: Nicolás Makenzy / @NicolasMakenzy
Los humanos hemos aprendido a vivir en sociedad, compartir, ser solidarios, pero cuando se nos tocan fibras sensibles como la familia, el trabajo, los gustos y las pasiones, nos convertimos en salvajes. Salvajes con miedos, deseos y sueños que defendemos o atacamos, según el grado de provocación, o simplemente nos dejamos arrastrar por el instinto.
La violencia es como una bola de nieve que de venganza en venganza genera la guerra, esa que justamente hoy queremos terminar. Los errores no deben ser borrados, ni mucho menos olvidados, es la única razón para reaccionar de manera diferente y no volverlos a repetir.
A continuación les dejo una historia a la que le pueden poner mi nombre, compartirla y usarla como ejemplo, para entender por qué no debemos dejarnos presionar por esos demonios internos que nos llevan a equivocarnos.
El pasado 21 de mayo, en medio de la presentación de grupo Nanook el Último Esquimal en La Roma Records, se presentó un lamentable incidente del cual yo fui protagonista, como reacción equivocada ante un comentario que provocó mi reprochable acción.
Ofrezco mis más sinceras disculpas públicas al señor Camilo Montes, por ser el directamente afectado, al grupo Nanook el Último Esquimal, a La Roma Records y a la Revista Metrónomo, quienes fueron los organizadores del evento. Sé del gran esfuerzo que todos ustedes hacen para que nuestro arte en Colombia crezca.
Lamento mucho que el altercado con Camilo haya afectado su trabajo y generado esta lamentable situación. Espero que sepan que en mí tienen un aliado con el que pueden contar para fortalecer nuestra escena.
Por otra parte, aclaro que la banda a la que pertenezco no tiene nada que ver en el hecho, ya que es un asunto netamente personal.
Entiendo que uno lleva consigo al grupo, la familia y a un montón de personas que siempre lo acompañan en las buenas y en las malas. Lamento que esta reacción les haya tocado de alguna manera; para ellos también mis más sinceras disculpas.
Actualmente me encuentro atendiendo personalmente la responsabilidad de mis actos ante las instancias correspondientes, con un férreo compromiso de que tales hechos no volverán a ocurrir. El arrepentimiento es real y me ha llevado a analizar a fondo varias cosas que he vivido desde muy temprana edad.
Les agradezco a ustedes por tomarse el tiempo de leer esto, a Radiónica por permitirme disculparme públicamente y por tomar el riesgo que eso implica. Creen en mí y eso lo aprecio.
Me comprometo a generar noticias de las cuales ustedes puedan sentirse orgullosos y espero me permitan pasar esta página agria en mi historia.