"Astronomical" de Travis Scott tuvo lugar del 24 al 26 de abril en directo en la isla Fortnite

Los videojuegos: el amanecer de los conciertos digitales

Probablemente lo que ha pasado en 2020 tenga un impacto duradero en la forma en que interactuamos, trabajamos y vivimos los conciertos.
Lunes, 1 Junio, 2020 - 09:43

Por: Diego Bolaños Estrada

Más allá de los instagram live o las colaboraciones masivas entre artistas en diferentes partes del planeta, la verdadera revolución musical de esta pandemia ha sido la de los conciertos digitales. Una mezcla entre realidad virtual y propuesta visual que ha visto durante esta pandemia un progreso sin precedentes, rompiendo las limitaciones técnicas y creativas que se consideraba existían hasta hoy.

Eventos como Fortnite X Travis Scott's, que involucró a más de diez millones de jugadores o el "Block by Blockwest" de Minecraft, un festival con más de 30 artistas (con bandas como Idles), pueden darnos pistas sobre hacia dónde va la relación entre la música y la tecnología.

La idea es llegar a los públicos donde estén.

Al igual que muchas otras industrias en medio de esta pandemia, el entretenimiento y en especial la industria de la música en vivo, ha tenido que enfrentarse a una revolución tecnológica sin precedentes en cuestión de semanas. La ausencia de espacios en vivo llevaron a los artistas a hacer un uso indiscriminado de las redes sociales que, a pesar de crear espacios de comunicación e interacción, no cuentan con los elementos necesarios para traducir la experiencia del show en vivo.

Tal vez el aspecto más importante detrás de este crecimiento de los conciertos digitales está en haber desarrollado una experiencia que tome elementos característicos del show en vivo y los lleve a otros formatos en una plataforma completamente nueva para la industria: Los juegos en línea.

Para nadie es un secreto que juegos como Fortnite, Minecraft o PUBG han logrado mezclar exitosamente los aspectos sociales de los videojuegos de rol multijugador masivos en línea o MMORPG, agregar acción y entretenimiento, y conquistar al público joven. En los últimos años han construido una audiencia base envidiable y dispuesta a nuevos formatos y contenidos.

Los formatos de juegos free to play cuentan con una base de fanáticos sólida y acostumbrada a gastar dinero en compras, actualizaciones y merchandising en el juego, lo cual plantea un enorme potencial para que los artistas obtengan nuevas fuentes de ingresos, un mercado en gran medida sin explotar.



Este es un nuevo formato

Seamos claros, los conciertos digitales como los estamos viendo en estos casos son el resultado de la experimentación constante y se han alimentado de otros ejercicios más o menos exitosos.

Como por ejemplo los conciertos virtuales, que han existido de una u otra forma durante más de una década, artistas como Gorillaz y Björk han probando diferentes tecnologías a lo largo de los años. Por otro lado, los "hologramas" aparecieron en el panorama como una gran tendencia en el hip-hop cuando Tupac Shakur se unió a Snoop Dogg en el escenario en el Festival de Música Coachella 2012.

En los últimos años, el concepto de los avatares ha entrado también en escena, curiosamente también ha sido Coachella el epicentro de esta experimentación. Uno de los actos más esperados de la edición de este año era Hatsune Miku la Vocaloid más exitosa del mundo. Un avatar digital creado a partir de un banco de voz y que ha dado un paso más hacia los contenidos musicales digitales.

A pesar de que todo esto ya ha sido probado y descartado una y otra vez en el mainstream. El problema siempre ha sido tratar de emular la experiencia en vivo.

En eventos como el de Fortnite el artista se acercó de otras formas al espectador, la gente podía acercarse lo suficiente para saltar sobre el enorme zapato de Travis Scott. Para muchos de los jugadores significó una visita a su hogar digital, su mundo. Los jugadores asistieron como sus avatares personalizados, extensiones incorporadas de ellos mismos más significativas que un apodo en un cuadro de chat. Hay algo más, algo que el mundo real no puede emular. Los oyentes se lanzaban por los aires, se sumergían bajo el agua y se teletransportaban a otros lugares para vivir el concierto a su manera. Algo que un concierto grabado en 360 nunca podrá emular.



