Muerte de manglares en Puerto Colombia. Cortesía de Alex Riquett

El estado crítico de los manglares en el Atlántico

Uno de los ecosistemas más importantes para la fauna y flora del delta marino del Río Grande de la Magdalena está siendo amenazado.
Martes, 16 Agosto, 2022 - 09:32

Por: Adriana Diaz Alfaro

A comienzos del mes de agosto, el municipio de Puerto Colombia en el Atlántico, fue testigo de una de las mayores emergencias ambientales, con la muerte de aproximadamente 100 hectáreas de manglar.  

El ecosistema de manglar es un lugar de transición entre el continente y el mar, de tal manera que está expuesto a condiciones extremas de fuertes vientos, el embate permanente de las olas y las mareas, y se presentan altas concentraciones de sal tanto en el agua como en los suelos los cuales a su vez no tienen oxígeno. Sorprendentemente, allí crecen los mangles, que según nos comenta el biólogo Samuel Cáceresson las únicas especies arbóreas de alto porte en todo el planeta Tierra que han logrado adaptarse tanto morfológica, fisiológica y reproductiva para poder colonizar estas áreas extremas”. 

La importancia de los manglares, parece inagotable, pues a pesar de que solo cubren el 0.7% de la cobertura de bosques tropicales, en la actualidad “es considerado una súper solución frente al cambio climático global, ya que puede almacenar hasta cinco veces más carbono que los ecosistemas terrestres” puntualiza el biólogo, añadiendo que en el Caribe colombiano habitan cinco especies de manglares (el mangle rojo, el mangle amarillo, mangle negro, el mangle botón o Zaragoza, mangle blanco y el mangle piñuelo), cuatro de las cuales habitan en el departamento del Atlántico.

A pesar de que las acciones institucionales comienzan a manifestarse, pues desde la dirección de la Corporación Autónoma Regional, Jesús León Insignares, confirmó que desde la entidad “se encuentran trabajando en distintas estrategias basadas en la rehabilitación, recuperación y siembra de manglares, del mismo modo que en la limpieza de box Culvert para permitir y restablecer el flujo de agua hasta la ciénaga”, sigue preocupando la mortalidad de los manglares pues es un daño irreversible a este ecosistema.  

Con la muerte de este ecosistema, se vuelve a poner sobre la mesa un tema que los ecologistas e investigadores de la región venían reflexionando desde hace años: el cuidado de un medioambiente que representa la barrera viva contra las tormentas, huracanes e incluso tsunamis.

Armando San Juan, jefe de la Oficina de Gestión Ambiental de Puerto Colombia, asegura que “la condición que reflejan los manglares en este momento se viene reportando desde hace años”.

Si bien, se adelantan estrategias para la recuperación, es necesario conocer las razones para la muerte masiva de estos manglares. Según manifiesta el biólogo Samuel Cáceres, esto puede deberse al “proceso de híper desalinización del agua, quizás por una alteración del sistema hídrico o de la hidrología de la hidrodinámica de la zona, lo cual ha generado esta ruptura del aporte de agua dulce. Además, ha influido el abandono estatal de las autoridades que básicamente han condenado su desaparición”, indicó sobre el daño irreversible presentado en las 100 hectáreas o lo equivalente a 1 millón de manglares muertos. 

Desde las comunidades del sector se crean propuestas que buscan el bienestar de los manglares. La Fundación Batis, por ejemplo, implementa la campaña Adopta un manglar, con la cual invita a cuidar, conservar y proteger las especies de manglar y animales que habitan el área. "Nosotros realizamos procesos de conservación del manglar, ya hace alrededor de diez años, la invitación es a que vengan a nuestro territorio Batis a vivir la experiencia de sembrar un manglar y poder aportar a estos procesos", indica Cáceres. 

Es necesario que las estrategias incluyan un sistema real de monitoreo y seguimiento, incluso participativo, donde las comunidades se incluyan en estos procesos y se logre evitar que situaciones como la presentada se repitan, pues como lo indica el biólogo, resulta mucho más costoso y traumático tratar de revertir estos procesos, que al final no se consiguen del todo.