'El juego del calamar': ¿por qué la popularidad de esta serie?
A lo largo de los últimos años, a través de diferentes ramas y artes, la cultura surcoreana se ha expandido a diferentes lugares del planeta. Esto es algo que se puede evidenciar en industrias como la musical, en la que han sobresalido diferentes grupos de K-pop como BTS ,la boy band más sobresaliente de la actualidad.
Pero en esta ocasión, nos centraremos en la televisión. Una de las cosas más interesantes y rescatables de empresas como Netflix, es el hecho de que han expandido su modelo de negocios a la hora de fijarse en la producción de nuevas series y películas para los suscriptores. Ese es un detalle muy importante, ya que no era muy común que un “estudio americano”, encontrará un valor en otros contenidos que no fueran producidos netamente en Estados Unidos.
Netflix ha llevado su servicio a lo largo de 190 países, llegando a generar alianzas y contenidos originales que se han desplegado en producciones exitosas como: La casa de papel (España), Sex Education (Inglaterra), Dark (Alemania), Lupin (Francia), La Casa de las Flores (México), The Rain (Dinamarca), El Robo del Siglo (Colombia), Pelé (Brasil), entre muchas otras.
Pasando al caso de El Juego del Calamar (Corea del Sur), no se puede negar el hecho de que la serie se ha convertido en un fenómeno gigante para la plataforma, logrando posicionarse en los primeros lugares de vistas de cada país. Además de ello, la misma fanaticada de esta producción surcoreana, ha generado un montón de tendencias, conversaciones, cosplay y una enorme cantidad de memes.
Esto sin duda se relaciona con el éxito de producciones como Parasite (2020). Largometraje que obtuvo diferentes reconocimientos en la industria del cine, entre esos Mejor Película, Director y Guión Original de los Premios Oscar.
Uno de los mayores atractivos de Parasite, es que, al igual que El Juego del Calamar, toca profundamente el tema de la pobreza mundial. Corea del Sur, se vende como una sociedad con muchos avances a nivel político, económico, tecnológico y educacional; pero por el otro lado de la moneda, es imposible no denotar la existencia de una fuerte desigualdad social.
Una clave importante dentro del guión de El Juego del Calamar, es la misma introspección que hace el creador con los personajes que va presentando en la serie, en cada una de las deudas y problemas financieros que los hacen estar en una competencia en la que se gana o se muere.
La historia nace del director Hwang Dong-hyuk, quien curiosamente estuvo desarrollando la serie durante 10 años. Además de ello, se resalta el detalle de que el guión pasó por diferentes casas productoras que no vieron un valor financiero en la idea. Todo esto se dio entre 2008 y 2018, cuando Netflix dio luz verde al proyecto de Dong-hyuk.
Esya serie nace directamente del gusto que sentía Hwang Dong-hyuk por cómics japoneses como Alice in Borderland y Battle Royale. Por otro lado, la historia también tiene sus orígenes en los problemas financieros que sufría el director por ese entonces.
La trama se centra en una especie de reality clandestino, organizado por la clase más alta de la sociedad surcoreana. Dentro del mismo juego, nos encontramos con una metáfora de su cultura, así como también de cualquier otra en el mundo. Un grupo de personas con graves problemas económicos, los cuales se adentran en una competencia repleta de retos con temáticas infantiles y mortales. El ganador y único sobreviviente de todo el juego, obtendrá un premio de 45 mil millones de wones.
El poder que denotan en la clase alta, llegando a un punto en donde los más ricos derrochan la vida de los estratos más bajos, solo para encontrar un poco de diversión en el camino, contrasta con el arco narrativo de personajes como Seong Gi-hun, quien no resalta por ser el típico protagonista especial que se ha construido en las series y películas de la cultura americana. Sino que es un endeudado, divorciado, idiota y desinteresado hombre detestable.
Pero lo interesante de ese ser tan detestable es el cómo su viaje crea una empatía con el espectador, con cada uno de esos errores y posteriores momentos de redención, donde se encuentra nobleza por parte de Seong Gi-hun. El último detalle que se debe evidenciar de su popularidad es el hecho que El Juego de Calamar es un juego.
Los juegos son atrayentes porque de alguna forma conectan con esa figura imaginaria del espectador, en los que hay una representación que puede ser inferior, igual o superior a lo que es el televidente en la vida real. Por otra parte, incluir detalles gore y el reto de sobrevivir hasta el final, crea esa expectativa por conocer quién será el único en no morir en un juego imposible de terminar.
La historia busca transmitir ese rasgo de supervivencia que el espectador quiere ver en quien termine siendo el triunfador de la serie. Esa angustia por encontrar al concursante que obtenga la posibilidad de arreglar todos los problemas que le hicieron poner su vida en riesgo. La popularidad de esta serie surcoreana se da gracias a la empatía que el público tiene a la superación de una adversidad que podría vivir cualquiera en su entorno social.