[Reseñas de Discos] Marauder de Interpol

Repasamos el sexto álbum de la banda neoyorquina Interpol luego de cuatro años sin pasar por un estudio de grabación.
Viernes, 24 Agosto, 2018 - 03:40

Por: Camila Rivas Estrada

El cambio parece ser constante, nada permanece en su lugar, pero casi como un desafío a la filosofía y al inevitable paso del tiempo llega Interpol con Marauder (2018) a recordarnos cómo se conserva un sonido en medio de las aguas del mainstream actual en donde el trap, el EDM y el pop se van llevando todo a su paso.

Cambiar implica un riesgo enorme, saltar al vacío, exponerse a decepcionar a tus antiguos seguidores, aquellos que solo piden las canciones de los primeros álbumes en los conciertos, también implica ser objeto de críticas y comparaciones, pero en esa misma medida, no cambiar tiene el mismo efecto. Entonces, ¿qué hacer? ¿decidir saltar al vacío o escarbar en los caminos ya recorridos?

Parece que con su sexto álbum de estudio Interpol nos responde que ellos prefieren no cambiar, pues sin muchos riesgos musicales asumen esta producción de 13 canciones, dos de ellas interludios que no determinan una curva excepcional en el disco, mas sí configuran su paisaje sonoro.

Respeto y admiro a las banda que se mantienen en su posición, aquellas que cuidan y pulen su sonido como lo han hecho Paul Banks, Sam Fogarino y Daniel Kessler, porque han demostrado que lo tienen muy claro y que los tiene sin cuidado cuáles son las tendencias musicales de la actualidad y que ellos seguirán siendo un referente del mal llamado indie neoyorquino que establecieron junto a bandas como The Strokes, Yeah Yeah Yeahs, Moldy Peaches y Liars.

The Rover, su primer sencillo fue una pista clara y contundente de esta producción llena de guitarras que conservan la distorision y la textura de sus primeros tres discos y que oscurecen de nuevo su sonido tras el disco de 2014, El Pintor, en el que mostraron una faceta más iluminada y astmosférica.

Una de las curiosidades de este álbum es que por primera vez en 11 años llamaron al estudio a otra cabeza, la última vez fue para Our Love to Admire (2007), cuando convocaron a Rich Costey, pero ahora el llamado fue para Dave Fridmann, un hombre que comprende el sonido del rock contemporáneo, pues ha sido productor de bandas como Flaming Lips, MGMT, Spoon y Mogwai

Ya han pasado más de 15 años desde su aclamado debut Turn On The Bright Lights (2002), disco que junto al Antics (2004) se convirtieron en hitos del rock neoyorquino de la primera década de este milenio y eso, aunque positivo es un yugo del que es difícil librarse. Tal vez el camino más sensato sea el de la franqueza e Interpol ha demostrado sinceridad en sus discos posteriores y con Marauder lo vindican. 

El disco tiene canciones poderosas como Stay In Touch que logra captar la atención, por su ya clásico estilo de riffs que como un loop nos va llevando y sin que nos demos cuenta han pasado casi cinco minutos. Lo mismo ocurre con Numer 10 y Party's over, en donde los cortes de batería  son muy interesantes y se encuentran con el fraseo de Paul Banks que no se arriesga en lo absoluto vocalmente en este disco.

Surveillance y el último track del disco, It Probably Matters, son una prueba del equilibrio entre la oscuridad del disco a la que invita la armonía de la voz de Paul Banks pero que casi que se yuxtapone con las guitarras y la batería. 

Probablemente hagan falta canciones más tranquilas como las ya clásicas Hands Away y NYC que le dan otro color a los discos y al espírtu de una banda guitarrera como Interpol, pero a su vez es una declaración de amor por ese post-punk revival. 

Probablemente llamarían más la atención a nuevos públicos si en un disco se arriesgaran más que a mostrarnos lo que ya conocemos de su sonido, pero aplausos para Interpol por su franqueza, por esa sinceridad sin pretensiones que cada vez es menos común en la música. 

Seguro con el respaldo de su sello Matador Records, en el que también están Queens of the Stone Age, Head Car Seat Headrest, Courtney Barnett & Kurt Vile y nuevos proyectos como Snail Mail, los Interpol lograrán seguir configurando y liderando la escena alternativa en el mundo. 


El equipo Radiónica opina:

Gonzalo Rodríguez: Maurader es un disco que sencillamente suena a Interpol, ¿A qué más podría sonar?. Este álbum tiene el sello y color musical que la banda ha mostrado desde sus inicios. Es un trabajo lleno de fuerza y velocidad pero que también por momentos se convierte en un viaje en cámara lenta. Mi favorita Complications. Puntuación: 8.5

Mariel Bejarano: Sin ostentosidad y sin correr riesgos mayores a los que ya su sonido único y habitual exige, Interpol ha publicado un álbum que no pasará a la historia ni como el mejor o peor de su discografía. Si bien hay experimentación con nuevas texturas y sonidos, Marauder no alcanza a ir mucho más allá de esa joya que fue ‘The Rover’ como primer sencillo y que alcanza junto a piezas como ‘Complications’ y ‘Stay In Touch’ los momentos más prometedores del disco. Interpol sigue siendo Interpol en este disco y aunque intenta proponer y avanzar no logra sorprender. Puntuación: 5.5

Iván García: Interpol siendo Interpol. La banda presenta un disco con el ya clásico sonido que su público espera. Se deja oir completico con total tranquilidad, hasta dos veces seguidas. Canciones para prestar atención: "If You Really Love Nothing", "Stay in Touch" y la que cierra, "It Probably Matters", que sumadas a la ya conocida "The Rover" harán las delicias de sus más acérrimos fans. Puntuación: 8

Andrés Salazar: A mí me gusta que los discos empiecen así, como empieza 'Marauder' de Interpol. Con fuerza, con una canción contundente desde el primer acorde y golpe de batería, If You Really Love Nothing. Este es un disco poderoso que sigue la línea de sus antecesores y que ratifican a la banda neoyorquina como una de las más importantes bandas de rock del nuevo siglo. Sin mucho riesgo y con 'totes' como Complications, Flight of Fancy o la misma The Rover, el nuevo disco de la banda es agradable a la escucha y seguramente muy enérgico en vivo. Puntuación: 7.5