El nuevo disco de Arctic Monkeys según su vocalista Alex Turner

El vocalista de la agrupación británica desentraña canción a canción su disco Tranquility Base Hotel & Casino (2018).
Miércoles, 16 Mayo, 2018 - 02:01

Por: Camila Rivas Estrada

El sonido del nuevo disco de Arctic Monkeys se veía venir, le curva descendente en la velocidad de sus canciones ha sido evidente a lo largo de su historia, así que resultaba difícil sorprenderse, aunque muchos lo hicieron, por más que Tranquility Base Hotel & Casino (2018) parezca casi la antítesis de su álbum debut Whatever People Say I Am, That's What I'm Not (2006). 

Y casi como una premonición hecha por ellos mismos, hoy en día nos encontramos con una banda que se aleja de todo aquello que las personas esperaban y afirmaron que eran, una banda de indie guitarrera y adolescente. Hoy más que nunca nos encontramos con unos Monkeys, reflejados en su líder y vocalista Alex Turner, conflictuados y obsesivos. Su nuevo amor, el piano. 

Un disco bastante orgánico e íntimo que evoca tanto la sexualidad como la soledad a la par, desde lo musical, más downtempo y experimental logra coquetear con ejercicios musicales con los que comenzaron en discos como Suck it and See (2011) e incluso su antecesor AM (2013), sin embargo, se nota que esta sexta placa discográfica de la banda británica es el resultado de una búsqueda personal de Alex Turner y su relación con el mundo de hoy.

Más adultos, con otras preguntas que se alejan de qué tan bien te ves en la pista de baile, o por qué siempre me llamas cuando estás elevado, los oriundos de Sheffield, Inglaterra nos dejan entrar en los confines de su cabeza que están más oscuros que nunca, pero que no dejan de ser tan fascinantes como los que nos han enamorado de ellos hasta ahora. 

En alianza con la emisora WKQX de Chicago, pudimos conocer con detalle las opiniones y percepciones de Turner acerca de Tranquility Base Hotel & Casino (2018) y las pueden leer a continuación...

Han pasado cinco años desde que salió AM (2013), ¿qué hicieron todo este tiempo?

Estuve en otro par de discos, hice uno de una chica llamada Alexandra Savior junto a James Ford a quien conozco desde que tengo 20 años y luego hice otro álbum junto a Miles Kane, el segundo de nuestro proyecto The Last Shadow Puppets, después de todo eso fue que me enfoqué en el nuevo disco de los Arctic Monkeys. 

Parece haber una relación en el sonidos de los disco con los de TLSP y AS, al menos a nivel estético, de sonido y vibra, pues hay mucha oscuridad en ellos. ¿Qué tan lejos están uno del otro?

Eso es verdad, no están tan lejos el uno del otro, es justo decirlo pues aunque hay ciertas diferencias entre ellos con el de los Monkeys, pero no creo que cuando pones en consideración el disco de Alexandra y el de los Puppets que haya un cambio tan enorme como parece al principio. Pues si piensan que me la pasé los últimos cinco años jugando golf, pues están equivocados. 

Escribiste este álbum de manera diferente a como lo has hecho en el pasado, lo compusiste desde el piano. ¿Por qué el cambio?

Cuando cumplí 30 años mi manager me regaló un piano de cumpleaños, de hecho, la última vez que me regalaron un instrumento fue cuando cumplí 21 años, se trató de una guitarra acústica Gibson LG-1 con la que compuse muchas canciones y seguro podría seguir componiendo en ella, pero siento que llegué a un punto en el que escribir desde la guitarra se volvió como predecible, yo ya sabía hacia dónde iba a ir lo que estaba haciendo y esa sensación que me daba cuando cogía la guitarra me impidió llegar a algún lado.

Lo que quiero decir es que antes de que apareciera el piano no tenía muchas ideas, y luego de que llegó mi imaginación se reactivó. 

Hablemos del primer track, Start Treatment que comienza con una frase contundente,“I just wanted to be one of the Strokes”, ¿por qué? 

