Foto: Colprensa - Cortesía de la Comisión de la Verdad // Ilustraciones: ilustraciones por Isabel Gómez Machado - Colprensa - Cortesía de la Comisión de la Verdad

El papel del periodismo frente al Informe Final de la Comisión de la Verdad

Estuvimos en el foro “El periodismo frente al informe final”, organizado por la entidad estatal. Estas son algunas de las reflexiones que quedaron luego del encuentro. 
Miércoles, 11 Mayo, 2022 - 06:43

Por: Juan Pablo Conto

El miércoles 4 de mayo, en el Hotel Tequendama, la Comisión de la Verdad llevó a cabo un foro titulado El periodismo frente al informe final. El objetivo fue reunir a quienes se dedican a este oficio para así empezar a reflexionar sobre lo que significa la llegada de un documento que busca el esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido durante el conflicto armado interno; el reconocimiento de la dignidad de las víctimas y de sus derechos; el reconocimiento voluntario de responsabilidades individuales y colectivas por parte de todos quienes de manera directa o indirecta participaron en el conflicto, y la claridad como sociedad de que esto no se puede volver a repetir.

El reto del informe, que verá la luz el 28 de junio de este año, no es menor, al reunir cientos de procesos, conversaciones plurales, acciones para promover la convivencia, actos de reconocimiento y compromisos de cara a la promoción de la convivencia como país. Y, por lo mismo, tampoco es menor la responsabilidad del periodismo a la hora de transmitir lo que la Comisión de la Verdad encontró, promoviendo un diálogo amplio que siente las bases para la paz y no para acentuar la división y la violencia; a sabiendas de que aparecerán verdades profundas, cuyo recibimiento variará según los sectores políticos, sociales o incluso económicos.

La introducción al foro la hizo el padre Francisco de Roux, presidente de la comisión de la verdad, que luego le dio paso a Thierry Cruvellier, periodista internacional y experto en crímenes de guerra que actualmente ejerce como editor en jefe de Justice Info, un sitio web independiente que cubre iniciativas de justicia en países que enfrentan una grave historia de violencia. 

Luego tuvieron lugar varios paneles que trataron temas alrededor de la llegada del informe en medio en un contexto de campaña política, sobre sus alcances, el papel del periodismo y los efectos más allá de la coyuntura de su entrega como tal. Tanto en panelistas invitados como dentro del público asistente, el evento contó con directores o representantes de medios como Radio Nacional de Colombia, RCN, Caracol, La Silla Vacía, Vorágine, Vanguardia, France 24, La Opinión, El Heraldo, El Armadillo, Cambio, Blu Radio, El Cuarto Mosquetero, entre otros. 

En Radiónica, como participantes del encuentro, reunimos algunas reflexiones que quedaron y que transmitimos a continuación. 


¿Por qué Colombia no reaccionó?

  • Con esta entrega  se escarba en un conflicto que, como dijo el Padre Francisco de Roux, pasa ya de las diez millones de víctimas de sobra. Hubo un momento en el que se cometieron masacres de entre 50 y 100 personas por día y en el que los ríos se convirtieron en auténticos cementerios. Por el canal del Dique, la bifurcación artificial del río Magdalena, llegaron a pasar más de dos mil cadáveres. 
     
  • Por medio del asesinato, la desaparición y el desplazamiento fueron quitadas a campesinos  alrededor de siete millones de hectáreas. El país básicamente terminó viviendo una contrarreforma agraria donde prevaleció el acaparamiento de tierra. 
     
  • El paramilitarismo no fue un simple acto de defensa, se trató de un entramado que desde el principio incluyó políticos, empresarios y narcotraficantes.
     
  • La inmensa mayoría de las víctimas eran pobres. Mientras el pueblo sufría, el narcotráfico se beneficiaba de la guerra. 
     
  • Tenemos que repensar la idea de seguridad, no es un tema que corresponda únicamente a un bando político u a otro. La estamos pensando además solo para la propiedad, dejando de lado a la población. Y viendo la historia del país podemos concluir que las armas no nos dieron seguridad. 
     
