Redescubriendo los orígenes de la música electrónica

Redescubriendo los orígenes de la música electrónica

Para entender los fenómenos musicales actuales, es necesario viajar en el tiempo y conocer su principio, el origen, una causa y un efecto. Así le damos inicio a 'La historia de la música electrónica contada en beats', una serie de artículos que cuentan cómo este género también cambió el mundo. ¡Bienvenidos!
Miércoles, 28 Enero, 2015 - 02:44

Por: Gonzalo Rodríguez

El desarrollo de la tecnología a finales del Siglo XIX fue primordial para la evolución y transición artística. La fotografía y el cine aportaron nuevas ideas, puntos de partida que fueron creados por los artistas que querían dejar atrás las corrientes clásicas.

Matisse, Picasso, Braqie, Apollinare, Kadisnky (artes plásticas), Debussy, Ravel, Stravinsky, Anton Von Webern, Alban Bertg, Olivier Messiaen, Luciano berio y Dellapicola (música), entre otros, cada uno en su corriente y estilo, dieron aportes incalculables para la metamorfosis artística, social y cultural del Siglo XX.

Las artes en general se dejaron llevar por el sentido vanguardista como un puente de investigación artístico, de exploración y como reflejo de su entorno social.

La tecnología, eléctrica como pionera, y luego la electrónica, cumplieron un papel importante en la evolución musical, la cual, desde su mismo principio, es clave para entender los fenómenos actuales. 

En la Italia de 1909, el dramaturgo Giacomo Marienetti publicó un Manifiesto Futurista (febrero 20) en donde exigía un cambio radical en la sensibilidad con respecto al arte. Desde siempre mostró su agrado por la tecnología, exigió velocidad, violencia, anarquía y energía a la hora de realizar obras. Además observó la tecnología como el signo primordial de progreso para una sociedad “estancada” en los valores éticos y estéticos de la tradición, de lo conservador y clásico.

Esta postura, inicialmente acogida exclusivamente por la literatura, fue recibida con agrado y aceptación en otras ramificaciones artísticas. En 1910 Bailla Pratella (compositor) firmó el manifiesto de la música futurista, luego también aparecieron Manifiestos futuristas de pintura, dramaturgia (1911), escultura (1912), cinematografía (1916) y fotografía (1930) .

Balilla Pratela, con su ópera El Aviador Dro, convocaba a los jóvenes para que descubrieran lo nuevo, lo actual y lo vital, pero su idea central quedo atrás cuando sus seguidores empezaron a exigir contenidos más diagonales, transgresores, que se salieran del manifiesto escrito y que plasmaran esto en sus obras, hasta el punto de criticar agudamente a Pratela por su falta de vanguardismo.

Curiosamente el primer experimento sonoro a partir del ruido fue concebido por el pintor y poeta Luigi Russolo, quien en 1910 y sin ningún conocimiento musical ni técnico, construyó la primera maquina de ruido, llamada Intonarumori.

Tres años después y con la ayuda de su colega Ugo Piatti (pintor) dieron a conocer sus objetivos artísticos en el manifiesto L’arti dei rumori, en donde explicaban que la música debería utilizar otros recursos menos formales, valiéndose de la infinidad de sonidos que se generaban a través del ruido, pero validando su construcción sonora.

La primera maquina desarrollada por Russolo-Piatti fue ell Explosionador, un instrumento que emulaba el sonido de un motor. Luego vinieron otros como el Ululador, el Gluglulador, el Crepitadro, el Ronroneador, el Rascador y muchos más. La idea era completar una orquesta para crear obras con estos instrumentos, infortunadamente los registros sonoros se perdieron con la segunda guerra mundial, al igual que los Intronarumori y casi todas las partituras que Russolo había escrito.

En 1977, durante la bienal de Venecia, los artistas Mario Abate y Pietro Verardo realizaron la reconstrucción de las maquinas, basándose en algunos dibujos encontrados. Lograron realizar la interpretación de Risveglio di una cittá, una de las pocas obras escritas que se lograron recuperar. De esta forma hicieron una interpretación de esta pieza que básicamente mostraba el despertar de una ciudad moderna. Una sinfonía que celebraba el contacto de la tecnología con lo humano.

Para muchos investigadores y documentadores este es el inicio de una era tecnológica que ha acompañado al hombre desde comienzos del Siglo XX. Cabe anotar que esta pieza sonora desarrollada con los Intronarumori ,una de las pocas conocidas, fue concebida cuatro décadas antes de la aparición del primer computador, mostraba la intima relación que tendría la creación musical con tecnología.


No se pierdan este sábado desde las 4 de la tarde lo mejor de los sonidos electrónicos en nuestra #FranjaElectrónicaRadiónica con Dahiana y Gonzalo. ¡Los esperamos!