Hay un par de cosas que podría decir al respecto, para ser honesto, la frase tiene mucho que ver con la música que la acompaña de fondo, esta pieza que escribí en el piano... La clave que me permitió escribir y cantar en voz alta eso fue sentir que era una especie de bosquejo, algo a lo que podría regresar y dar vuelta, usar o probablemente desechar. 

Pero cuando regresé a ella, esa frase y la que la sucede me ubicaron ahí, con maletas en mano, a miles de kilómetros de cualquier carretera de la imaginación que es precisamente a lo que me refiero en ella. 

De alguna manera eso es casi como 'pintar' o imaginar cuadros con tus letras. ¿Usualmente vas imaginando esos lugares cuando escribes? ¿Con lo que dices puedes visualizar en tu mente imágenes así?

Sí, eso es precisamente lo que estoy tratando de hacer. Lo que quiero decir es que al referirme al asunto de The Strokes es que es verdad, pero cuando regresé a la frase y no la cambié es porque encontré en ella algo genuino y lo que me dice esa frase es que el tiempo ha pasado muy rápido y ahora me encuentro en esta situación, mientras hace poco tenía 20 años y quería ser uno de los Strokes. Creo que por todas esas razones elegí esa frase y la dejé.  

Hablemos ahora de la segunda canción, One Point Perspective, ¿de dónde viene este track?

Creo que es una técnica comúnmente usada en la ilustración, pero creo que yo encontré este concepto en el cine, especialmente en las películas de Stanley Kubrick quien desarrollo en 'punto de perspectiva' en cada una de sus películas y es esa imagen completamente simétrica y que resulta bastante inquietante cuando alguien la ve.

Y aunque no es algo que abordamos puntualmente en la canción, es más como acerca de la sensación que Kubrick genera con sus películas y que está en sintonía con el tipo de ideas que estuvimos explorando en esta canción

Hay mucho del cine en tu música, es muy cinematográfica, en especial elementos como para una película de Stanley Kubrick...

Alguna vez he usado la palabra cinematográfica o cinemática para describir la música, probablemente no la mía pero sí para describir un sonido o algo cuando me encontré algo alguna vez, pero lo que sí creo es que hay una gran diferencia cuando está pensado como un disco y no como una banda sonora de una película. Funciona, probalemente, pero si lo hace es porque tu imaginación es la que hace el trabajo de ponerle imágenes al sonido, pero no está pensada como una película.  

Four Out Of Five parece caso como un comentario o una crítica en una página de recomendaciones. De hecho, hablas de una taquería en la luna lo que aterriza el concepto. ¿De dónde llegó una idea como esta?

Esta canción sin duda alguna tiene relación con el concepto de la canción que le da nombre al álbum Tranquility Base Hotel & Casino en el que se hace referencia al Tranquility Base, ese sitio de la luna al que aterrizaron los hombres en 1969 y en donde caminaron por primera vez y en el que nosotros imaginamos un hotel y un casino. Allí Four Out Of Five a explorarlo con un poco más de detalle bajo la idea que incluso este complejo hotelero lunar podría estar exento de la gentrificación. 

De cierta manera uno puede relacionarse con esas ideas la canción Bat Phones, en donde hablas acerca de quedar casi que abducido por el dispositivo que tienes en la mano, algo muy común por estos días.

Es cierto, llegamos a esas conclusiones después, porque nos se trataba de que yo quisiera escribir acerca de esos temas, aunque lo he hecho en varias ocasiones, es más como que siempre estamos rodeados por por esas dinámicas y nos topamos con ellas y resulta bastante difícil de comprender. 

Regresando a Four Out Of Five, en la sección intermedia de la canción hay una serie de modulaciones y cambios de tono que resultan increíblemente importantes para transitar hacia el final en donde está el coro. ¿Qué tan difícil fue construir esos pasos para regresar y estar perfectamente alineado con el coro? 

Ciertamente, no fue tan difícil como intentar describirlo. (risas) No fue un trabajo de dos minutos, claramente, pero creo que es algo isntintivo, lo mismo ocurre con las letras, como que una cosa va llevando a la otra y la música de alguna manera alimenta las letras, más que las letras a la música, en este caso. Para llegar allí tuve que darme el tiempo para explorar, es como cuando un escultor tiene una roca y va puliéndola para luego llegar a la pieza final. 

