Un ejemplo de orden
Mucho se habla del reciclaje y la separación de basuras a nivel mundial, y en muchos países realmente se ve el resultado de tal esfuerzo, al reducir índices de contaminación y generar alternativas ecológicas para la utilización de los desperdicios. Por Héctor Mora.
Sin embargo, esto conlleva una serie de dinámicas muy complejas que implican constancia, disciplina, infraestructura y concientización de la población. Tal puede ser el caso de la ciudad de Taipei, en la isla de Taiwan, donde el trabajo de reciclaje comienza en el hogar, pero un alto porcentaje del proceso concluye una vez el ciudadano sale de la casa con la basura. Los desechos van en bolsas separadas por colores según el barrio o distrito en donde se arroja la basura.
'Quien más basura genera, tiene que comprar más bolsas y por consiguiente paga más en proporción a su producción de basura'
La idea principal es el fomento a la separación de materiales reciclables y el aprovechamiento de los residuos biológicos. De esta manera, las bolsas autorizadas para arrojar los desechos orgánicos se compran en las tiendas o supermercados de cada barrio; e incluyen en su precio la tarifa por la recolección de la basura respectiva. De esta manera, quien más basura genera, tiene que comprar más bolsas y por consiguiente paga más en proporción a su producción de basura.
La clasificación general de los residuos es ‘sencilla’, y se separa en bolsas diferentes de la siguiente manera:
-Desechos orgánicos Generales
-Desechos orgánicos destinados a la producción de abonos naturales y/o a la elaboración de concentrados para alimentar cerdos.
-Papel y cartón.
-Botellas y elementos de vidrio
-Plásticos y sus derivados
-Latas
-Icopor
-Pilas y baterías de carros
-Llantas
Posteriormente la basura es llevada por el mismo ciudadano a los camiones, quien además deposita cada bolsa en el vehículo respectivo, bajo la mirada y supervisión de los recogedores, quienes están atentos a corregir y orientar a los ciudadanos en todo el proceso. Si hay algo que no corresponde a las categorías anteriormente mencionadas, simplemente se pregunta al personal de alguno de los entre 2 y 3 camiones que conforman cada convoy de basura, y que recorren las calles de la ciudad en promedio 5 veces a la semana, en horarios de recolección que varían según el día.
Posteriormente las caravanas se dividen , dirigiéndose a diferentes centros de acopio para su posterior limpieza y procesamiento.