Layne Staley, 22 de agosto de 1967 - 5 de abril de 2002

Layne Staley, a la izquierda de la voz del grunge

Hace 16 años se apagó otra voz que definía el espíritu del grunge. La del líder de Alice In Chains que muchas veces se vio opacada por la popularidad de Kurt Cobain. 
Jueves, 5 Abril, 2018 - 06:36

Por: María Alejandra Calderón García

El 5 de abril es una fecha triste para el grunge, no sólo por el suicidio del Kurt Cobain en 1994, el hombre que no soportó el peso en sus hombros de ser el líder de una generación que encontró en su música la mejor manera de sobrellevar la falta de futuro. Esa misma fecha, pero 8 años después otra voz se apagó, la Layne Staley. 

Layne Thomas Staley quien empezó siendo baterista, luego decidió pasar a la voz al integrar Sleaze que más tarde mutaría a  Alice in Chains en 1987 ya en compañía de Jerry Cantrell. Se trataba de una banda de Seattle, la capital mundial de grunge, que tenía claras influencias del heavy metal y que en 1990 lanzó su primer larga duración titulado Facelift. De ese disco, y de primerazo, sale la potente y atrapante voz de Stanley en la canción Man in the Box. Canción compuesta por el mismo Layne  y que según él, se refiere a la censura de los medios de comunicación, aunque admitió que en algún punto puede significar algo más debido a los efectos de las drogas en sus palabras al momento de escribirla.

Y es que precisamente, el tema de las drogas siempre fue un tema cercano a Layne, su padre, Philip Blair Staley, estuvo involucrado en el consumo y el negocio de los alucinógenos lo que lo alejó de la vida de Layne, de hecho él mismo declaró en un momento que ese pasado influiría en su adicción. La misma que le impidió en varias oportunidades salir de gira con la banda en la promoción de su segundo álbum Dirt en 1992 en pleno auge del grunge liderado por Nirvana.

La historia posterior de Alice In Chains se torna en una completa montaña rusa a causa de los problemas del líder de la banda. En 1994 tuvieron la oportunidad de compartir escenario con Metallica y Suicidal Tendencies, y varios de esos mismos shows fueron cancelados por la ya evidente relación destructiva entre Layne y la heroína.

En 1995 finalmente sacaron su tercer disco homónimo que para varios críticos musicales podría considerarse como el último disco de grunge original. Un año después y luego de un receso de la banda, saldría el MTV Unplugged  en el que se le ve al cantante en un ambiente mucho más sombrío ayudado por la oscuridad del escenario iluminado solamente por unas velas. Los años siguientes de la banda se traducen en un ir y venir y en la edición de discos recopilatorios. Hasta que el 5 de abril del 2002, como un anuncio que nunca quiso ser nombrado, se apagó por completo la desgarradora voz de Alice in Chains

Staley murió a los 34 años como manifestaba era su vida en sus letras, solo y triste. Su cuerpo, de apenas 44 kilos, se encontró dos semanas después de su último latido, ya descompuesto, y se lo reconoció tras comprobar el registro de su dentadura. Cuando la policía ingresó al apartamento de Staley, en Seattle, el artista estaba en un sofá, iluminado por el parpadeo de un televisor, acompañado solamente por unas  latas de pintura en aerosol y restos de cocaína.

"Layne tenía una voz increíble que tenía una calidad tan hermosa, triste y obsesiva", dijo el vocalista de Smashing Pumpkins, Billy Corgan, en una declaración oficial tras la muerte de Staley.