The World’s First Ever Monster Truck Front Flip es un nombre particular, ¿de dónde salió la canción y el concepto de la primera pirueta de un monster truck?

Fue un evento que ocurrió realmente uno o dos años atrás donde efectivamente se realizó el primer 'front flip' por parte de una camioneta de este tipo. Entendiendo eso, sentí que esta era la forma apropiada de comenzar la segunda parte del disco.

¿Concibes el disco como si tuviera dos caras cuando se lo justas y lo pones en secuencia? 

Sí, sin duda, siempre lo hago. Creo que ayuda a concluir todo, sin pensarlo de esa manera es imposible encontrar un principio, un intermedio y un final. Así es como se ha pensado, siempre ha estado en los planes de cada disco que hemos hecho.  

¿Hay alguna canción del disco se destaca para ti? Alguna de la que estés orgulloso en particular o que haya sido muy difícil de construir...

Creo que grabar Four Out of Five fue bastante retador y definitivamente si le habláramos de ella a James Ford, el productor, estaría de acuerdo. Tomó mucho tiempo encontrar el sonido. De hecho, ya que hablabámos del disco de Alexandra Savior, en el álbum hay una canción que se llama 'Til Your Mine en donde ella comenzó la composición y yo la terminé, por eso se puede sentir que comienza de una manera completamente opuesta a como acaba porque juntos comenzamos a mezclar nuestras ideas y a hacerlas una. Y creo que Four Out of Five toma como punto de partida lo que sucedió con esa canción, esa transformación del principio al final de la canción. 

El último track del disco, The Ultracheese, es una gran canción de cierre, de alguna manera la última nota te deja queriendo un poco más...

Sí, tal vez podría llegar a sentirse como irresoluto en el departamento musical, pero en el otro lado creo que sí tiene un cierre. 

Tu grabaste algunas cosas en tu estudio The Lunar Surface en una tasskcam, 8 registros, a lo vieja escuela. ¿Fue posible recrear algunos de esos sonidos y texturas cuando grabaron en el estudio La Frette en Paris?

Muchas de las voces que quedaron en el disco son las que grabé en el demo de 8 tracks, e incluso algunos bajos tal vez, pero casi todo lo volvimos a grabar en La Frette, pero todas las voces a excepción de Science Fiction, The Ultracheese que fueron grabados en el estudio, quedaron de los primeros demos que grabé. Fue una oportunidad para capturar esa mística que deja la primera toma, la primera interpretación. Lo que piensas y sientes en ese momento puntual. Esto ha sucedido un par de veces en el pasado, pero con más fuerza en este álbum.  

Cuando grabaron en La Frette tuviste a todos los músicos tocando en una sola habitación al tiempo lo que no es tan usual en estos tiempos en donde todo se graba por separado, ¿de dónde vino esa inspiración?

Llegó de muchos de mis discos favoritos que han sido grabados de esa manera, Pet Sounds (1966) de los Beach Boys obviamente, también un álbum llamado Born To Be With You (1975) de Dion DiMucci que quiero muchísimo también. Entendí que grabar de esta manera, con dos pianos, guitarras acústicas, percusión, todo al tiempo y regado en un mismo espacio, cuyos sonidos son capturados por los mismos micrófonos resultó inspirador. 

No se si fue necesariamente el proceso más adecuado para este disco, pero era algo que quería hacer, crear esta aproximación del sonido en vivo. Hay una energía especial que surge de tener 9 o 10 personas en una misma habitación y la forma en la que tocas en ese ambiente es completamente distinta a como lo haces cuando te llevas tu pedalera a un lugar solitario y además tampoco puedes controlar que todo quede perfecto, esa es otra de las aproximaciones del disco. 

A continuación pueden escuchar un fragmento de la entrevista con Alex Turner en Días De Radio, programa matutino que se emite de lunes a viernes de 6:00 a.m. a 9:00 a.m.

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