Mick Jagger, Charlie Watts, Ron Wood en el Estadio El Campín (Foto: Juan Felipe Reyes)

El día que la lluvia y las piedras rodaron en Bogotá

Cien piedras rodaron en Radiónica. Parecía lejos desde la primera piedra, pero llegó la última y los Stones aparecieron por fin en Colombia.
Viernes, 11 Marzo, 2016 - 12:23

Por: María Alejandra Calderón García

Bogotá esperaba tanto este momento que llegó con una nube negra que calmó la sequía que tenía azotada a la capital y reverdeció para que más de 50 años de carrera se subieran al escenario.

Los sonidos colombianos salieron antes de lo esperado, Diamante Eléctrico saludó al monstruoso estadio Nemesio Camacho "El Campín", y aunque todavía se veían algunas partes blancas dentro del recinto, el Diamante dejó que todo ardiera en el escenario; Kamikaze, Combustión, Revólver, Las Horas, Duele como yo, Todo va a arder y Diamante Eléctrico, fueron aplaudidas y cantadas por los asistentes con algunas gotas de lluvia aún. El mismo Jagger tuvo tiempo para agradecerles por su presentación en español:

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La ansiedad se apoderaba de las más de 40 mil almas que esperaron y soñaron toda una vida y 4 meses desde que se anunció que los Stones por fin tocarían tierra cafetera.

Las luces se apagaron y rodó el video que traería a Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts hasta el escenario. En la mayoría de los conciertos de su gira Olé abrieron con Start me up pero los primeros acordes de Jumpin Jack Flash dieron el inicio a una noche rendida ante las majestades del rock.

Luego de una histeria desencadenada digna de ver a tremendas leyendas en el escenario Mick Jagger soltó sus primeras palabras en español: “Fuimos al museo Botero, comimos oblea, bajamos aguardiente y terminamos con un gran guayabo” tal cual. Acá lo pueden escuchar:

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Rodó la noche con It´s only Rock N’ Roll (But I Like It), Tumbling Dice y a continuación, la canción que eligieron los bogotanos luego de la encuesta en su portal web: Dead Flowers.

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Llegó un momento que ninguno se esperaba cuando Mick Jagger dijo: “Tenemos una sorpresa muy especial para ustedes, viene alguien que queremos mucho, alguien de su país, nuestro parcero, Juanes”

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Y sí, el paisa salió y el público se estremeció con cada acorde de la notas de Beast of Burden entre Juanes, Wood y Richards, un momento para enmarcar en la historia de los conciertos y de los sonidos colombianos.

Wild Horses dio el paso al momento sentimental del concierto y sacudió inmediatamente con Paint it Black, los sonidos dejaban ver la inmensidad de tener a la banda más importante del rock en suelo nacional. Siguió un descanso para Jagger en el que Keith Richards punteó y cantó You got the silver y Before they make me run.

Vino Midnight Rambler, Miss You Gimme Shelter con la tremenda voz de Sasha Allen, la corista y actriz que se unió para la gira Olé con los Stones, uno de los momenos más épicos.

Luego sonó Start me up, y a continuación el diablo apareció, el escenario se tiñó de rojo y un gran abrigo del mismo color vistió Jagger para invitar a dejarse caer en las profundidades. Así Bogotá se encantó con Sympathy for the devil.

Brown sugar retumbó y empezaba a saber a despedida la noche que los asistentes soñaban infinita.

El coro de la carrera de Estudios Musicales de la universidad Javeriana estuvo para el intro de You can’t Always get what you want, magistralmente y Satisfaction selló la noche en la que los londinenses dieron cátedra de vitalidad, en la que demostraron porque luego de 54 años de carrera siguen encantando a millones de fans en el mundo, donde Mick Jagger se sigue moviendo como si tuviera 20 años, y revientan los parlantes como si no existiera mañana.

 

 

Larga vida a los Stones, al Rock N’ Roll, a los conciertos de esta talla en Bogotá, y a los rolos (como saludó Jagger), que se aguantaron la granizada para ver, bailar, cantar y gritar durante dos horas y 18 canciones este espectáculo que a pesar de todas estas letras se queda sin palabras.

Este el agradecimiento Jagger para Colombia. Por supuesto ¡Tambien queremos que vuelva!