  • Lo que se logró en La Habana no se logró en Colombia. Aunque fue muy elogiado a nivel mundial, aquí de hecho polarizó y seguimos en modo guerra. La idea es, como país, no colaborar con nadie que esté en modo guerra. 
     
  • Como país somos un cuerpo y este cuerpo está enfermo.

 

¿Para qué una Comisión de la Verdad? 

  • Las comisiones de la verdad son centrales en la resolución de conflictos. Se trata de una herramienta flexible que se adapta a las circunstancias y propósitos de cada lugar. Se han usado en países como Gambia, Mali, Finlandia, entre otros. Eso sí, hay que saber que siempre hay diferentes reacciones a su papel, en países como Nigeria hubo muchas peleas entre comisionados. 
     
  • El papel de una comisión va ligado a una idea de justicia. En Colombia es un reto muy complejo debido a la proporción de desaparecidos, secuestrados, falsos positivos, asesinatos o desplazados. 
     
  • En el mundo cualquiera que trabaje en justicia transicional tiene los ojos puestos en Colombia. Lo que está sucediendo acá es una transición de la justicia transicional y debemos saber que puede haber errores en el camino. 
     
  • Las audiencias públicas han sido claves. Si bien las víctimas son el centro de la Comisión de la Verdad, sucede mucho que la atención llega cuando los victimarios hablan. Estos testimonios tocan a la sociedad.
     
  • Debemos prepararnos porque en el tratamiento de la información va a haber desencantos, manipulación y también mediocridad por parte de varios. 
     
  • La reparación es fundamental luego del ejercicio de la Comisión de la Verdad. El trabajo de las comisiones tiene efecto a largo plazo y hay que tener paciencia. 


¿El periodismo está preparado para este informe?

  • Son los periodistas quienes hacen la discusión de la verdad en un país, un medio que en Colombia ha oscilado entre el entusiasmo por la paz y el entusiasmo por la guerra. 
     
  • En este sentido, los medios de comunicación son centrales en el impacto de la Comisión de la Verdad, en lograr pellizcar a la sociedad e incluir el informe en agenda, realizando una cobertura sistemática. 
     
  • No solo el periodismo no está preparado para el informe, sino que Colombia tampoco. Estamos asustados. 
     
  • El periodismo tiene que cuidarse de los intereses empresariales que puede haber dentro de los conglomerados económicos que están detrás de los grandes medios. 
     
  • Se debe dejar de buscar la noticia para generar impacto y más bien para mostrar la cara de lo que realmente ocurrió. Es de suma importancia no revictimizar a la gente en el ejercicio. 
     
  • A los medios les falta autocrítica, ver los errores que se están cometiendo. 
     
  • Lo que se haga desde el periodismo debe mirar hacia el futuro, poniendo sobre la mesa, en diálogo, las recomendaciones que plasma el informe final. 
     
  • Varios hicieron alusión a lo sucedido con el plebiscito, que cayó en una nube de desinformación. Los medios deben responder con celeridad y la redacción debe estar en esta tónica, conocer el informe. 


¿Qué preocupa del contexto actual?

  • Primero hay que reconocer el diagnóstico que tenemos como país y no lo hemos hecho. No tenemos una visión compartida de sociedad. 
     
  • Si bien no hay un temor al poder político del informe, para varios periodistas sí o sí será utilizado como herramienta política partidista, que no es la idea. Viene un escenario caótico.
     
  • A pesar de que se ha dicho que las contribuciones del Mayor retirado del Ejército, Carlos Guillermo Ospina, serán tenidas en cuenta, aplicando la rigurosidad metodológica de la Comisión, varios de los panelistas identificaron que es inevitablemente un golpe que da pistas de lo que será la entrega. 
     
  • Conectado con lo anterior, pese a que la Comisión ha reiterado que este trabajo no tiene nada que ver con la carrera electoral y que entregaran lo mismo y de la misma manera sin importar quien gane, varios periodistas consideraron que inevitablemente este ya está jugando en este plano. Las quejas de Ospina tendrán eco al interior de la institución militar y en ciertos sectores políticos. 
     
