Su majestad Muse se presentó en Sziget
Somos afortunados, aún tenemos la oportunidad de ver a las últimas bandas de estadio en la historia del rock y definitivamente, Muse, es una de las más grandes.
El 13 de agosto de 2016, ante más de 80.000 personas, en Budapest, Hungría, en el Festival Sziget, el trío inglés confirmó su grandeza y vigencia.
Al igual que en toda su gira Drones, la cual tuvimos la oportunidad de ver en Colombia, Muse abrió su concierto con Psycho, tema que evidenciaba una vez más que la banda en vivo suena impecable, aún mejor que en sus propios discos. Con el segundo tema Plug in Baby, la audiencia explotó en un gran coro de emoción, posteriormente, Hysteria, y Map of the Problematique llenaron el espacio de fuerza y virtuosismo.
La segunda parte del concierto fue más variada en cuanto a sensaciones: The 2nd Law: Isolated System y The Handler le dieron paso al segundo momento más emotivo del concierto, la interpretación en línea de Supermassive Black Hole (tema bailado por la multitud) y Madness (Profundo homenaje al amor), para llegar a Dead Inside y a ese himno del presente siglo llamado Starlight, tema en el cual Mattew Bellamy de desentiende de la guitarra para poder jugar con la audiencia.
La tercera parte y final del concierto, por supuesto, fue emotiva y tuvo diferentes momentos sonoros: Time is running Out nos recordó aquellos vertiginosos primeros años de la década, The Globalist nos presentó una reflexión sobre las guerras que ocurren en el mundo en la actualidad, Uprising, con su fuerza, demostró que la banda conserva su poder y virtuosismo sobre el escenario, Mercy llegó con su dulzura para finalmente explorar el repertorio de hora y media de duración en la épica Knights of Cydonia.
Muse, es definitivamente, una banda gigante, un trío, cuarteto en vivo, que ha sabido entender la época y que ha conservado el heroísmo en el rock. El concierto es impecable, es una exposición de Drones y Robots (músicos en vivo), que nos recuerda que vivimos los tiempos sonoros del presente siglo.