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Aplicaciones de salud mental: ¿más perjudiciales que benéficas?

Según un estudio algunas de las aplicaciones más populares de meditación, salud mental y oración tienen muchos problemas de seguridad.
Lunes, 30 Mayo, 2022 - 05:19

Por: Lorena Rojas Sarmiento

La salud mental es un tema que siempre está latente, pero que en muchas ocasiones no sabemos cómo abordar, desde el ámbito personal, profesional, incluso desde los medios de comunicación existen muchos vacíos al tratar este tópico. Sin embargo, con la llegada de la pandemia y la afectación de la misma para muchos, algunas alternativas digitales se convirtieron en la solución inmediata. 

Según la revista médica The Lancet, en 2020 la incidencia de depresión y ansiedad aumentó en un 25% a causa de la pandemia, también, aumentaron las descargas de aplicaciones de salud mental y según la Asociación Estadounidense de Psicología actualmente hay entre 10 mil y 20 mil apps relacionadas con la salud mental disponibles para descargar. 

Estas aplicaciones le ofrecen al usuario diferentes opciones, terapias en línea, tutoriales, ejercicios, entre otras herramientas para -aparentemente- ayudar a los usuarios. Sin embargo, en una investigación realizada por Mozilla se descubrió que 28 de las 32 apps más populares para meditar, rezar o tomar terapia, en realidad tienen muchos problemas de seguridad. 

Según los datos del estudio, estas aplicaciones están dentro de las peores de cualquier otra categoría que se haya analizado en los últimos seis años. Por variables como que comparten datos libremente, permiten que los usuarios tengan contraseñas débiles y se aprovechan de su información para ofrecer publicidad dirigida. 

Talkspace y Betterhelp están en este listado. Para acceder a Betterhelp, por ejemplo, había que pagar una cuota de 65 dólares semanales con el fin de poder tomar consultas. Según contó una de las usuarias en la revista The Economist, solo recibió dos respuestas en un mes y “era como enviarle un mensaje de texto a un conocido que no tiene idea de cómo lidiar con una enfermedad mental”. 

Ambos servicios ofrecen terapia en línea y al ser dos de las aplicaciones más populares en Estados Unidos, también cuentan con inversiones millonarias de firmas de Silicon Valley. Por ejemplo, la política de privacidad es poco clara así como la transcripción de chats que tienen los usuarios con un terapeuta. 

Así que, además de ser poco efectivas, algunas de estas aplicaciones como Headspace o Calm, así como otras para combatir problemas como el trastorno alimentario o el estrés postraumático, no poseen una política de privacidad clara a pesar de que manejan temas delicados.

Calm utiliza los datos de los usuarios para ofrecerles publicidad dirigida, también, advierte que podría obtener información de los usuarios de otras fuentes como bases de datos públicas, socios publicitarios o plataformas de investigación de mercado. 
En el caso de Headspace, recopila el nombre, correo electrónico, teléfono y el ID de Facebook. 

“Las apps de meditación y oración son excepcionalmente espeluznantes”, mencionó Jean Caltrider, quien es el responsable de la Guía Privacidad no Incluida, en la que se analizan productos, servicios y apps. Según Caltrider, “funcionan como una aspiradora de datos que se disfraza de app de salud mental.” 

Según el estudio, estas apps “Rastrean, comparten y capitalizan los pensamientos y sentimientos personales más íntimos de los usuarios, como estados de ánimo, estado mental y datos biométricos. Resulta que investigar aplicaciones de salud mental no es bueno para tu salud mental, ya que revela lo negligentes y cobardes que pueden ser estas empresas con nuestra información personal más íntima.”

Además de la recopilación de datos, la seguridad es débil en un tercio de las apps analizadas, ya que permiten contraseñas de un carácter o un número. 

En conclusión, según la investigación, las aplicaciones de salud mental pueden llegar a ser bastante contraproducentes, ya que recopilan más datos personales que cualquier servicio o dispositivo que haya analizado Mozilla anteriormente. 

Lo que hacen los investigadores es leer las políticas de privacidad y los términos y condiciones de productos o servicios:  "Analizamos toda la información que podemos encontrar que está disponible públicamente para los consumidores antes de que compren un producto para tratar de comprender las preocupaciones de privacidad y seguridad que debe tener en cuenta."

Para acceder a los análisis que se han realizado hasta el momento, se puede ingresar a la guía de Privacidad No Incluida desarrollada por Mozilla