Patria o Muerte: resignificar la revolución a través de imágenes
Cuando en Cuba se enterraban los muertos provocados por la explosión de La Coubre, buque francés que estalló en el puerto de La Habana el 4 de marzo de 1960, Fidel Castro, entonces primer ministro del Gobierno Revolucionario, pronunció por primera vez la frase que se convirtió en consigna de la revolución cubana: “Ahora libertad quiere decir algo más todavía. Libertad quiere decir Patria, y la disyuntiva nuestra sería: ¡Patria o Muerte!”.
Según las cifras oficiales, en dicho siniestro perdieron la vida más de un centenar de cubanos y se llegó a la conclusión que se trató de un sabotaje por parte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para desestabilizar al naciente gobierno revolucionario.
Desde ese momento “Patria o Muerte” se convirtió en una expresión llena de firmeza y convicción por entregarlo todo a la causa revolucionaria. Sin duda una consigna movilizadora que exacerbaba el nacionalismo patriótico de los cubanos más enardecidos.
Fue así como al ahondar en esta misma idea, la de la persuasión del líder para con el pueblo a través de gritos de guerra, como la de permitirse otras miradas a dichas transformaciones políticas, que el fotógrafo colombiano Santiago Escobar decidió emprender la construcción de un fotolibro que tituló con la insignia cubana, capaz de narrar lo que puede traducirse como el desencantamiento de la promesa que fue, pero que no llegó a ser del todo.
Santiago nació en Manizales y llegó a la fotografía durante una experiencia como parte del Ejército en el Sinaí, Egipto, en donde luego de haber recibido órdenes sobre cómo apuntar y disparar en un polígono, se encontró un día recibiendo -de las manos de un Sargento gringo- una cámara, varios lentes, y la orden de concentrarse en el cubrimiento como fotógrafo de eventos sociales, deportivos y culturales para la Fuerza Multinacional de Observadores.
La composición, los planos, la iluminación y la imagen se convirtieron en un lenguaje conocido para él y en un oficio que disfrutó hasta su regresó a Colombia, donde ingresó a la universidad para estudiar arquitectura, profesión que siempre vinculó de forma estrecha a la fotografía.
Cuando Santiago pisó por primera vez La Habana, a donde llegó como profesor de Fotografía, coincidencialmente se hacían oficiales los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las Farc, lo que llamó de inmediato su atención y su pensamiento se vio inquieto en debatir cómo sería una Colombia con ideales marxistas y comunistas frente al poder, lo que lo hizo recurrir a referentes latinoamericanos como Cuba y Venezuela, que lo llevaron a cuestionarse por los paradigmas de las ideas revolucionarias y patrióticas, donde no se permiten otras miradas: o se es patria o se es muerte, se es héroe o se es traidor.
“En estos dos países siempre vimos esa promesa comunista, que fue y sirvió en un momento de auge y apogeo pero que ahora por la corrupción, las decisiones políticas, la hegemonía militar y la falta de libertad de expresión, ha hecho que esas buenas ideas, o que podían ser buenas ideas en el sentido que era justicia para todos, inclusión, salud, educación, pues no necesariamente esté ocurriendo…”
Patria o Muerte explora con imágenes íntimas, espontáneas y metafóricas, el contexto de estas dos realidades (Cuba y Venezuela) inmersas en lo utópico, la dependencia, y el aislamiento a lo largo de capítulos que abarcan el ocaso como punto final de la narración, la idea de la muerte que se transa a lo largo del camino, la cotidianidad de saber dialogar con el personaje y su entorno, como la misma idea de la patria y la promesa vendida como lo absoluto.
Para Santiago su fotografía es un catalizador de emociones, un mecanismo de lo de adentro hacia afuera, “de adentro en relación hacia lo que pienso, siento, imagino y recuerdo que luego vinculo y lo comento con la audiencia, con lo de afuera. Pero al mismo tiempo hacer la foto tiene que ver con lo que está afuera y cómo lo traigo hacia mí, cómo lo interpreto. Con el libro entendí cosas, planteé otras, las puse en cuestión, las fotografié, las viví, y por eso digo lo que digo, porque lo siento… una revolución funciona cuando cambia un sistema que no está construyendo ideales para todos, pero cuando las revoluciones se perpetúan durante décadas en cabeza de una o dos personas, algo malo está pasando ahí”.
En 2018, Patria o Muerte fue galardonado con el Premio Latinoamericano FELIFA 2018 por medio del cual se logra su edición.