Inés Granja Herrera, Zully Murillo, Julia María Estrada Tello y Eva Pastora Riascos fueron homenajeadas

Petronio Álvarez 2017: un homenaje a la mujer del Pacífico

La edición número XXI del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, la ventana más grande de Colombia en cuanto a músicas del Pacífico, se llevó a cabo del 13 al 21 de agosto en la ciudad de Cali, Valle del Cauca
Martes, 22 Agosto, 2017 - 06:16

Por: Mariel Bejarano Vásquez

Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño. Buenaventura, Tumaco y Quibdó. Biche, curao y arrechón. Ríos, costas y manglares. Comidas, bebidas y artesanías. Marimba, chirimía y violines caucanos.

A lo largo de 21 años el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez ha sido más que un encuentro musical, es y sigue siendo un espacio en el que músicos, artesanos, cocineras tradicionales, portadores y portadoras de tradición y público en general, tejen lazos de hermandad en una ciudad que es, hoy por hoy, el centro de la dinámica cultural del Pacífico colombiano.

El Petronio’ es un proceso de ciudad, es patrimonio cultural y una muestra de la diversidad cultural como agente de desarrollo, transformación y herramienta para la paz.

En su edición número 21 el festival rindió homenaje a las mujeres del Pacífico con cuatro cantadoras que se han convertido a lo largo de los años en símbolos de las músicas del Pacífico: Inés Granja Herrera, Julia María Estrada Tello, Zully Murillo y Eva Pastora Riascos. Ellas contaron historias en el festival y dejaron algunos cantos al aire que recordamos con ustedes a continuación:


Inés Granja Herrera
(Timbiquí, Cauca)

"Cuando yo canto me siento feliz, transformada, me fascina que otras personas me escuchen y me digan que lo hago bien, eso es muy bonito. Cuando canto me siento aludida por la gente que me aplaude, la gente que grita, canta y baila conmigo; eso me hace sentir que vuelo."

Zully Murillo
(Quibdó, Chocó)

"La música tiene un lugar muy importante en mi vida, tanto como mi familia, mis hijos, el ambiente, mis amigos. La música es una suma de todo lo que vivo y he vivido desde mis ancestros; en la música acumulo todas mis experiencias y todo el aprendizaje que llegó a mí  a través de mi gente, mi abuela materna y mi abuela paterna, mi padre, mi madre y mis hijos, mis compañeros de trabajo. La música es vivir para mí, no sé qué haría si yo no pudiera cantar. Cuando se me afecta la garganta porque tengo mucha sensibilidad a los cambios climáticos, yo pienso que es el acabose para mí, si yo no pudiera cantar no sé qué sería de mí. Yo no he vivido de la música porque es difícil por la profesión que siempre he tenido de educadora; he tenido que robarle espacio a mi labor de madre y educadora, todo lo que me queda es para la música: sueño, despierto, canto. Por eso digo: 'para cantar sabroso no hay que ser artista, haga como yo que canto desde que amanezca hasta la nochecita...' Eso hago yo, cantar currulao a todo lo que se me viene."


Julia María Estrada Tello
(Buenaventura, Valle del Cauca)

"Mi Dios me iluminó porque todos mis ancestros, mi papá, mi mamá, mis tías, todos eran músicos, cantadoras. La música yo la tengo en la sangre. Yo despierto y de las frases con las que el espíritu santo me ilumina saco las canciones y las poesías. Una noche desperté diciendo 'yo quiero cantarle a Dios', porque también soy religiosa, 'yo quiero cantarle a Dios y también a mi región algo que sale del alma y también del corazón, son dos cosas muy hermosas porque me llenan de emoción, de ver la naturaleza y este hermoso folclor, en el río de Tapaje, ahí donde yo nací, aprendí a cantar la jungla, el bunde y el currulao, y cuando repican el bombo, la marimba y el guasá, el cuerpo se me estremece y yo me pongo a bailar', esa es la Julia María." 

Eva Pastora Riascos
(Tumaco, Nariño)

"Llevo muchos años en un grupo y ser representante legal no es una cosa suave. Para sotener la música tradicional se deben hacer esfuerzos y para eso hay que tener huevos, hay que subirse los pantalones y amarrárselos bien, porque de lo contrario uno se queda en la calle. Yo vengo luchando en esto desde muy tierna, mis ancestros por parte de mi mamá, mi abuelo era cantador de marimba a todo taco, mi padre era músico de guitarra, no la sabía tocar pero sabía en qué término iba a cantar, él era delantero y cuando yo tenía 13 años quedé de delantera de él. Yo y la música, si es canción, si es guaracha, si es bolero, el tango no lo aprendí a bailar pero puedo cantar una canción, de ahí lo que se diga, bolero, paso doble, yo sé si va a salir en Re mayor o en Re menor, lo mismo es en la marimba, cuando no se puede cantar en re mayor, se canta en re menor porque son los mismos ochos. Yo en la música, en el arrullo, sé cuáles son las tonadas. Yo se los digo claramente, soy cantadora, soy cantora y soy compositora."


Además del merecido homenaje a la mujer del Pacífico que rindió el festival este año, el Petronio Álvarez dejó también nuevos ganadores en las categorías de Marimba, Chirimía, Violines caucanos y modalidad libre, donde doce agrupaciones disputaron en la final el trofeo ‘El bombo golpeador’. Los ganadores a continuación:

Violín caucano: El Folclor de mi Pueblo
Chirimía: Son de la Manigua
Marimba: Legado Pacífico
Libre: Orquesta Machimbre

Síganles desde ya los pasos a todos estos conjuntos y también a quienes salieron galardonados en la modalidad individual: 

Mejor arreglo musical: Canción 'Estas en Cali' a Juan E. Bazán de la agrupación Sambembé de Guapi, Cauca.
Mejor Canción Inédita: 'Gritos de Esperanza' al compositor Rafael Córdoba de la agrupación Son y Sabor.
Mejor intérprete Vocal: Yuliani Córdoba Castro, de la agrupación Orquesta Machimbre.
Mejor intérprete de Clarinete: Yonnier Yurgaky Jordán, de la agrupación Pichindé Chirimía.
Mejor intérprete de Flauta: Jacinto Cuero Cuero, de la agrupación Chirimía Yaré del Río Napi
Mejor intérprete de Marimba Tradicional: Alí Cuama, de la agrupación Bombo Negro.
Mejor intérprete de Marimba Versión Libre: Freddy Walberto Cuero, de la agrupación Proyecto Selva.
Mejor intérprete de Violín: Raimundo Carabalí, del Grupo Puma Blanca.

En nuestras memorias se quedan además las presentaciones de Herencia de Timbiquí, el peruano Marco Campos como invitado internacional y ChoQuibTown, banda encargada de dar cierre a la edición 21 del festival.

Si se perdieron el encuentro del 2017, vayan preparándose para el 2018, vivir el Festival de Música del Pacífico Petronio Alvárez es una de las cosas que todos debemos hacer antes de morir, eso se los aseguramos.