Concrete and Gold es el noveno disco de la banda fundada en Seattle

Las 5 imperdibles del ‘Concrete And Gold’ de Foo Fighters

Luego de tres años volvieron los Foo con Concrete and Gold un disco que entra en el podio de los mejores de la banda. Además les mostramos un poético regalo que nos llegó para Dave y compañía.
Viernes, 15 Septiembre, 2017 - 07:06

Por: María Alejandra Calderón García

Desde un principio Dave Grohl advirtió que Concrete and Gold (2017) era una versión de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (1967) hecha por Motörhead, y no estaba hablando por hablar, y si alguien tenía la capacidad de atreverse a hacerlo, su nombre sería el primero que aparecería. El noveno disco de los Foo Fighters va directo a posicionarse como uno de los mejores del año y se lleva una medalla en el podio de su discografía.

En la naturaleza misma de la creación está la experimentación; buscar otros lugares donde no se haya llegado ya, arriesgarse, ensayar, fallar y acertar. A eso le apostó esta vez la banda estadounidense, frente a un productor que, como lo insinúa el mismo Dave en el video del making of del Concrete and Gold (que pueden ver más abajo), no le sonaba mucho a los integrantes de la banda: Greg Kurstin, un nombre que se fue volviendo más popular a medida que fabricaba sonidos de divas del pop como Sia y Adele. Pero Grohl sabía lo que quería: mantener su sonido característico dándole unos toques poperos. También sabía que tenía: una banda de rock claramente influenciada por Motörhead y un productor que le podía dar los sonidos del pop - rock inglés de The Beatles, y eso fue lo que logró; dar unas sensaciones de psicodelia con los diamantes de Lucy en el cielo y hacerla crecer en el infierno con canciones como Arrows, Sunday Rain y The sky is a neighborhood. Los Foo Fighters llegan a  variar, potenciar sus sonidos, con los que se ha catalogado como una de las bandas más importantes de rock de la historia reciente del género, tienen claro que la música no es estática y con esta placa discográfica demuestran que están lejos de converse en clásicos y de pensar en un punto final, como alguna vez se rumoró. 

Aunque el trabajo anterior de la banda Sonic Highways (2014) no lució tanto como el disco que le precedía Wasting Light (2011) -y que aun con Concrete and Gold a bordo, sigue siendo el mejor disco de la última década de los Foo-, pareciera que Grohl fuera  inmune a los fracasos, lo ha probado desde diferentes ángulos, desde la misma formación de esta banda luego de la pérdida de Kurt Cobain, hasta parándose luego de caer en pleno escenario, ponerse un yeso, diseñar un trono del rock para poder terminar la gira en el 2015 , y lo viene a demostrar otra vez con esta placa discográfica en la que se arriesgó a tal punto de invitar a un ex Boyz II Men y Justin Timberlake evidenciando que tiene el poder que tiene el universo musical en el que todos caben, si se sabe explotar sus fortalezas. 

La mayoría de las 11 canciones del  Concrete and Gold merecen un aplauso de pie, pero les vamos a dejar 5 que se destacan en la misma luminosidad y diversidad de sus sonidos.

Make it Right

Cuando les contamos que en el disco estaría Justin Timberlake muchos temieron por el inmenso toque pop  que le podría dar al disco una de las estrellas más grandes del género. Pero ‘los foo’ supieron dónde colocarlo, ya que fue el mismo quien se ofreció a registrar su voz con unos coros que no evidencian precisamente la presencia de Timberlake pero que le dan una fuerza a una canción que navega en diferentes sonidos, que expone la potencia vocal de Grohl y la experticia de Taylor Hawkins en la batería.

Dirty Water

La canción que pareciera de menor intensidad acústica del disco, tiene un momento cumbre en el que todo vuelve a explotar, nos ubica de nuevo en un disco de rock. Este corte es quizás el que más identifique las intensiones de Grohl de mezclar a The Beatles con Motorhead.


La Dee Da

Este corte ya lo habíamos escuchado en vivo cuando en medio de un concierto en Islandia la banda la destapó, sin embargo, en disco la canción toma un poder más grande en estudio con la participación de Dave Koz, el saxofonista de smoth jazz que caló entre el poder guitarrero de Grohl, Pat Smear, Chris Shiflett y la voz de Alison Mosshart  de The Kills. Además de eso nos recuerda que desde hace tiempo los Foo Fighters no son 5, la integración del teclista Rami Jaffee es en este álbum resulta fundamental. 

Run

Qué más podemos decir de Run, fue seleccionada por ustedes como la mejor canción internacional del año, y es que representa una descarga rockera que necesitábamos desde hace tiempo. 

Concrete and gold

Acá aparece otra de las colaboraciones extrañas del disco, la de Shawn Stockman, una de las voces de la boy band noventera Boyz II Men, que se incorporó en esta canción luego de que a Dave se le ocurriera poner un coro en el corte. El resultado para cerrar el disco, no pude ser mejor (incluso hasta el último segundo).

Con este regreso han sido varias las expresiones de cariño de los fanáticos a la banda. Muestra de eso es el siguiente acróstico colegial que nos llegó de parte de uno de los seguidores.

Sabemos que ustedes pueden hacerlo mucho mejor, así que si quieren expresar su amor de manera adolescente lo pueden hacer más abajo y cuéntennos cuál es su canción favorita del disco. ¡Oh, Foo, gracias por volver!