Alex en Masacre. Imagen tomada de su Facebook

Alex Oquendo: death Metal y tinta

El fundador  y vocalista de la banda paisa de Death Metal, Masacre, habla sobre su otra pasión: tatuar. 
Jueves, 1 Diciembre, 2016 - 02:12

Por: Camila Rivas Estrada

¿Se imaginan a un metalero diseñando credenciales y esquelas? Pues sí, a principios de los años 90, Alex Oquendo, quien en 1988 había fundado Masacre, una de las agrupaciones más relevantes de la escena metalera latinoamericana, se dedicada a diseñar afiches y credenciales con el personaje Ziggy, y no precisamente a David Bowie, sino una caricatura que llevaba mensajes a los enamorados de la época. 

Este diseñador gráfico, graduado de pintura de Bellas Artes, lleva casi 30 años haciendo canciones con sus bandas; Masacre y Morbid Macabre, además ha compartido escenario con Napalm Death, Barón Rojo, Kreator y Cannibal Corpse entre otras bandas de metal del mundo. Sin embargo, en 1995 tomó una máquina de tatuar por primera vez y desde entonces dejó de ilustrar caricaturas y comenzó a rayar sobre la piel.

¿Cómo llegó el tatuaje a su vida?

Llegó como hobby. Empecé a tatuar en mi casa a mis amigos luego de haber mandado a traer un kit con dos máquinas, algunas agujas, pinturas y un video en VHS con un librito que enseñaba a tatuar.


Empezó a hacer sus primeros ensayos como tatuador sobre tocino, sus primeros trazos fueron la cara de un payaso y un logo de Kiss, una de sus bandas preferidas... ¿En qué momento se convirtió en su trabajo?

Hubo un momento que ya iba tanta gente a mi casa que mi mamá, con quien yo vivía en ese entonces, me dijo que tenía que buscar otro lugar para hacerlo porque ya la casa parecía un local de tatuajes.  Ella me recomendó alquilar algún espacio y fue entonces cuando renuncié a mi trabajo como diseñador gráfico, abrí mi primera tienda y desde entonces el tatuaje se volvió mi profesión.
 

Sin duda el Rock and Roll y los tatuajes han tenido una relación estrecha en la historia, ¿fue eso lo que lo atrajo a este mundo?

Sí, realmente yo en ese entonces veía que todos los músicos que hacían la música que nosotros escuchábamos los portaban. Ellos tenían sus tatuajes, sus pintas e instrumentos y yo lo veía como algo que yo quería adoptar para mi vida. Entonces, al yo tener la facilidad del diseño y el dibujo, fue aprender una nueva técnica y aplicarla. Al dedicarme al tatuaje de lleno, he podido combinar las dos cosas que más me gustan que son la pintura, el arte y todo el cuento del Rock and Roll y el Metal.

Tatuaje por Alex Oquendo

Crudo, así define el proceso de comenzar una carrera de tatuador hace más de 20 años en Medellín. La dificultad de conseguir los instrumentos de trabajo, los prejuicios sociales de una sociedad conservadora y lo empírico que resultaba aprender sin las facilidades que ahora permite Internet, hizo que los tatuadores de la época de Alex, incluyéndolo, fueran unos “toderos” de la profesión. 


Con el paso del tiempo ha cambiado el concepto que la gente tiene del tatuaje, ¿cómo lo ha vivido desde su silla estas dos décadas?

Al principio yo preguntaba si había cometido un error al dejar el diseño por el tatuaje, y si podría vivir toda la vida de eso, pero con el tiempo los programas de televisión de tatuajes y el ver que los artistas, futbolistas y músicos estaban tatuados permitieron que la gente empezara a hacérselos sin miedo a mostrarlos.

Sus tatuajes son el resultado de viajes e historias que llevará por siempre en la piel, ya que cada cosa que tiene en su piel tiene un significado importante en su vida. Para Alex los tatuajes son una lectura de cada persona, de lo que lo identifica y lo hace ser quién es.


¿Qué viene entonces en medio de un mundo con tantas posibilidades?

Yo pienso a veces que el negocio a futuro estará en borrar tatuajes, porque muchos se están haciendo cosas del momento, pero no están identificando la persona que son a través de sus tatuajes, no es la lectura de esa persona, sino la de otras personas puesta en tu propio cuerpo. El tatuaje es eso que no sólo te marca la piel, sino que te marca el alma y te dice quién eres realmente.