El secreto está en la comunidad

Si nos ponemos a revisar cual es el elemento más potente de las presentaciones en vivo no es la simple interpretación de instrumentos (algunos ni siquiera lo hacen), hay quienes cuestionan este mismo elemento en la música electrónica y eso no ha detenido su crecimiento. El elemento fundamental es el sentido de comunidad que se eleva al nivel de comunión entre quienes presencian juntos “en vivo” la misma experiencia, y ésta se convierte en un evento en sus vida.

Videojuegos como Fortnite y Minecraft han entendido que la sensación de estar en comunidad es el secreto de su éxito, y mientras sigan alentando a esa comunidad a vivir en sus mundos cosas que no pueden vivir en ningún otro lugar, estos jugadores seguirán regresando.


El potencial es muy grande

Aunque recientemente han comenzado a aparecer en los titulares y parecen el resultado del aislamiento global, los festivales de música de Minecraft en realidad han estado ocurriendo de manera semi-regular durante aproximadamente dos años. Sin embargo esta cuarentena ha sido un verdadero catalizador para descubrir su potencial en la industria del entretenimiento.

Uno de los descubrimientos más importantes de todos estos ejercicios es entender cómo los conciertos digitales pueden trascender el espacio convencional de los escenarios y las tarimas para proponer expresiones creativas en donde el mundo es el escenario, ver a Travis Scott caminar por la isla, con la posibilidad de tener puntos de vista, ver todo tipo de visuales en un espacio completamente tridimensional abre todo tipo de posibilidades artísticas y estéticas. 

Por otra parte están los fines. El "Block by Blockwest" de Mincrat, una iniciativa benéfica organizada por el grupo Courier Club para recaudar fondos en apoyo en la lucha contra la propagación y los efectos de la epidemia. Todos los ingresos han sido donados a organizaciones sin fines de lucro.

El festival también representó una oportunidad interesante para reunir a artistas y fanáticos en un contexto único, cada grupo presentó un concierto digital pregrabado de unos veinte minutos, complementada por otras actividades como minijuegos e incluso tiendas de productos físicos y virtuales para apoyar a las bandas. La idea de usar la camiseta de tu banda favorita en tu juego favorito siempre será interesante.

Esto ha sido tan exitoso que Fortnite ha anunciado oficialmente su Modo Fiesta en el que también "Tenet" (2020), la nueva película de Christopher Nolan, ha estrenado su primer tráiler e incluido una entrevista con su protagonista.

A falta de interacción en el mundo real estos lugares se convierten de nuevo en un oasis para cada vez mas y mas personas que desean socializar y divertirse.



Esto tiene futuro

Los títulos como Minecraft y Fortnite han funcionado para estos eventos porque gradualmente aportan algo más que solo juego. Se están convirtiendo en plataformas donde los niños van a pasar el rato y socializar, un hogar virtual que se vuelve aún más significativo durante la cuarentena.

Por ahora, crear un concierto como el de Scott requiere un equipo robusto de desarrolladores y tiempo para ejecutarse. Significa que los sellos discográficos que quieran seguir siendo competitivos deberán invertir ahora o por lo menos tener estos formatos en la mira. Por ejemplo, Sony Music está reclutando un equipo "dedicado a reinventar la música a través de medios inmersivos" que aprovechará el catálogo y la lista de artistas de Sony Music para implementar una nueva categoría de experiencias musicales usando Unreal Engine.

Las experiencias de Minecraft y Fortnite sin duda catapultarán los conciertos digitales y el entretenimiento al siguiente nivel tanto en formatos como en alcance, brindando un espacio para la innovación y la experimentación e influenciando a artistas de formas que hace unos meses no habríamos ni siquiera imaginado.