  • Por su extensión es un documento que pocos van a leer, incluso los periodistas puede que no lo hagan. Estos deben pensar en formatos para transmitir lo allí contenido a los colombianos. 
     
  • La audiencia está sobre todo en las redes, no miran piezas largas, por lo que varios panelistas expresaron su temor por la manera como se podría llegar a difundir la información en las redes sociales, sacándola de contexto.
     
  • El informe verá la luz demasiado cerca de la segunda vuelta de las elecciones – asumiendo que haya segunda vuelta. Gane quien gane la gente estará hablando de eso y hubo panelistas que incluso temieron, más que a la polarización, que este pase desapercibido.
     
  • Relacionado con lo anterior, la política no está girando alrededor del Acuerdo de Paz como en las elecciones pasadas. Esto también puede ser indicio de que la salida del informe final no impacte. 
     
  • Siguen sucediendo masacres, continúa la violencia contra la población civil y eso hace que el informe no se sienta como un cierre de un conflicto. 
     
  • La verdad será saboteada porque en el poder siguen varias personas que no quieren que esta se conozca –o tienen influencia en este. 
     
  • Hubo quienes afirmaron que entre más mediático sea el informe menos cumplirá su función, lo cual es una paradoja. Explicaban que lo mediático probablemente correspondería a su uso como herramienta de ataque entre bandos políticos y no al objetivo de sanar con la verdad.  
     
  • La comisión no tiene la legitimidad ya ganada y eso se debe saber. Se la va a ganar con el texto.
     
  • Hay una pelea por la memoria histórica y eso se ve incluso en lo que sucedió, por ejemplo, con el Centro de Memoria Histórica y la elección de Darío Acevedo como su director. Acevedo ha sido acusado de posibles hechos de censura, alteración, modificación o desconocimiento tendientes a desconocer y revictimizar a sectores de víctimas del conflicto armado en Colombia.
     
  • Periodistas, aunque sin dar nombres como tal, se refirieron a medios que están tomando partido sin vergüenza, cumpliendo agendas políticas y económicas, y afectando la rigurosidad y credibilidad del oficio. 


¿Cómo hacer para que no sea flor de un día?

  • Hay que hacer lo que los medios hacen: preguntas, muchas preguntas.  
     
  • Los periodistas cuentan historias fragmentadas y no se entiende bien lo que está pasando. Hay que intentar contar historias completas, explicar, unir piezas e ir armando el rompecabezas.
     
  • Usar el informe como contexto frecuentemente, usarlo para que no quede en los anaqueles de las universidades. Ahora, algunos panelistas hicieron referencia a que los medios no pueden renunciar a contrastar.
     
  • La Comisión debería reunir directores de medios y conversar, generar un diálogo. Que el objetivo de un país en paz prime sobre cualquier cosa. 
     
  • Los medios deben poner la lupa en los elementos regionales del informe final. 
     
  • Dejar claro en cómo se informa que este documento no es para que volvamos a señalarnos sino para comprender lo que nos ha pasado como pueblo. Y que esto nos tomará tiempo y mucha capacidad de escucha. 
     
  • Hay dinámicas políticas que apuntan a la fragmentación. Hay decepción. Los medios deben mantener viva la ilusión de las víctimas que necesitan que esa verdad se conozca. 
     
  • Los periodistas deben conocer las recomendaciones del informe para pensar también a largo plazo en su ejercicio. 
     
  • El periodista debe saber que si bien hacer memoria es un acto político, hay que ser precavidos de no usar esto para intereses electorales o partidistas. 
     
  • El periodismo se enfrenta también a la indiferencia. hay que lograr tocar a la gente. 
     
  • Se deben quitar muros de pago cuando se trate de información que se refiere al informe final. Son varios los medios de comunicación los que han vuelto a cobrar por sus contenidos, dado que no se logró hacer rentable otro modelo de negocio. En uno de los paneles hicieron alusión que, debido a la relevancia del tema, estos deberían estar exentos de cobro. 
     
  • Los periodistas tenemos que leer el informe. Suena obvio, pero a veces no es tan obvio.
     
  • No hay que buscar el consenso necesariamente, pero si el diálogo continuo y manteniendo la violencia al margen.