La historia detrás de ‘Somebody Else’, un himno para el desamor

Exploramos una de las canciones más reconocidas de la banda The 1975.
Miércoles, 3 Noviembre, 2021 - 04:23

Por: Nicolás Corredor M.

Tal vez uno de los sencillos más poderosos, profundos y desgarradores que ha dejado el mundo de la música de la última década. Viajamos hasta febrero del año 2016, en donde se lanzaba un adelanto de un segundo disco, conocido como I Like It When You Sleep, for You Are So Beautiful Yet So Unaware of It (2016).

“Somebody Else”, era ese adelanto, una de las canciones más reconocidas del grupo britanico alternativo The 1975. Una pieza que seguramente tendrá en su radar, sobre todo por el mismo tema que trata. 

Para el momento de su lanzamiento, la banda era considerada como una de las propuestas emergentes más interesantes de la música de Reino Unido. Un proyecto que había encontrado cierto reconocimiento en el 2013, gracias a su primer disco homónimo, el trabajo que realizaron con Mike Crossey, importante productor de bandas como Arctic Monkeys y Foals, así como también por el empujón que les había dado el presentador Zane Lowe en su programa de BBC Radio 1. 

A partir de esos antecedentes, la banda gozó de una gran fanaticada y agotamiento de boletería en tres conciertos realizados en Londres. Además de tener una participación en el famoso festival estadounidense, Coachella

Con unos cuantos shows y reconocimiento por parte del público y la crítica, la banda decidió emprender la elaboración de un segundo larga duración, del cual se desprendieron 18 canciones que giraban en torno al miedo que tenía el grupo por sacar este nuevo trabajo, después de su gran éxito con el primer álbum. 

De una manera curiosa, la letra de “Somebody Else” nace en un taxi de Los Ángeles, en donde se encontraba Matthew Healy, vocalista y líder de The 1975. La canción también cuenta con la colaboración de George Daniel, Matthew Healy, Adam Hann, Ross MacDonald y Mike Crossey, los cuales ayudaron en la labor de escritura y producción respectivamente.  

“Somebody Else” es una profunda descarga de pensamientos por parte de Healy, donde la lírica profundiza en los sentimientos de una persona que descubre que su ex pareja ha encontrado a alguien más. A partir de ese momento, la canción viaja a través de fases como los celos, el dolor, la melancolía, la amargura, la ira y el respectivo desamor. 

Por otro lado, el sonido es otra de esas ramas fundamentales a destacar. La banda toma inspiración de la música electrónica, chill out, R&B, neo soul y synth pop, creando una vibra que se apega mucho a la noche, así como también al mismo espacio. “Somebody Else” tiene forma de balada y una profunda semejanza al uso de sintetizadores, percusiones y ritmos tecno del famoso grupo Tears for Fears.

El video musical es otra de las cosas que también se deben rescatar de esta propuesta. Una historia que se da en unos ocho minutos de duración. Durante los tres primeros, nos topamos con una viñeta en blanco y negro, en donde Healy parece estar empacando sus cosas de una habitacion, en la cual tambien se encuentra a una mujer que siempre se queda sentada en un sofa, con la cabeza bocabajo. Cuando el protagonista se va de la habitación, entra la canción y una imagen con colores y vibras nocturnas.  

A partir de ese momento y gracias a un recorrido por la ciudad, Healy pasará por cada una de las fases anteriormente mencionadas, hasta llegar a un punto donde el video intentaría transmitir un mensaje de amor propio. Esto último se puede denotar con cada una de las mujeres que toman la misma imagen de Matty Healy. De esta idea se puede pensar que así como demostramos amor por alguien más, primero debemos hacerlo por nosotros mismos, en cualquier relación. 

“Somebody Else” tiene fama de ser una de las canciones más clichés de la música alternativa, pero no se puede negar que se ha convertido en una pieza icónica para la industria británica y respectiva carrera de The 1975. Además de ello, se le rescata enormemente la reflexión que hace sobre el desamor. La pieza es un desahogo de sentimientos, una mirada cruda y sincera a lo que es extrañar a alguien que ya no nos quiere más.